El ataque insoportable
Los jugadores de Chile, el equipo m¨¢s din¨¢mico del Mundial, se amotinaron ante la carga de obligaciones t¨¢cticas que les impuso Bielsa
Mauricio Isla estall¨® el 30 de marzo de 2008. "Me grit¨® mucho", dijo el defensa de Chile para comenzar a explicar que abandonaba la selecci¨®n porque no pod¨ªa soportar las exigencias t¨¢cticas de Marcelo Bielsa. "Sinceramente, no me deja jugar tranquilo", prosigui¨®. "Tengo claro que no debo seguir en este proceso. No soy el jugador que Bielsa quiere. En el Udinese, el t¨¦cnico Pasquale Marino me dice que no suba tanto y Bielsa quiere que suba y baje a cada rato. Uno tiene que ser atleta para hacer esas cosas y por eso prefiero quedarme en el Udinese que es donde soy feliz jugando. Para la selecci¨®n no voy a jugar. Yo solamente quiero ser feliz".
Isla, que solo quer¨ªa ejercer de lateral derecho, continu¨® en su selecci¨®n a pesar de la devastadora entrevista que concedi¨® a El Mercurio. "Bielsa me llam¨® y me dijo que le hab¨ªa hecho da?o pero me perdonaba y que si me gritaba era porque cre¨ªa que yo pod¨ªa hacer esas cosas", dijo. Ayer, durante el ¨²ltimo entrenamiento a puerta cerrada para preparar el partido contra Espa?a, Isla se ejercit¨® como volante ofensivo por la derecha, acompa?ando en la misma l¨ªnea a Estrada y Beausejour en un esquema de 4-3-3. Lo m¨¢s probable es que hoy Casillas acabe teniendo que cuidarse de los disparos de Isla, que entrar¨¢ desde atr¨¢s, acompa?ando los ataques masivos de su equipo. Su ejemplo sirve para definir la versatilidad de un equipo que bulle atacando y defendiendo.
"Yo solamente quiero ser feliz y no me deja jugar tranquilo", se quej¨® el defensa Isla
Los jugadores chilenos pasaron del p¨¢nico a la serenidad. "Estamos tranquilos", repiten estos d¨ªas. Durante los ¨²ltimos a?os Bielsa combati¨® el temor esc¨¦nico con la mecanizaci¨®n y logr¨® conformar un equipo en el que los relevos, las coberturas, la presi¨®n y las maniobras ofensivas, ofrecen un abanico ¨²nico en la Copa del Mundo. Si Chile carece del talento de otras selecciones lo compensa con una riqueza t¨¢ctica que durante una ¨¦poca sus ejecutantes juzgaron insufrible. "Yo soy un obsesivo del ataque", dijo Bielsa cuando comenz¨® a entrenar en Primera, en Newell's, en 1990. "El trabajo de destrucci¨®n tiene cinco pautas y adi¨®s. Se llega al l¨ªmite. El f¨²tbol ofensivo es infinito, incalculable. Por eso es m¨¢s f¨¢cil defender que crear".
Para ajustar mecanismos ofensivos, Bielsa obliga a sus jugadores a cambiar de mentalidad cuando les impone funciones a las que no estaban habituados. Cuando entrenaba a la selecci¨®n argentina le pidi¨® a Kily Gonz¨¢lez y a Santiago Solari lo mismo que ahora le pide a su lateral zurdo, Gonzalo Jara: que ataque como un extremo, centrando un m¨ªnimo de diez veces por partido, y que defienda como un lateral. "Esto es f¨ªsicamente imposible porque llegar¨ªa tan cansado arriba que no podr¨ªa centrar bien", le dijo Solari. El t¨¦cnico le respondi¨® present¨¢ndose en su habitaci¨®n con un v¨ªdeo: "No diga que no lo puede hacer porque aqu¨ª se demuestra que lo ha hecho con el l Madrid".
Bielsa, que se inspir¨® en Michels, Sacchi y Van Gaal, agita a los jugadores reclam¨¢ndoles lo inaudito. A Helguera, cuando era medio centro en el Espanyol, lo oblig¨® a jugar de central. Lo mismo hizo con Estrada en Chile. Lo coloc¨® de central en un amistoso ante Zambia, y al ver que el jugador se desorientaba y perd¨ªa la pelota en un regate imprudente, Bielsa salt¨® en la banda y grit¨®: "?Estrada! ?Qu¨¦ carajo est¨¢s haciendo?". Hoy Estrada jugar¨¢ de pivote.
Contra Espa?a no habr¨¢ tregua. Chile buscar¨¢ el modo de perforar la porter¨ªa implicando a todos sus jugadores. Centrales, laterales, volantes, extremos y delanteros. "No cambiar¨¦ de estrategia" dijo ayer Bielsa, ante las especulaciones de que buscar¨¢ el empate, "porque es m¨¢s f¨¢cil intentar ganar que hacer un proyecto para no perder. Hace tiempo que jugamos a lo mismo. Lo que unifica el modo de jugar no son los planteamientos posicionales sino la intenci¨®n de superar al rival por los caminos m¨¢s comunes, e intentar atacar lo m¨¢s posible y defender lo menos posible".
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