Otra p¨¢gina de 'Magazine'
Una muestra reivindica la m¨ªtica revista gay mientras Facebook convierte en icono a su editor, Didier Lestrade
De ¨¦l se ha dicho que es el "homosexual franc¨¦s m¨¢s interesante desde la desaparici¨®n de Yves Saint Laurent", una comparaci¨®n que arranca risas y un "menuda tonter¨ªa" a Didier Lestrade. Con 52 a?os y una trayectoria marcada por el periodismo gay y la lucha contra el sida, Lestrade se sorprende con la atenci¨®n que los medios de comunicaci¨®n le est¨¢n dedicando en los ¨²ltimos d¨ªas. Parte de la responsibilidad la tiene la exposici¨®n que la galer¨ªa parisina 12Mail consagra a su reto?o, la desaparecida revista de tem¨¢tica gay Magazine. Un recorrido por las im¨¢genes, portadas y entrevistas de una publicaci¨®n de corta (apareci¨® en 1980 y se extingui¨® en 1987) pero intensa vida. "Contar con personas como Erwin Olaf, Pierre & Gilles o Walter Pfeiffer no era complicado. Te los encontrabas en las fiestas del Palace. Bastaba con proponerles colaborar para conseguir un s¨ª. Luego nos pon¨ªan en contacto con otros artistas". Los nombres que cita Lestrade son hoy creadores consagrados. Pero fue Magazine quien los descubri¨®. En el apartado de las entrevistas, la chicha abunda: John Waters, Divine, David Hockney, Paul Morrissey, Tom of Finland, Keith Harring... "A algunos los ve¨ªas paseando por Par¨ªs", asegura.
Al colgar sus fotos de los ochenta en la red social se percat¨® del fen¨®meno
El momento no pod¨ªa ser m¨¢s propicio: "Llegu¨¦ de Agen
[ciudad del suroeste de Francia entre Toulouse y Burdeos] a Par¨ªs en 1977, en plena ¨¦poca punk. No sab¨ªa qu¨¦ hacer con mi vida, hab¨ªa fracasado en los estudios y no quer¨ªa ir a la universidad". La ciudad ("un crisol de culturas m¨¢s intenso que el de hoy") le abri¨® los ojos. Sin un franco en el bolsillo y ninguna experiencia, Lestrade cre¨® Magazine. Empez¨® a trabajar como botones en un hotel. "Invert¨ªa cuanto ganaba para saldar las deudas de la publicaci¨®n. Nadie cobraba. Y yo me arruinaba con cada n¨²mero. Pero me ense?¨® c¨®mo tratar con la imprenta, c¨®mo dirigir una revista".
Hasta que en 1986 descubri¨® que era seropositivo. "Todo cambi¨®. Entonces nos dec¨ªan que ¨ªbamos a morir y pens¨¦ que, bueno, era la hora de ocuparme de mi vida. Al a?o siguiente fui a Nueva York, me enamor¨¦ y me volv¨ª militante . Magazine se convirti¨® en algo f¨²til". Lestrade conoci¨® la m¨²sica house en EE UU y el diario franc¨¦s Lib¨¦ration le invit¨® a escribir cr¨ªticas sobre el g¨¦nero. Unas rese?as recogidas en el libro Chroniques du dance floor, Lib¨¦ration 1988-1999, publicado en mayo. Y se hizo un nombre. Cuando el millonario Pierre Berg¨¦ (socio y pareja del fallecido Yves Saint Laurent) escuch¨® su proyecto no pudo negarse a financiarlo: en 1995 naci¨® la que se convertir¨ªa en la revista homosexual m¨¢s exitosa de Europa, T¨ºtu. Sobre Berg¨¦, Lestrade deja caer: "Nunca nos hemos llevado bien. No me gusta trabajar con ricos. Comprometen tu libertad y credibilidad".
Todav¨ªa le sorprende que sus agallas lo hayan convertido en un icono. "Hace 10 a?os nadie esperaba que hablara de Magazine. Entonces publiqu¨¦ un libro sobre esa ¨¦poca pero no tuvo ¨¦xito". Hace poco colg¨® fotos de los ochenta en Facebook y se dio cuenta de que ten¨ªa sus fans. "Son el testimonio de una cultura que sirve de base a un movimiento actual".
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