La presi¨®n 'abertzale' divide a ETA
Fractura en la direcci¨®n de la banda terrorista por la petici¨®n de los radicales para que declare una tregua - El desarme es el principal punto de fricci¨®n
La direcci¨®n de ETA se encuentra dividida ante la tregua que le reclama la izquierda abertzale a trav¨¦s de mediadores internacionales. Un sector de la c¨²pula terrorista se inclina por una "tregua t¨¢ctica" -como las tres que ha declarado hasta ahora, con las que ha buscado reorganizarse- y otro es partidario de asumir los llamados principios de Mitchell, que incluyen el desarme, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la izquierda radical. El Ministerio del Interior se muestra muy esc¨¦ptico ante este debate, y cree que de producirse una tregua ser¨¢ meramente t¨¢ctica.
La discusi¨®n se produce cuando la direcci¨®n de ETA est¨¢ muy d¨¦bil por la cadena de detenciones de sus dirigentes en los ¨²ltimos dos a?os y por la divisi¨®n que ha heredado de sus predecesores, sometidos a una lucha de poder entre los pol¨ªticos de Javier L¨®pez Pe?a, Thierry, y los militares de Garikoitz Aspiazu, Txeroki.
Los radicales debaten constituir un nuevo partido pol¨ªtico
Si la tregua no se produce, se plantean empezar a condenar los atentados
Los m¨¢s duros de la banda sostienen que la tregua debe ser meramente t¨¢ctica. Los dem¨¢s avalan supuestamente la petici¨®n del principal asesor de la izquierda abertzale, el sudafricano Brian Currin , y la declaraci¨®n de marzo en Bruselas de cuatro premios Nobel -los sudafricanos Desmond Tutu y Frederik Willem de Klerk, y los irlandeses John Hume y Mary Robinson-, junto con la Fundaci¨®n Nelson Mandela, que propon¨ªa a ETA una tregua permanente y verificable como paso previo al desarme, siguiendo los principios de Mitchell, que inspiraron el proceso de paz irland¨¦s.
Las disensiones en la banda y el aislamiento al que la someten sus propias medidas de seguridad hacen pensar a fuentes pr¨®ximas a la izquierda abertzale que esa declaraci¨®n -en un sentido u otro- puede demorarse varias semanas. Algunos de sus portavoces abrieron semanas atr¨¢s la expectativa de que se producir¨ªa unos d¨ªas despu¨¦s del acto conjunto que hoy celebrar¨¢n en el Palacio Euskalduna de Bilbao representantes de la izquierda abertzale y de Eusko Alkartasuna para lanzar un polo soberanista. El acto ser¨ªa algo as¨ª como la reedici¨®n del acto de Lizarra -precedente de la tregua de 1998-, pero esta vez sin el PNV.
El asesor sudafricano Brian Currin cree que "algo tiene que pasar y pronto". En su ¨²ltimo comunicado, a primeros de abril, con motivo del Aberri Eguna (D¨ªa de la Patria Vasca), ETA se comprometi¨® a responder a los Premios Nobel en "futuras reflexiones".
Currin tampoco descarta que las tensiones en el seno de la banda culminen en ruptura. En este sentido, el Ministerio del Interior cree que, de ser declarada, el ¨²nico objeto de la tregua ser¨¢ tratar de soslayar el enfrentamiento de ETA con la izquierda abertzale -que le exige el alto el fuego-, y ganar tiempo para recuperarse de los golpes policiales y regresar m¨¢s adelante al terrorismo. Interior basa esa tesis en que Mikel Carrera, el ¨²ltimo dirigente etarra detenido, hace un mes, no se preparaba para el final del terrorismo, sino que trabajaba en la reorganizaci¨®n de la banda.
La que tiene clara su hoja de ruta es la izquierda abertzale, que proclama su apuesta por un polo soberanista por "v¨ªas pol¨ªticas y pac¨ªficas", para las que trata de ganar adhesiones y aumentar con ellas la movilizaci¨®n de sus bases, desanimadas tras la ruptura de la ¨²ltima tregua hace ahora tres a?os.
Con el acto de hoy en Bilbao junto a Eusko Alkartasuna, el partido del ex lehendakari Carlos Garaikoetxea, escenificar¨¢ un acuerdo soberanista, con firma incluida, que no implica una alianza electoral pero sienta las bases para que pueda serlo en el futuro.
En la misma direcci¨®n va la convocatoria conjunta de huelga general para el d¨ªa 29 contra la reforma laboral del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero realizada por los sindicatos LAB -pr¨®ximo a la izquierda abertzale- y ELA -nacionalista-. Los seguidores de Arnaldo Otegi la se?alan como otra muestra de la estrategia com¨²n de las fuerzas soberanistas.
Todos estos actos son para la izquierda abertzale mojones en la hoja de ruta que inici¨® en noviembre con la declaraci¨®n de Alsasua. Luego llegaron las asambleas internas, culminadas en febrero, en las que ratific¨® su apuesta soberanista por "v¨ªas pac¨ªficas", aunque sin condenar a ETA.
La izquierda abertzale aspira, como objetivo m¨¢ximo, a que sus siguientes pasos sean acompa?ados de una tregua de la banda. Pero de no producirse esta, aseguran que no se ver¨¢n condicionados por ETA como en el pasado.
Antes de acabar el verano, la izquierda abertzale dar¨¢ los primeros pasos para intentar su legalizaci¨®n. No descarta formar plataformas comunes con otros partidos soberanistas, como Eusko Alkartasuna, al que ha garantizado su compromiso con la no violencia. Pero la hip¨®tesis que baraja como m¨¢s probable es la formaci¨®n de un nuevo partido, a trav¨¦s de una asamblea constituyente, con nuevos estatutos en los que abogar¨¢ por las "v¨ªas pac¨ªficas y pol¨ªticas".
Si para ese momento se hubiera producido la tregua de ETA, la izquierda abertzale estima que eso podr¨ªa ser suficiente para lograr su legalizaci¨®n. De no ser as¨ª, est¨¢ dispuesta, seg¨²n sus portavoces, a llegar m¨¢s lejos y a condenar los atentados.
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