Italia se ha vuelto previsible
Hay algo que se me escapa en las decisiones de Marcello Lippi. Han pasado dos partidos y sigo sin entenderlas. Hoy tambi¨¦n ha regalado la primera parte al rival. Contra un equipo como Nueva Zelanda, que juega con cinco atr¨¢s (tres centrales y dos exteriores), no entiendo c¨®mo ha podido insistir con Pepe y Marchisio. No son ¨¢giles ni r¨¢pidos. No s¨¦ c¨®mo est¨¢n f¨ªsicamente Camoranesi y Di Natale. Igual no est¨¢n para jugar los 90 minutos, pero yo jugar¨ªa con ellos de inicio. Y, cuando se cansen, que Lippi los sustituya. Son dos jugadores, y lo han demostrado en los ¨²ltimos dos partidos, que aportan algo m¨¢s. Una vez m¨¢s, con ellos en el campo, Italia mejor¨®.
Es una pena ver a la selecci¨®n jugar as¨ª. Antes de que empezara el partido pens¨¦: "Si no ganamos hoy, contra Nueva Zelanda...". Pues resulta que no ganamos. Y no fue por falta de voluntad y de car¨¢cter, que s¨ª lo tenemos. Tampoco, por una cuesti¨®n f¨ªsica porque s¨ª veo que estamos bien: los jugadores corren y se mueven. El problema es que no hay un fuoriclasse. Y eso se suple solo con gente r¨¢pida. Por eso yo habr¨ªa jugado con Gilardino y Di Natale en punta, Camoranesi y Iaquinta de extremos y dos mediani, De Rossi y Montolivo. No entiendo por qu¨¦ Lippi sigue insistiendo con Marchisio. No da la talla, no tiene nivel. Si hay que ponerle en el medio, vale, pero no es un jugador para inventar. Lo malo de Italia es que se ha convertido en un equipo previsible en los tres cuartos del campo. Falta lucidez porque falta tranquilidad. Y eso es porque el equipo no tiene en esa zona al cl¨¢sico jugador al que sabes que puedes darle la pelota para que invente, cree y te resuelva la jugada. Marchisio, desde luego, no lo sabe hacer. En esa franja he visto a Italia demasiado fren¨¦tica. Suelta la pelota con excesiva rapidez y eso hace que se vean m¨¢s sus defectos que sus virtudes. Que las tiene, seguro, porque en la segunda parte algo mejor¨®.
Hemos empezado los dos partidos con el marcador en contra y eso a Italia, con el equipo que tiene ahora, le dobla porque est¨¢ obligada a imponer su juego y no tiene jugadores para hacerlo. En el momento en que nos adelant¨¢semos en el marcador, estoy convencido de que ver¨ªamos un f¨²tbol m¨¢s bonito porque ganar¨ªamos en tranquilidad en el ¨²ltimo pase. La suerte que tiene Lippi ahora es que ganando a Eslovaquia pasar¨¢ de ronda y, una vez en los octavos, puede ocurrir cualquier cosa porque a partido ¨²nico Italia es un equipo con oficio. Sabe a lo que juega. Eso s¨ª, estos dos empates nos han dejado a todos perplejos... Nadie se atreve a decir nada porque Italia, al final, siempre se salva en el ¨²ltimo partido, pero no se puede esperar tanto.
El Mundial me est¨¢ resultando muy decepcionante. Es muy pobre en cuanto a espect¨¢culo. Me da la sensaci¨®n, y no querr¨ªa que fuera as¨ª, que la victoria de Italia en Alemania 2006 est¨¢ condicionando a las dem¨¢s selecciones. Es como si todos imitaran, igual sin querer, a la azzurra: a defenderse y luego, si acaso, esperar que caiga alg¨²n gol. Esa no es la mentalidad. La gente quiere ver otro f¨²tbol. Y, adem¨¢s, esa forma de jugar a la italiana la sabemos hacer solo nosotros. En eso somos maestros. Los dem¨¢s no nos pueden imitar. Me sorprendi¨®, de hecho, que Holanda, tras los primeros dos partidos, dijera: "?Hab¨¦is visto? Nosotros tambi¨¦n sabemos ganar sin apenas jugar". Y eso no vale. Veo a los seleccionadores muy poco atrevidos. Solo Argentina est¨¢ teniendo personalidad: tiene un potencial ofensivo enorme y lo explota. Sin m¨¢s. Quiz¨¢, tambi¨¦n porque sabe que es la ¨²nica manera de maquillar su floja defensa. Pero es atrevida. Me gusta.
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