Esclavitud en el burdel

"Un cliente me llev¨® al hospital porque me desangraba [por el ¨²tero]. Ellos [los due?os del Club Varadero] no fueron capaces de hacerlo. Y al volver tuve que pagar una multa de 500 euros por llegar tarde a trabajar". Este es el relato de una de las cuatro mujeres que ejerc¨ªan en noviembre de 2008 la prostituci¨®n en este local y que ayer declararon en el inicio del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid contra los propietarios del Club Varadero, de Navas del Rey. A los cuatro responsables del local la fiscal les acusa de delitos contra la libertad sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de los trabajadores, as¨ª como de un delito contra la salud p¨²blica. El Ministerio P¨²blico pide tambi¨¦n el cierre del local, que ha cambiado de nombre.

Las mujeres ten¨ªan que pagar multas de 500 euros por llegar tarde al sal¨®n

Las mujeres que ayer declararon como testigos protegidos aseguraron que los due?os del local las obligaron a trabajar sin apenas descanso y que las hab¨ªan convertido en la pr¨¢ctica en "presas". Una situaci¨®n que no ten¨ªa nada que ver con lo pactado inicialmente por las mujeres que, seg¨²n confirm¨® la fiscal¨ªa, ejerc¨ªan la prostituci¨®n de forma voluntaria y que hab¨ªan sido contratadas en Brasil sin imaginar la explotaci¨®n a que las iba a condenar su condici¨®n de inmigrantes irregulares en Espa?a.

"Trabajaba mucho y ten¨ªa da?ado el ¨²tero. Est¨¢bamos encarceladas y nos impon¨ªan multas por cualquier cosa", explica una de las j¨®venes. "Ten¨ªa la certeza de que iba a ser violada por el due?o del local", a?ade al explicar que opt¨® por huir al darse cuenta de que hab¨ªa sido enga?ada. D¨ªas despu¨¦s de su fuga y posterior denuncia, los regidores del club, Jos¨¦ Antonio S. R.; Jorge Fernando S. R.; Marisol R. M. y Jacqueline D. fueron detenidos, permaneciendo los tres primeros en prisi¨®n preventiva hasta la fecha.

Seg¨²n relataron las j¨®venes, los due?os del Club Varadero les hab¨ªan impuesto a su llegada a Espa?a un sistema de sanciones que inclu¨ªa multas de 500 euros por llegar tarde al sal¨®n y de 150 euros por cerrar los ojos cuando ten¨ªan sue?o. "Si un d¨ªa no trabajaba me multaban con 500 euros. Por eso pas¨¦ varias semanas sin ver la luz del d¨ªa", se lamentaba una de estas testigos, cuya identidad ha sido protegida para garantizar su seguridad. En teor¨ªa esas condiciones se manten¨ªan solo hasta que las mujeres saldaban una supuesta deuda inicial de 3.000 euros que las multas les imped¨ªa adelgazar e, incluso, iba engordando.

"?Que diga el nombre de mi amiga? No. Si lo digo la van a matar", declar¨® otra joven a preguntas del abogado de los cuatro acusados, que se enfrentan a penas de entre 25 a?os para Jacqueline D. y de 35 a?os para el resto de acusados.

Las testigos tambi¨¦n acusan a los regidores del local de Navas del Rey de haberles obligado a vender dosis de coca¨ªna a un precio de 60 euros. "Estas sustancias estaban en la entrada del local y las suministraba la mami del club", explica otra mujer. De hecho, seg¨²n la fiscal, algunos de los clientes del local acud¨ªan al mismo "con el ¨²nico prop¨®sito de adquirir coca¨ªna".

Adem¨¢s, las mujeres ten¨ªan que vivir en unas condiciones poco higi¨¦nicas "encontr¨¢ndose en las habitaciones y dependencias cucarachas, mosquitos y algunos roedores muertos". Adem¨¢s de las prostitutas, ayer declar¨® un cliente que asegur¨® haber sido objeto de una agresi¨®n por ser sospechoso de haber contribuido a la fuga de una de las testigos: "Pensaron que hab¨ªa ayudado a escapar a mi amiga. Pero no era cierto. Cuando volv¨ª al club a tomar una copa, los de seguridad me pegaron una paliza para que les dijera d¨®nde estaba. Pero no sab¨ªa nada".