Anelka escupe el veneno
El pol¨¦mico ariete, expulsado de la concentraci¨®n francesa por insultar a Domenech y negarse a pedir disculpas
Nunca fue el m¨¢s dicharachero, m¨¢s bien un tipo taciturno, malhumorado y de aspecto inquietante. Hasta el punto de que, en cierta ocasi¨®n, el celoso guardi¨¢n de seguridad de una elitista joyer¨ªa de Madrid le prohibi¨® la entrada al no advertir que su desali?o no delataba a un vagabundo amenazante, sino maquillaba a un futbolista por el que el Real Madrid acababa de pagar 33 millones de euros. Era 1999 y Anelka bien pod¨ªa haber comprado una cadena de joyer¨ªas.
A lo largo de su maratoniana carrera, este franc¨¦s nacido en Versalles hace 31 a?os siempre se ha visto como un incomprendido. Salvo para las tajadas monetarias, porque a su paso por ocho equipos diferentes (Par¨ªs Saint Germain, Arsenal, Real Madrid, Liverpool, Manchester City, Fenerbah?e, Bolton y Chelsea) se han movido 124 millones de euros. Sin dinero por el medio, Anelka sigue sinti¨¦ndose un extraterrestre. Al descanso del partido Francia-M¨¦xico, Raymond Domenech, para el que el f¨²tbol es una carta astral, le recrimin¨® su rendimiento. Sostiene L'Equipe, soporte en exclusiva de la noticia, que el t¨¦cnico se expres¨® con firmeza, pero con educaci¨®n. Lo mismo dio. La respuesta del jugador fue un crochet: "Vete a tomar por el culo sucio hijo de puta". Anelka se qued¨® a la sombra y Gignac tom¨® su relevo.
"Acepto mi castigo y buena suerte a los 'bleus", dijo el ariete al despedirse
Al trascender el incidente, Anelka se neg¨® ayer a pedir disculpas. La respuesta del mando fue tajante: el jugador fue expulsado de la concentraci¨®n. Con el macuto a cuestas, el delantero quiso regatear el incidente: "No fueron esas mis palabras. Tuve una acalorada discusi¨®n con el entrenador en el vestuario, en secreto y delante de mis compa?eros. Nunca debi¨® salir a la luz. No quiero ensuciar a la selecci¨®n, una instituci¨®n que respeto. Acepto mi castigo y buena suerte a los bleus". "Inaceptable", terci¨® el presidente, Nicolas Sarkozy. Evra quiere "encontrar al autor de la filtraci¨®n", una forma de ratificar la noticia. Fin de trayecto para un futbolista que ya tuvo desplantes anteriores. En 2002 se neg¨® a ir a una convocatoria de Jacques Santini, entonces seleccionador, porque consider¨® que ¨¦l no estaba "para tapar agujeros". Santini le hab¨ªa reclamado por una lesi¨®n de Govou, un chico siempre en la diana.
El caso de Anelka fue el epicentro del avispero en el que se ha convertido la selecci¨®n francesa. Al t¨¦rmino del encuentro ante los mexicanos, Gallas, otro de los veteranos, hizo una peineta a un periodista de TF-1 que le pidi¨® una entrevista. Seg¨²n la prensa francesa, las relaciones entre Rib¨¦ry y Gourcuff -presunto sucesor de Zidane y reserva ante M¨¦xico- son mucho m¨¢s que tensas y los pretorianos del camerino -eso son hoy lo que antes eran vestuarios- se mostraron contrariados por la titularidad de Govou.
Tras la derrota ante M¨¦xico, L'Equipe dej¨® claro cu¨¢l es el grado del se¨ªsmo de la selecci¨®n gala. En portada, a toda p¨¢gina, directo a la yugular: "Los impostores". Despu¨¦s razona el calificativo: "No merecen [los jugadores, claro] las l¨¢grimas ni el enfado de la gente. Han enga?ado a todo el mundo y ya se empieza a saber la verdad sobre el comportamiento de esos raperos de los suburbios que han apartado a Gourcuff por ser un franc¨¦s de clase media-alta de un pueblo de la Breta?a y no provenir de los suburbios de Par¨ªs".
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