Siempre nos quedar¨¢ De Gaulle
El 70? aniversario del discurso del general en la BBC contra la ocupaci¨®n nazi sirve a los franceses para recuperar la idea de un Estado fuerte ante la crisis
El 18 de junio de 1940, un general de brigada franc¨¦s alto, desgarbado y casi desconocido, vestido de uniforme, con quepis y guantes, cogi¨® un taxi londinense para grabar en los estudios de la BBC el discurso m¨¢s famoso de su vida. Cuando el t¨¦cnico de sonido le pidi¨® que dijera algo, cualquier cosa, para probar el micr¨®fono, Charles de Gaulle, por entonces de 49 a?os, dijo con su voz campanuda: "La France". Despu¨¦s, durante dos minutos, hizo un emocionante llamamiento a los franceses para que rechazaran el armisticio del Gobierno de P¨¦tain y se unieran a ¨¦l para seguir luchando contra los alemanes: "Pase lo que pase, la llama de la resistencia francesa no debe apagarse, ni se apagar¨¢ jam¨¢s. Ma?ana, como hoy, hablar¨¦ en la radio de Londres".
Chirac es quien mejor encarna las ideas gaullistas, seg¨²n un sondeo
"La llama de la resistencia no debe apagarse", dijo el militar en Londres
Hoy, exactamente 70 a?os despu¨¦s de ese discurso, Francia se dispone a homenajear al hombre que lo pronunci¨® y a su esp¨ªritu de resistencia. Durante semanas, se han sucedido la publicaci¨®n de libros, la emisi¨®n de programas especiales, la alusi¨®n desde revistas y peri¨®dicos al viejo general, a su tiempo y a su herencia.
Su figura desgalichada y seria aparece por todos lados y Nicolas Sarkozy visitar¨¢ hoy Londres para recordar el lugar en el que empez¨® todo. Por la noche, entre otros actos, Par¨ªs brindar¨¢ su magnificencia y su empaque para un homenaje p¨²blico en un espect¨¢culo de luz y sonido.
?Pero qu¨¦ queda en realidad de De Gaulle en la Francia de 2010? A juzgar por un reciente sondeo publicado hace unos d¨ªas por Le Journal du Dimanche, no mucho. El 45% de los franceses considera que el gaullismo, que domin¨® la escena pol¨ªtica de Francia durante buena parte de la segunda mitad del siglo, es ahora "una corriente reivindicada por algunos l¨ªderes que no quiere decir gran cosa". El 28% afirma que est¨¢ "desfasado" y solo el 27% cree que "representa unas ideas importantes".
En el mismo sondeo, los franceses describen al l¨ªder pol¨ªtico que, a su juicio, mejor encarna ahora las ideas del viejo general: en primer lugar, Jacques Chirac, el ex presidente de la Rep¨²blica y, en su tiempo, secretario de Estado de De Gaulle; en segundo (aunque a gran distancia), Dominique de Villepin, ex ministro de Asuntos Exteriores, que no por casualidad ha elegido ma?ana como fecha para presentar su nuevo partido pol¨ªtico. Sarkozy, que nunca se ha considerado un heredero del gaullismo, aparece en un honroso sexto lugar.
?Y en qu¨¦ consiste ese gaullismo? La actual ministra de Justicia, Mich¨¨le Alliot-Marie (que aparece en el sondeo en tercer lugar), lo explica en el peri¨®dico citado: "En unos valores m¨¢s actuales que nunca: el rechazo de la fatalidad y la visi¨®n de un Estado regulador. Y eso [tiene su importancia] en un mundo atento solo a las reglas del mercado: ?en las crisis, todos nos volvemos hacia el Estado!".
Todo eso empez¨®, pues, hace 70 a?os, en un estudio de radio. Un d¨ªa antes, el 17 de junio de 1940, Winston Churchill se entrevistaba con el general franc¨¦s y obedeciendo a su olfato de perro viejo y a su intuici¨®n pol¨ªtica decidi¨® apoyarle, no sin precisar: "Usted est¨¢ solo". Luego, le abri¨® las puertas de la BBC.
Ahora bien, el famoso discurso, que nunca se grab¨®, tampoco se oy¨® demasiado. Se emiti¨® a las diez de la noche de ese mismo d¨ªa. Millones de franceses llenaban en ese momento las carreteras escapando como pod¨ªan de la invasi¨®n alemana; otros muchos ten¨ªan casa pero no radio; y los que la ten¨ªan tampoco pon¨ªan demasiado la BBC. La tambi¨¦n famosa foto en que aparece De Gaulle ante un micr¨®fono fue en realidad tomada en septiembre. Nadie pens¨® en inmortalizar la emisi¨®n de junio, tal vez porque nadie intuy¨® que el viento de la historia soplaba all¨ª precisamente esa tarde.
Con todo, el llamamiento prendi¨®. "Yo estaba prisionero y un camarada me dijo: 'Hay un general al que nadie conoce que est¨¢ en Londres, y nos ha pedido que nos unamos a ¨¦l'. Me escap¨¦ al d¨ªa siguiente", contaba hace dos semanas en Le Nouvel Observateur St¨¦phane Hassel, que en 1941 ten¨ªa 23 a?os. Yves Gu¨¦na, otro combatiente, explica: "Yo estaba en Finisterre cuando un vecino me dijo que hab¨ªa un general en Londres que nos llamaba y luego me indic¨® de donde part¨ªan barcos hacia Inglaterra".
As¨ª, poco a poco, al principio a base de recortes de peri¨®dico y, sobre todo, del boca a boca, Francia se enter¨® de que en Londres un general alto y feote hab¨ªa decidido resistir.
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