El arte es una basura

Como algunos de ustedes, Juan Urbano se sent¨ªa algo confuso al salir del Reina Sof¨ªa, donde acababa de ver la exposici¨®n Nuevos realismos, 1957-1962 (Estrategias del objeto, entre readymade y espect¨¢culo), que demuestra que para que algo sea arte sobra con meterlo dentro de un museo, lo mismo que para que sea literatura basta con meterlo en un poema. ?Se acuerdan, por ejemplo, de la Oda a las cosas, de Pablo Neruda? "Me gustan las tenazas, / las tijeras, / adoro / las tazas, / las argollas, / las soperas, / sin hablar, por supuesto, / del sombrero. / (...) los clavos, / las escobas, / los relojes, las br¨²julas, / las monedas, la suave / suavidad de las sillas. / (...) Oh r¨ªo / irrevocable / de las cosas / (...) que vivieron conmigo media vida / y morir¨¢n conmigo media muerte".

Ya que nos suben los impuestos, dediqu¨¦monos a saltar de la necesidad al ingenio

Aunque, ?eso es verdad? ?Una botella vac¨ªa, una rueda de bicicleta, un colador, unas chapas, una bombilla o una lata de conservas son arte con solo ponerlos dentro de una vitrina, lo mismo que un mont¨®n de ropa en la oscuridad puede ser un fantasma si lo mira un ni?o asustado? Juan Urbano, que siempre tiende a soltar la liana de lo concreto para coger la de lo ejemplar, sostiene que en realidad una exposici¨®n como esa no es m¨¢s que una respuesta del arte a las sociedades en las que vivimos, una respuesta en forma de provocaci¨®n, desde luego, que viene a decir algo as¨ª como: si vosotras destru¨ªs en nombre de vuestro maldito dinero todo lo que merecer¨ªa la pena conservar, desde edificios hist¨®ricos hasta reservas naturales pasando por especies en extinci¨®n, nosotros vamos a recoger los restos y vamos a cobrar una entrada por dejaros ver en qu¨¦ se convierten cuando riman, por las buenas o por las malas, "basura" con "cultura".

"Aunque, ahora que lo pienso", dice Juan Urbano, "igual lo que tendr¨ªamos que hacer es aprovechar que el Ayuntamiento va a dejar de llevarse la basura los domingos y fiestas de guardar, para buscar en los cubos como si estuvi¨¦ramos siguiendo un curso de escultura, tal vez usando como manual el cat¨¢logo de la muestra del Reina Sof¨ªa. Porque ya que nos suben los impuestos, nos recortan los derechos y nos cobran tasas para demostrar, otra vez, que su ¨²nica soluci¨®n a las crisis es hundirnos un poco m¨¢s la mano en el bolsillo, por lo menos, dediqu¨¦monos a aprender el arte del hambre, como lo llamaba el escritor Knud Hamdsun, o a saltar de la necesidad al ingenio, que tampoco est¨¢ mal".

El PSOE de Madrid ha anunciado que recuperar¨¢ el tel¨¦fono de informaci¨®n y la p¨¢gina web que abri¨® cuando el Gobierno municipal nos clav¨® por primera vez en la espalda, a finales del a?o 2008, la tasa de basura. En ambos, se ofrecer¨¢ a los ciudadanos un recurso tipo para que puedan presentarlo en el registro del Ayuntamiento o en las juntas de distrito cuando se recorte, como va a hacerse, un 15% el servicio de recogida. Juan Urbano y yo nos tememos que, seg¨²n vayan llegando a las oficinas municipales, esos recursos ir¨¢n arroj¨¢ndose a la papelera. As¨ª que no desesperen, prep¨¢rense a convivir con sus desperdicios y, ya que van a estar ah¨ª, f¨ªjense bien en ellos, que igual cuela y pueden vend¨¦rselos a una galer¨ªa de arte, a precio de oro.

"Unos derrochan y otros reciclan; unos roban y otros devuelven el dinero; unos miran y otros se dejan ver... Es un camino de ida y vuelta y detr¨¢s de algunas de sus curvas hay un museo y detr¨¢s de otras, hay una oficina de recaudaci¨®n municipal", dice Juan Urbano. No puede estar m¨¢s claro.