La rivalidad m¨¢s amorosa
Portugal y Brasil, que se disputan hoy el primer puesto del grupo, priman sus lazos culturales sobre las diferencias futbol¨ªsticas
Es dif¨ªcil entrar en una cafeter¨ªa de Lisboa y no encontrarse con un brasile?o. Durante decenios, los portugueses emigraron en masa a Brasil, el nuevo mundo. Hoy, el tr¨¢nsito es en muchos casos el inverso. Los lusos adoran a los cantantes brasile?os y, c¨®mo no, sus telenovelas, cuyos actores son recibidos como h¨¦roes. El excedente de futbolistas brasile?os llena su Liga como la entrada natural a Europa. Pero no solo el campeonato nacional. La selecci¨®n invita a nacionalizarse a todos aquellos con proyecci¨®n, aunque no sea la suficiente para aspirar a jugar en la canarinha.
Deco no fue el primero, pero s¨ª el m¨¢s significativo de una corriente de nacionalizaciones que completan el central Pepe y el delantero Liedson entre los 23 elegidos para esta cita por Carlos Queiroz. Assun??o, del Atl¨¦tico, y Evaldo, lateral del Sporting, fueron otros dos instados a conseguir el pasaporte a pesar de que despu¨¦s no fueran convocados.
Deco abri¨® el equipo luso a los brasile?os que no pod¨ªan aspirar a la 'canarinha'
Dunga lo tiene todo en su sitio y ya incluso sonr¨ªe en las ruedas de prensa
Ante su primera cita con la selecci¨®n, Pepe se llev¨® el himno escrito para estudi¨¢rselo. El madridista, a¨²n en la suplencia tras una larga lesi¨®n de rodilla, es el m¨¢s portugu¨¦s de los brasile?os. Se siente tan integrado que ni regresa a su pa¨ªs de origen en Navidad. A Deco y Liedson, en cambio, les tiran m¨¢s sus ra¨ªces. La primera convocatoria de Deco, en la Eurocopa de 2004, a cargo de su compatriota Luiz Felipe Scolari, sent¨® como un tiro a los jefes del equipo, Figo y Rui Costa, que lo interpretaron como una amenaza extranjera a su liderazgo. Deco aguant¨®, brill¨® y abri¨® las puertas a otros. Ahora, sin embargo, no vive su mejor momento, lo mismo que Liedson, relegados al banquillo ante Corea del Norte (7-0) por Tiago y Almeida, respectivamente.
Fue una goleada redentora para Portugal en muchos aspectos. Queiroz hizo cuatro cambios y todos, salvo el de Miguel por Ferreira, le rindieron beneficios. Especialmente, Tiago. El mediocentro cedido por el Juventus la pasada campa?a al Atl¨¦tico marc¨® dos goles y dio otro a Meireles. Deslumbr¨® tanto que Cristiano Ronaldo, al recibir el premio al mejor del partido, se lo cedi¨®. Sim?o, compa?ero suyo en el Manzanares, mejor¨® el nivel de Danny y otro tanto ocurri¨® con Almeida respecto a Liedson. Portugal machac¨® a los norcoreanos al contragolpe y Cristiano, tras a?o y medio sin marcar con la selecci¨®n, logr¨® un tanto que le liber¨® de la tensi¨®n. A partir de ahora se espera otro Cristiano.
Con dos puntos y nueve goles de diferencia sobre Costa de Marfil, Portugal est¨¢ casi clasificado. Lo que se juega hoy es el primer puesto, en manos por ahora de Brasil. Todo marcha para Carlos Dunga seg¨²n el gui¨®n, el que le llev¨® a conquistar la Copa Confederaciones y le permite el lujo de sonre¨ªr en las conferencias de prensa. Todo, en su sitio: Julio C¨¦sar para como lo que es, uno de los mejores porteros; los medios matracas, Silva y Melo, eximen a la defensa de trabajo, y los delanteros van afin¨¢ndose: Kak¨¢ vuelve a su mejor versi¨®n con un par de asistencias y un compromiso tal que fue expulsado por encararse, algo in¨¦dito en alguien tan piadoso, a los marfile?os; Robinho va engrasando la bici y Luis Fabiano, con dos goles, uno tras llevarse dos veces el bal¨®n con una mano, un malabarista con la complicidad arbitral, se confirma como ese punta explosivo que ha superado el escepticismo de la afici¨®n, acostumbrada a goleadores de m¨¢s pedigr¨ª como Romario, Bebeto, Adriano o Ronaldo. Para completar la alegr¨ªa de Dunga, la aparatosa lesi¨®n de Elano se ha quedado en unas molestias en el gemelo. De ser reservado, su puesto lo ocupar¨ªa Ramires. La baja de Kak¨¢ la cubrir¨¢ Baptista.
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