"Solo espero que se haga justicia"
Miwa Buene detalla en el juicio la agresi¨®n que le dej¨® tetrapl¨¦jico en 2007
Con gesto tranquilo y con ayuda de su esposa, Miwa Buene, el congole?o de 45 a?os que qued¨® tetrapl¨¦jico en 2007 tras ser agredido por la espalda, testific¨® en la primera jornada del juicio contra su supuesto agresor, Roberto Alonso de la Varga, de 32 a?os. Era la primera vez tras la agresi¨®n en que v¨ªctima y acusado se ve¨ªan. Pero no se llegaron a cruzar ni una palabra. "Cuando me di la vuelta, ¨¦l [Alonso] me sigui¨® insultando. Me dec¨ªa 'puto mono' y gritaba 'arriba Espa?a'. De repente, sent¨ª un golpe muy fuerte y me ca¨ª", relat¨® Buene. A la salida apenas habl¨® para pedir que se condenara al acusado: "Desde mi silla de ruedas, solo espero que se haga justicia".
El juicio, que se celebra hasta ma?ana jueves en la Audiencia Provincial, comenz¨® con una hora y media de retraso. Fue el tiempo que tard¨® el acusado en ser trasladado desde la c¨¢rcel de Alcal¨¢-Meco hasta la sede de la calle de Santiago de Compostela. El fiscal y las acusaciones piden para ¨¦l una condena de 12 a?os de c¨¢rcel por un delito de lesiones graves con la agravante de racismo. Tambi¨¦n le exigen el pago de unos 400.000 euros en indemnizaciones tanto a Buene como a su esposa e hijos. La defensa de Alonso pide la absoluci¨®n, porque, en su opini¨®n, el acusado no es autor de ning¨²n delito.
El primero en declarar fue el acusado. Tard¨® menos de 25 minutos en responder a las preguntas de todas las partes. Y lo hizo en plan descarado, a veces rayando la agresividad e incluso respondiendo a cosas que no se le hab¨ªan preguntado. Vestido con una camisa blanca a cuadros, unos pantalones vaqueros y unos deportivos, neg¨® en todo momento que ¨¦l fuera quien golpe¨® en la nuca a Buene y le dejara tetrapl¨¦jico. Hizo un relato de hechos completamente opuesto.
Seg¨²n su versi¨®n, estuvo en un bar de copas de un centro comercial de Alcal¨¢ de Henares llamado Comanda China, que es frecuentado por inmigrantes africanos. "Voy a menudo porque conozco al due?o. Ese d¨ªa era el ¨²nico blanquito que estaba all¨ª", asegur¨®. A?adi¨® que tan solo dej¨® el local alrededor de las siete de la ma?ana para acompa?ar a una amiga a su barrio, el del Virgen del Val. Cuando regres¨® al local, estuvo tomando una copa con el due?o y se march¨®.
Fue a recoger el coche, que estaba aparcado cerca del bar. No sab¨ªa exactamente d¨®nde. "No me gusta dejarlo en esa zona, porque es muy peligrosa. Me han abierto ya el coche dos o tres veces", relat¨® el acusado, que reconoci¨® que estaba "algo contento" por el alcohol que hab¨ªa bebido.En el momento en que giraba la esquina, dos polic¨ªas se dirigieron hacia ¨¦l. "Sin decirme nada, me retorcieron el brazo y me metieron en el coche patrulla, mientras me dec¨ªan que estaba detenido. Luego me dejaron ir, pero me detuvieron a las siete de la tarde", afirm¨® el acusado. Neg¨® en todo momento ser racista: "No soy racista ni me lo puedo permitir. Tengo amigos negros de toda la vida. Adem¨¢s, soy de ese tipo de gente que, si lo hubiera hecho, si le hubiera agredido, lo dir¨ªa y pagar¨ªa por ello".
Roberto Alonso reiter¨® que no conoc¨ªa de nada a Buene y que no mantuvo ninguna discusi¨®n ni le agredi¨®. "Solo me enter¨¦ de la gravedad de las lesiones cuando me detuvo la polic¨ªa en mi casa", a?adi¨® Alonso. "No soy como me pintan ni dicen por ah¨ª", concluy¨® el acusado. Este hombre, que dijo practicar varios deportes (f¨²tbol, motocross, bicicleta y front¨®n), se caracteriza por su corpulencia.
