La violencia ¨¦tnica causa decenas de muertos en Kirguizist¨¢n
El caos se extiende tras la revuelta que derroc¨® al presidente
M¨¢s de 45 personas han muerto y m¨¢s de 600 resultaron heridas en enfrentamientos ¨¦tnicos en la provincia de Osh, al suroeste de Kirguizist¨¢n. La violencia en ese pa¨ªs de Asia Central segu¨ªa extendi¨¦ndose con celeridad anoche, sin que pudiera ser controlada por el Gobierno provisional formado tras la revuelta que arrebat¨® el poder al presidente Kurmanbek Bak¨ªev, en abril.
Desde entonces, Kirguizist¨¢n se encuentra al borde del desorden, mientras el Gobierno provisional dirigido por Rosa Otumb¨¢ieva trata de sentar las bases de una nueva legitimidad y prepara un refer¨¦ndum constitucional para el 27 de junio y elecciones para octubre.
La actual oleada de violencia se inici¨® con el enfrentamiento de j¨®venes kirguizos y uzbecos el 10 de junio en un establecimiento nocturno de Osh, que es la segunda ciudad del pa¨ªs y pr¨®xima al vecino Uzbekist¨¢n. El resultado han sido pogromos, saqueos, incendios y destrucci¨®n de numerosos edificios p¨²blicos, comercios, centros de Internet, viviendas y coches.
J¨®venes kirguizos y uzbecos luchan desde el jueves en las calles de Osh de queda en la zona
El Gobierno provisional ha declarado el toque
En los barrios y localidades de la provincia de Osh donde convivieron kirguizos y uzbecos se consumaba ayer la divisi¨®n entre las dos comunidades, que se protegen respectivamente con grupos de autodefensa y que reciben refuerzos de otras zonas. En Bishkek, donde se oyeron tiros, los kirguizos se manifestaban y ped¨ªan medios de transporte para ir a Osh. Para evitar la llegada masiva de kirguizos exaltados desde la capital de Kirguizist¨¢n, el Gobierno provisional bloque¨® los accesos a Osh, adem¨¢s de enviar al Ej¨¦rcito, establecer controles en las carreteras y declarar el toque de queda tanto en Osh como en otras zonas de la provincia donde hay asentamientos uzbecos.
Osh est¨¢ en el valle de Fergan¨¢, una regi¨®n de tradiciones agr¨ªcolas densamente poblada y que est¨¢ dividida entre Uzbekist¨¢n, Kirguizist¨¢n y Tayikist¨¢n. En 1990, cuando todav¨ªa exist¨ªa la URSS, se produjeron all¨ª graves enfrentamientos entre kirguizos y uzbecos en los que hubo centenares de muertos. Si el Ej¨¦rcito kirguizo enviado masivamente a la regi¨®n no llega a controlar la violencia, una intervenci¨®n internacional ser¨ªa problem¨¢tica.
Desde Tashkent, donde asiste a una cumbre de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n de Shanghai (OCS), el presidente ruso, Dmitri Medv¨¦dev, descart¨® la posibilidad de emplear fuerzas de la Organizaci¨®n del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) para pacificar Osh. El OTSC est¨¢ formado por Rusia, Bielorrusia y varios pa¨ªses de Asia Central, entre ellos Kirguizist¨¢n, Tayikist¨¢n y Uzbekist¨¢n. Medv¨¦dev exhort¨® a los dirigentes de Kirguizist¨¢n para que pusieran orden. "Estamos interesados en que estos asuntos se resuelvan cuanto antes y se forme una autoridad dispuesta a resolver los problemas del Estado", dijo. El dirigente ruso advirti¨® que la confianza del pueblo solo se puede conseguir con un poder eficaz que resuelva los problemas pol¨ªticos y econ¨®micos y garantice la seguridad, tambi¨¦n en la calle.
La situaci¨®n en Kirguizist¨¢n fue uno de los asuntos tratados en la cumbre de la OCS, entidad formada por Rusia, China y sus vecinos centroasi¨¢ticos. Esta organizaci¨®n tampoco ha mostrado capacidad de lidiar con la inestabilidad en Kirguizist¨¢n, donde temen que cualquier injerencia extranjera acabe por desintegrar el pa¨ªs en beneficio de los vecinos. Uzbekist¨¢n, que tiene conflictos fronterizos con Kirguizist¨¢n, ha cerrado su frontera en el valle de Fergan¨¢ y ha reforzado los contingentes militares apostados en ella. Despu¨¦s de la revuelta de abril, Rusia ha nombrado como enviado especial en Bishkek a Vlad¨ªmir Ruishalo, un funcionario que fue ministro del Interior.
Desde Bruselas, la alta representante de la pol¨ªtica exterior de la UE, Catherine Ashton, exhort¨® a las partes a controlar la violencia y al Gobierno provisional a asegurar el orden y organizar el di¨¢logo entre las diferentes comunidades ¨¦tnicas.
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