La trastienda del para¨ªso tur¨ªstico
Un enclave de abigarrados bloques de viviendas re¨²ne a los inmigrantes en D¨¦nia
Los abigarrados bloques de viviendas que integran la barriada de Par¨ªs-Pedrera no aparecen en las gu¨ªas tur¨ªsticas de D¨¦nia, que prefieren enfocar su c¨¢mara fotogr¨¢fica a las playas, el macizo del Montg¨® o los barrios antiguos que rodean el castillo milenario. Y, sin embargo, Par¨ªs-Pedrera es el engranaje oculto que ha permitido a lo largo de 40 a?os el despegue tur¨ªstico y urban¨ªstico de la capital de la Marina Alta: sus fincas de diez alturas, construidas a partir de la d¨¦cada de los setenta del pasado siglo con extraordinaria rapidez y materiales arquitect¨®nicos precarios, acogi¨® la mano de obra inmigrante para la hosteler¨ªa y la construcci¨®n. Par¨ªs-Pedrera fue y sigue siendo la trastienda del para¨ªso tur¨ªstico. Eso que nadie ense?a en su negocio, pero sin cuya existencia el negocio no podr¨ªa funcionar.
En Par¨ªs-Pedrera se hablan todos los idiomas y se mezclan culturas
La gente de D¨¦nia conoce esta zona residencial como el Bronx
El barrio fue concebido en los a?os 60. Se planific¨® como cualquier otro ensanche: en ordenadas manzanas dispuestas en cuadr¨ªculas. Pero, no se sabe c¨®mo, la cosa no sali¨® bien: algunas calles se quebraron en extra?as curvas y otras se quedaron sin salida, al desembarcar abruptamente en fincas colocadas de modo arbitrario que hoy interrumpen el paso al transe¨²nte. Esta peculiar distribuci¨®n ha instalado a Par¨ªs-Pedrera en la est¨¦tica del caos. El resto de la ciudad conoce el barrio como el Bronx.
Ninguna otra zona de D¨¦nia es igual a esta y eso tambi¨¦n tiene mucho que ver con las diferentes procedencias de las gentes que lo pueblan: en Par¨ªs-Pedrera se hablan todos los idiomas y se intercambian todas las culturas. Su peculiar nombre esconde esta filosof¨ªa aunque juegue al enga?o: se llama Par¨ªs porque a la primera finca de edificios se le bautiz¨® de ese modo tan optimista y Pedrera porque era la partida rural donde comenz¨® a edificarse el barrio al oeste de la ciudad. Y aunque hoy no haya nada que recuerde a la capital francesa y mucho menos a una parcela agr¨ªcola, la mezcla entre el sabor cosmopolita y el nacional persiste debido a que Par¨ªs-Pedrera se ha nutrido de dos oleadas de inmigrantes distintas: en los setenta y en los ochenta, familias andaluzas y castellanas; a partir de los noventa, latinoamericanas, africanas y de Europa Oriental. Todas ellas conviven con minoritarias gentes aut¨®ctonas que hablan valenciano.
Las aceras son muy estrechas, apenas hay espacios p¨²blicos y el tr¨¢fico resulta, tambi¨¦n, ca¨®tico, pero es un barrio bullicioso que concentra cerca del 40% de la poblaci¨®n de D¨¦nia donde la gente est¨¢ permanentemente en la calle y negocia en una multitud de establecimientos comerciales: tiendas de comida r¨¢pida de cualquier nacionalidad, talleres de coches, jugueter¨ªas, librer¨ªas, comercios de electrodom¨¦sticos, talleres, peluquer¨ªas, supermercados, oficinas de seguros, tascas de tapeo, sucursales bancarias... Siempre hay ruido, tumulto.
El Bronx pues. El nombre no es tan exagerado: salvando las distancias, Par¨ªs-Pedrera atesora similitudes con aquellos barrios de Nueva York que a partir de finales del siglo XIX acogieron a inmigrantes de toda Europa. Tambi¨¦n aqu¨ª hay una constante mezcla de atm¨®sferas: todo el mundo puede conocerse en el colmado paquistan¨ª de la esquina y, a la vez, entre las multitudes uno puede refugiarse en el m¨¢s radical de los anonimatos, algo impensable en el resto de D¨¦nia, donde cada una de las familias que han vivido aqu¨ª durante siglos sabe el nombre de las otras y sus ramificaciones geneal¨®gicas.
Las segundas generaciones de Par¨ªs-Pedrera hablan valenciano y la D¨¦nia aut¨®ctona ha aceptado a los reci¨¦n llegados como parte de su nueva identidad.
Hoy, Par¨ªs-Pedrera se enfrenta a graves problemas. La crisis ha golpeado duro. El cierre de tantas inmobiliarias y de tantos restaurantes ha multiplicado el paro. Muchos inmigrantes que llegaron en los tiempos dorados del urbanismo se han marchado. Uno de cada tres comercios han cerrado.
DATOS SOBRE EL BARRIO PAR?S-PEDRERA
- Origen.El barrio fue dise?ado en la d¨¦cada de los a?os 60 para ganar a los terrenos agr¨ªcolas
- Actividad. Durante 40 a?os este barrio ha permitido el despege tur¨ªstico y urban¨ªstico de D¨¦nia
- Nombre. Se llama Par¨ªs porque la primera finca que se construy¨® llevaba ese nombre y Pedrera por el nombre de la partida rural sobre la que empez¨® a construir
- Poblaci¨®n. La gente de D¨¦nia conoce este barrio como el Bronx, debido a la amalgama de nacionalidades que conviven en este barrio del centro de D¨¦nia. El barrio sufri¨® dos oleadas de inmigrantes, en los setenta familias andaluzas y castellanas, y en la d¨¦cada de los a?os noventa inmigrantes de Latinoam¨¦rica, Europa del Este y del continente africano.
- Comercio. El 40% de la poblaci¨®n de D¨¦nia reside en este barrio donde la gente est¨¢ en la calle y negocia en multitud de establecimientos comerciales.
- Crisis. Hoy Par¨ªs-Pedrera se enfrenta a graves problemas, la crisis econ¨®mica ha golpeado fuerte a todos los vecinos.
- Carencias. Las aceras son muy estrechas, apenas hay espacios p¨²blicos y el tr¨¢fico resulta ca¨®tico en este barrio bullicioso
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