La versi¨®n contraria la dio Miwa Buene, la v¨ªctima, quien acus¨® directamente a Roberto Alonso de ser la persona que le golpe¨® en la nuca por la espalda al grito de "puto mono", un pu?etazo que le caus¨® la tetraplejia que sufre. Hizo un relato detallado de lo que hab¨ªa ocurrido, el mismo que ha mantenido durante la instrucci¨®n del caso. Seg¨²n su versi¨®n, ¨¦l dej¨® el bar en el que pas¨® la noche alrededor de las diez de la ma?ana. Cuando bajaba las escaleras, se top¨® con el acusado, que le pidi¨® un cigarrillo y un mechero. Como no ten¨ªa, Alonso comenz¨® a insultarle: "Eres un hijo de puta y un puto negro". Buene le respondi¨® que ¨¦l tambi¨¦n lo era porque tampoco ten¨ªa tabaco. Se dio la vuelta y continu¨® caminando, porque ten¨ªa miedo. Estaba solo en ese lugar. Mientras, el acusado segu¨ªa meti¨¦ndose con ¨¦l: "Puto mono, arriba Espa?a, tendr¨ªas que estar en el parque zool¨®gico con tus compa?eros los monos". "Cruc¨¦ la acera. No paraba de insultarme. De repente sent¨ª un golpe muy fuerte en la nuca y ca¨ª inconsciente", record¨® Buene. Despert¨® 17 d¨ªas despu¨¦s en el hospital. Desde entonces se encuentra en silla de ruedas y necesita ayuda para todo. "Quer¨ªa morirme. Me ve¨ªa impotente y no ten¨ªa ganas de vivir porque me encontraba muy mal", record¨® Buene, que es licenciado en Econom¨ªa en su pa¨ªs y habla cuatro idiomas. "Solo puedo moverme en una silla de ruedas que dirijo con el ment¨®n. Siempre tengo que llevar pa?ales y una bolsa para la orina", dijo sobre su vida actual.
Tambi¨¦n declar¨® la esposa de Buene, que relat¨® el calvario que sufre su marido al no poder valerse por s¨ª mismo: "Necesita que le atiendan hasta tres personas". Hoy est¨¢ previsto que declaren dos testigos que presenciaron la agresi¨®n y los forenses.
Familia muy interesada
En el primer d¨ªa de juicio se produjo una escena violenta en la calle, al final de la vista. Dos hermanos de la v¨ªctima, Miwa Buene, acudieron al juicio e intentaron desmontar la relaci¨®n de parentesco entre su familiar y su esposa, Mireille Nyanguile. Quisieron demostrar que la pareja no est¨¢ casada y que los hijos de ella no son de Buene. Casi llegaron a las manos con la esposa de la v¨ªctima. La bronca se produjo en la puerta de la Audiencia Provincial y se lleg¨® a pedir incluso la presencia del embajador del Congo para aclarar la situaci¨®n. Detr¨¢s de todo ello est¨¢ el cobro de parte de los 400.000 euros que se piden como indemnizaci¨®n.
El presidente de la asociaci¨®n Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, zanj¨® la cuesti¨®n: "Buene ha reconocido a sus hijos y ellos tienen un acuerdo de pareja. No hay nada de lo que dicen sus hermanos". "Estos han estado perdidos desde que se produjo la agresi¨®n y no han ayudado a Mireille en ning¨²n momento. Ahora solo vienen a por el dinero", concluy¨® Ibarra.
Un acuerdo frustrado
Los momentos previos al inicio del juicio fueron especialmente movidos. El abogado del acusado, Roberto Alonso de la Varga, intent¨® un acuerdo previo, de forma que su cliente solo cumpliera nueve a?os y seis meses. "?No hay m¨¢s rebaja?", le pregunt¨® al fiscal en los pasillos justo delante de la sala. El representante del ministerio p¨²blico neg¨® con la cabeza. A partir de ah¨ª, empezaron las negociaciones a tres bandas.
Hubo alguna carrera, conversaciones en las escaleras y visitas a los calabozos para hablar con el acusado. Hubo un momento en que todas las partes parec¨ªan haberse puesto de acuerdo, pero qued¨® frustrado por la agravante de racismo. Las acusaciones y el fiscal exig¨ªan que Alonso reconociera la agresi¨®n y que aceptara que actu¨® de forma xen¨®foba. El enjuiciado no quiso, ya que tanto ¨¦l como su familia son conocidos en Alcal¨¢ de Henares, donde residen y el caso ha levantado bastante revuelo. El acusado dijo que no quer¨ªan quedar "marcado" con ese estigma, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas.
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