Monago
"La regi¨®n est¨¢ enferma, pero no en situaci¨®n terminal. El PP no quiere ser el problema sino parte de la soluci¨®n". M¨¢s todav¨ªa: "El presidente ha contado con nuestro apoyo, renunciando nosotros, incluso, a cosas. Lo que esperamos ahora es que todas las medidas aprobadas a favor de la incentivaci¨®n de la econom¨ªa y del ahorro del gasto p¨²blico se cumplan". As¨ª de simple y de revelador. No puede haber mejor ejercicio de sensatez y de responsabilidad pol¨ªtica que el demostrado, con este posicionamiento, por parte del grupo popular extreme?o encabezado por Jos¨¦ Antonio Monago durante el debate sobre el estado de la comunidad celebrado en la Asamblea de Extremadura. Todo eso sin renunciar, por supuesto, el jefe de la oposici¨®n a una dura cr¨ªtica al presidente, el socialista Guillermo Fern¨¢ndez Vara por su gesti¨®n.
A la misma hora, sus compa?eros de Andaluc¨ªa, en un debate similar, no s¨®lo no secundaban una iniciativa planteada en la misma l¨ªnea y, tal vez, menos dura, por Gri?¨¢n, sino que, adem¨¢s, ni siquiera cumplieron con su obligaci¨®n de votarla, ni a favor, ni en contra, ni absteni¨¦ndose. Esto es, se declararon en huelga de brazos ca¨ªdos, a pesar de lo que cobran por ser diputados. Dos respuestas diferentes a un mismo reto. No es que existan dos partidos en el seno del PP es, sencillamente, que, por lo que se ve, los andaluces no tenemos derecho a sentirnos m¨ªnimamente gratificados por un consenso b¨¢sico de los principales partidos aunque sea para sacar adelante una reducida lista de medidas contra la crisis.
Por eso, a lo largo de esta semana, debemos prepararnos para lo que en el rugby se llama tercer tiempo. Conscientes de que Arenas perdi¨® el partido y una espl¨¦ndida oportunidad para formalizar su verdadera alternativa, insistir¨¢n en lanzar mensajes que tratar¨¢n de desvirtuar al m¨¢ximo lo aprobado en la C¨¢mara andaluza. Es decir, lo que no fueron capaces de hacer en el seno de una discusi¨®n parlamentaria clave, lo van a trasladar a la calle, a golpe de titular, con esa inusitada actividad a la que nos tienen acostumbrados, pueblo a pueblo, con convenciones, encuentros de dirigentes, foros, despliegue de recursos, por cierto, que tambi¨¦n tendr¨¢ su coste econ¨®mico.
Mientras tanto, del lado socialista tienen motivos para reafirmar su autoestima, sobre todo, por lo airoso que sali¨® del trance Gri?¨¢n y bajo la dificil¨ªsima coyuntura en la que se insertaba dicha cita parlamentaria. Es la mejor noticia que podr¨ªan tener, en un momento en el que todo es poco para cohesionar l¨ªneas y cerrar filas ahora que vienen m¨¢s curvas a¨²n con la reforma laboral pendiente. Lo sucedido demuestra que lo importante, a pesar de todo, es contar con discurso propio m¨¢s all¨¢ de la algarada y las fantas¨ªas robinianas.
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