El lado canalla de Internet
De los enemigos te defiende el desprecio y el desd¨¦n, de la enfermedad te defienden los medicamentos, de los misiles nos defienden los antimisiles, pero, ?qui¨¦n nos defiende de Internet? Cada d¨ªa hay m¨¢s gente que cuelga en la Red bellaquer¨ªas contra personas o instituciones. Esta semana he sido testigo indirecto en Madrid de una villan¨ªa de esas perpetrada por un camarero contra uno de sus clientes.
El susodicho tabernero colg¨® en Internet una broma, dice ¨¦l, que adquiere la categor¨ªa de putada pura y dura: con la fotograf¨ªa de una se?orita exuberante, se incluye un texto en el que la citada se confiesa ardorosa uterina y ofrece sus servicios d¨ªa y noche a cualquiera. Adjunta su tel¨¦fono, que no es otro que el del cliente. En tres d¨ªas recibi¨® cerca de 60 llamadas. Lo malo es que el m¨®vil del parroquiano es contestado en ocasiones por su propia madre si lo tiene a mano. Imag¨ªnate la perplejidad y las broncas familiares del joven en cuesti¨®n.
El mes pasado, el presidente de la agencia Efe, ?lex Grijelmo, calificaba a Internet en un acto oficial como "un basurero en el que a veces encuentras alguna joya". Nada m¨¢s cierto. Cualquier est¨²pido puede colgar lo que le d¨¦ la gana, incluidas bromas malintencionadas o sangrantes.
Tras un ligero an¨¢lisis tanto de la ortograf¨ªa como del estilo, el ofendido y sus amigos llegaron a la conclusi¨®n de que el autor del comunicado era precisamente el camarero. Un amigo y parroquiano intent¨® mediar dici¨¦ndole al autor que retirara inmediatamente el comunicado falaz y pidiera disculpas al ofendido. El camarero reaccion¨® como un cafre. Agarr¨® una banqueta como un energ¨²meno e intent¨® romperle la crisma.
Ya es hora de que estas bromas en la Red tengan una contundente y dura respuesta penal. Mientras tanto estamos indefensos.
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