Un aniversario sin gol

A Lionel Messi le ha abandonado el gol en el momento en que Argentina se hab¨ªa puesto a su servicio para que se diera un homenaje el d¨ªa de su aniversario en plena Copa del Mundo. Leo, como se le conoce en el Camp Nou, cumple hoy 23 a?os y ha marcado 84 tantos en las dos ¨²ltimas temporadas con el Bar?a, 47 la pasada, los mismos que el brasile?o Ronaldo en 1997. La Bota de Oro ser¨¢ tan suya como lo fue el a?o pasado el Bal¨®n de Oro. Reincorporado a la selecci¨®n argentina, hab¨ªa dudas sobre su juego e integraci¨®n en el equipo, sobre todo despu¨¦s de unos cuantos episodios tormentosos durante la fase de clasificaci¨®n, muy desagradable para Messi. Hab¨ªa apuestas, en cambio, sobre el n¨²mero de goles que lograr¨ªa en el Mundial. Alcanzados ya los octavos de final, La Pulga contin¨²a con el marcador a cero despu¨¦s de tres partidos a pesar de ser el delantero que m¨¢s ha rematado, 20 veces, el doble por ejemplo que el luso Cristiano Ronaldo.

Maradona le hab¨ªa pedido un tanto para celebrar los 24 a?os de su 'mano de Dios'

Messi fue elegido el mejor jugador del partido contra Grecia. Sokratis le sac¨® del partido con un marcaje individual por todo el campo. Le tir¨® y, cuando fue menester, hasta le agarr¨® por los genitales para que jugaran los diez peores de Argentina contra los diez mejores de Grecia, como aseguraba Boskov para justificar la eliminaci¨®n futbol¨ªstica de la estrella del equipo rival. A Messi no le qued¨® m¨¢s remedio que quitarse del partido, dejar de jugar de enganche para desplazarse a la banda derecha y procurar que el partido lo manejaran sus compa?eros, una soluci¨®n inteligente que dio su resultado. Argentina gan¨® nuevamente con una jugada de estrategia y Messi pudo redimirse en los 10 ¨²ltimos minutos con un par de muy buenos remates, el ¨²ltimo decisivo para que Palermo marcara el definitivo 2-0. Una jugada que vali¨® por todo el partido y para encumbrar a Palermo.

"El ¨¢rbitro favoreci¨® el juego sucio", se quej¨® Messi, que apenas pudo regatear y al que nunca le sali¨® una pared; "no me qued¨® m¨¢s remedio que buscar lo mejor para mis compa?eros". Maradona le entendi¨®: "Me dio pena que no pudiera meter un gol, sobre todo en la jugada que devolvi¨® el palo. Me tir¨¦ al suelo por desesperaci¨®n y me habr¨ªa tirado de cabeza a la pileta si la hubiera tenido delante". Maradona se ha desvivido durante la semana para complacer a Messi. No solo atendi¨® su petici¨®n de jugar contra Grecia a pesar de que ten¨ªa previsto darle descanso como a medio equipo titular, sino que, en ausencia de Mascherano, le concedi¨® el brazalete de capit¨¢n con la anuencia de Ver¨®n. No es un detalle cualquiera, sino que responde a la decisi¨®n de reforzar el v¨ªnculo de Messi con Argentina.

Los argentinos siempre se han preguntado por qu¨¦ Messi juega mejor en el equipo azulgrana que en la selecci¨®n albiceleste. Messi parti¨® de Rosario siendo un ni?o, con 12 a?os, y nunca tuvo hinchada propia en su pa¨ªs. Su relaci¨®n con el f¨²tbol argentino se establece a partir de la selecci¨®n. A la afici¨®n no le basta con el t¨ªtulo de campe¨®n ol¨ªmpico que consigui¨® en Pek¨ªn 2008, sino que aguarda una actuaci¨®n intachable en la absoluta y un gol como el que Maradona meti¨® a Inglaterra. Maradona fue el ¨²ltimo 10 de Argentina que llev¨® el brazalete y le hab¨ªa pedido a Messi que le dedicara un gol contra Grecia porque el martes se cumpl¨ªa el 24? aniversario de la mano de Dios y porque los griegos fueron el ¨²ltimo rival al que marc¨® un gol en un Mundial, el de Estados Unidos 1994.

La fecha parec¨ªa que ni pintada para la coronaci¨®n. El problema es que el gol resulta muy caprichoso y la figura de Messi contin¨²a sin evocar a la de Maradona con la casaca de Argentina. Mientras tanto, puede presumir de que ya ha sido capit¨¢n con la albiceleste, circunstancia que no se ha dado con el Bar?a. ?nicamente en una ocasi¨®n, contra el Galaxy en la pretemporada, se puso el brazalete con la senyera. Nunca le hizo falta y nadie del Bar?a repar¨® en que pod¨ªa gustarle el detalle. Incluso hay quien piensa que le supondr¨ªa un engorro tener que sortear el campo, discutir con el ¨¢rbitro, desentenderse de la pelota para visualizar el partido de forma m¨¢s amplia.

Messi nunca necesit¨® el brazalete para sentirse el l¨ªder del Bar?a. El seleccionador se lo entreg¨® para que se sienta el afecto de Argentina, para marcar diferencias con el Bar?a, para que Messi siga su senda. El jugador se lo agradeci¨®: "Fue muy especial, una experiencia m¨¢s. Tambi¨¦n me gustar¨ªa llevarlo en el Bar?a, pero hay gente que lleva mucho tiempo en la casa, jugadores de experiencia que est¨¢n por delante".

El empe?o en que Messi sea Maradona ha llevado, de momento, a que no sea siquiera en Argentina el mismo jugador que es en el Barcelona. Lio todav¨ªa no es Leo.