Indios en la reserva
A veces el subconsciente te traiciona. O la ignorancia. O quiz¨¢ es que quieres decir exactamente eso: que los jornaleros andaluces en paro deben ser encerrados en una reserva. Como los indios apaches.
Lo de menos es que, una vez m¨¢s, el mal llamado PER sirva para insultar a los andaluces m¨¢s empobrecidos. Esperanza Aguirre los llam¨® gallinas. Josep Duran Lleida, tramposos: dijo que muchos lo cobran, aunque trabajan en otra cosa. Ahora viene un empresario, imputado el pasado a?o por presuntos delitos cometidos al fusionar una de sus empresas, y los acusa de vagos.
El PER, ha dicho Lu¨ªs Del Rivero, presidente de Sacyr Vallehermoso, "es un sistema que fomenta la vagancia", por lo que "hay que combatirlo de alguna manera". Sus efectos son tan perniciosos que convierten los pueblos andaluces en "reservas indias, de los apaches", el reino del "alcohol y el tabaco". Concluye el empresario que, por ello, "de all¨ª no sale un universitario".
Sacyr es la segunda mayor empresa constructora de Espa?a. Este primer trimestre ya ha obtenido, en plena crisis, 50 millones de beneficios netos (un 17% m¨¢s que el a?o anterior). De seguir a ese ritmo, la empresa de Del Rivero se embolsar¨¢ 200 millones este a?o. Ser¨¢n 62 millones m¨¢s que todo el fondo destinado al Programa de Fomento del Empleo Agrario (Profea), que es como en realidad se llama el antiguo Plan de Empleo Rural (PER). Un programa que ha crecido solo un 1,03%, por la crisis, y que da empleo m¨¢s bien precario a medio mill¨®n de andaluces.
El listado de estupideces, como calific¨® en su d¨ªa el presidente Pepe Gri?¨¢n las palabras de Duran Lleida, crece estos d¨ªas porque la derecha pol¨ªtica y empresarial ve pr¨®xima la vuelta al poder.
Pero no debemos desviar el foco. Aguirre, Duran o Rivero demuestran que, am¨¦n de ignorantes, miran como aut¨¦nticos caciques, en palabras de Manuel Pastrana, secretario general de UGT Andaluc¨ªa, a los trabajadores, sean andaluces o no.
Unos trabajadores que ven mermados sus derechos por exigencia de "los mercados", esos en los que los Rivero de turno encuentran justificaci¨®n para seguir oprimi¨¦ndolos un poco m¨¢s cada d¨ªa. En aras de "tranquilizar a los mercados" -Luis Garc¨ªa Montero habla de "aplacarlos, porque son la fiera"- se ha pegado un primer tijeretazo a sus pensiones y salarios y en breve a sus derechos laborales.
Hay en efecto una crisis profunda que azota a la vieja Europa. Pero que no tiene su origen en los m¨ªseros 420 euros que cobran por el subsidio agrario 137.500 andaluces. El origen es la voracidad insaciable de esos mercados, por los que transitan especuladores y empresarios de alto post¨ªn.
Hay que tomar medidas. En efecto. La crisis no puede eternizarse, pues como se est¨¢ viendo, quienes m¨¢s la van a sufrir son los m¨¢s desfavorecidos. El ¨²ltimo informe de C¨¢ritas presentado hace unos d¨ªas arroja el dato de que en Espa?a hay nueve millones de personas en el umbral de la pobreza. Am¨¦n de 4,6 millones de parados.
El presidente Rodr¨ªguez Zapatero present¨® en el Congreso hace unos d¨ªas su plan de ajuste para rebajar el d¨¦ficit, como le pide la Uni¨®n Europea y los fantasmales mercados. Cometi¨® un fallo garrafal: solo exhibi¨® recortes del gasto social y de las inversiones, pero no toc¨® el bolsillo de quienes, como Del Rivero, siguen obteniendo millonarios beneficios, a¨²n en tiempos de crisis.
Reconforta algo ver que, en Andaluc¨ªa, el presidente Gri?¨¢n s¨ª tuvo en cuenta que la crisis la deben pagar todos. Los ricos tambi¨¦n. Les ha subido el impuesto sobre la renta y crear¨¢ otros nuevos que gravar¨¢n los dep¨®sitos bancarios y otros de car¨¢cter ecol¨®gico.
Los indios con los que suena Del Rivero le habr¨ªan cortado la cabellera. Hoy, los jornaleros andaluces se conformar¨ªan con recortarle algo m¨¢s, mucho m¨¢s, sus beneficios.
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