Sergio Oiarzabal, la fiera humanidad de un poeta ¨²nico
Sergio Oiarzabal muri¨®, el 12 de junio, mientras dorm¨ªa, en Bilbao. Ten¨ªa 36 a?os. No hay consuelo posible salvo su propia verdad: es un gran poeta. Y como todos los buenos bardos, ten¨ªa una cierta levedad, un dolor continuo, un gusto por el significado oculto de las cosas, el alma de un viejo minero que va buscando la pepita del poema en las entra?as de la vida y la muerte. ?Cu¨¢ntas veces cruz¨® la l¨ªnea? La respuesta est¨¢ en su obra. Fronteriza, desbocada, libre, refulgente, comprensible a pesar de lo hirsuto de su versificaci¨®n, c¨¢lida como el coraz¨®n de tantos seres heridos por s¨ª mismos. Siempre dec¨ªa que su mejor poema era el que no hab¨ªa escrito. Nos los hemos perdido y tambi¨¦n su prosa, a la que pensaba dedicarse cuando "fuera un poco m¨¢s mayor". Gan¨® muchos premios, y de entre todos el que le hizo m¨¢s feliz fue el Miguel Hern¨¢ndez, poeta del pueblo y de la resistencia, como ¨¦l, a quien siempre regresaba y con quien tanto quer¨ªa. Extra?a injusticia po¨¦tica la que nos arrebata un poeta may¨²sculo en el centenario del nacimiento de otro.
Gan¨® muchos premios, pero sobre todo lectores. Bilbao, su ciudad, donde naci¨® en 1973 y a la que dedic¨® p¨¢ginas llenas de emoci¨®n y dureza, fue testigo de su madurez po¨¦tica y su fama: la iglesia de Rekalde, su barrio, donde le despedimos no pudo dar cabida a los cientos de almas que se acercaron para honrar su memoria. Tal manifestaci¨®n de amor y solidaridad solo evidencia la fiera humanidad de un hombre ¨²nico, de un poeta llamado a distinguirse por m¨¦ritos propios de toda su generaci¨®n y entrar en la reducida n¨®mina de los artistas inmortales. Una de sus grandes virtudes como creador fue la capacidad para desarrollar un lenguaje personal, que reconoc¨ªa como iguales a escritores alineados en la b¨²squeda permanente de la expresi¨®n po¨¦tica como proceso vital; admiraba a Larrea o a Rimbaud con la serenidad de sentirse cerca de ellos, en comuni¨®n con ellos, pero nunca su disc¨ªpulo o su continuador.
Su ¨²ltimo libro, Delicatessen underground (Bilbao ametsak), es prueba de su magisterio y testimonio de su fren¨¦tica pulsi¨®n creadora, una obra extensa y compleja que ser¨¢ recordada durante a?os, como dijo Larrea, para el asombro de las generaciones venideras.
Txiki, tus amigos y editores no te olvidan.
Iv¨¢n Repila, Izaskun Gracia y Ada del Moral son poetas y cofundadores de Masm¨¦dula Ediciones.
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