El G-20 descarta generalizar los impuestos al sector financiero
Estados Unidos y Europa fracasan en su intento de convencer a los pa¨ªses emergentes
Estados Unidos y Europa estaban de acuerdo en establecer nuevos impuestos a los bancos, seg¨²n el tama?o y riesgo de sus activos. Y estaban dispuestos incluso a debatir una tasa universal a todas las transacciones financieras. El Fondo Monetario Internacional (FMI) apoyaba estas iniciativas. Pero el consenso de EE UU, UE y FMI, siglas asociadas anta?o al monopolio del poder pol¨ªtico mundial, ya no basta. "No habr¨¢ acuerdo en el seno del G-20 sobre la aplicaci¨®n de un impuesto a la banca, ya ha quedado claro", sentenci¨® el primer ministro italiano, Silvio Berlusoni, pocas horas antes de que una cena oficial diera inicio en Toronto (Canad¨¢), en la madrugada de hoy, a la cuarta cumbre de l¨ªderes de pa¨ªses ricos y emergentes.
El comunicado final se limitar¨¢ a dejar que cada pa¨ªs aplique sus recetas
Los mandatarios europeos y estadounidenses hicieron un ¨²ltimo intento por vencer la resistencia de las potencias emergentes y de algunos pa¨ªses avanzados, como Canad¨¢ y Australia, cuyos bancos no necesitaron de la ayuda p¨²blica para reforzar su solvencia.
El golpe de mano del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al lograr esta misma semana el visto bueno de la C¨¢mara de Representantes a su reforma financiera, hab¨ªa reabierto el debate. Por la ma?ana, en su mensaje radiof¨®nico semanal, grabado antes de su llegada la ciudad canadiense, Obama insist¨ªa en la necesidad de "poner una tasa a los bancos, que fueron los m¨¢ximos beneficiarios del rescate con dinero de los contribuyentes en el peor momento de la crisis". Y funcionarios estadounidenses citados por Reuters aseguraron que el presidente de EE UU insistir¨ªa en extender esa medida en sus encuentros bilaterales con otros l¨ªderes. Pero fue en vano.
"Por lo que s¨¦ de los trabajos preparatorios de las negociaciones, debemos esperar una decisi¨®n negativa", coment¨® la canciller alemana, Angela Merkel, una de las m¨¢s firmes partidarias de generalizar los impuestos al sector financiero. "Lamentablemente no hemos logrado el consenso en el G-20, ya sea para el impuesto a la banca o para las transacciones financieras", expuso a la finalizaci¨®n de la cumbre del G-8 (el grupo formado por Alemania, Rusia, Jap¨®n, EE UU, Italia, Francia, Reino Unido y Canad¨¢), que antecede a la reuni¨®n del foro de pa¨ªses ricos y emergentes.
Con esta decisi¨®n, el comunicado final del G-20 se limitar¨¢ a dejar que cada pa¨ªs adopte la decisi¨®n que m¨¢s le convenga. Los impuestos ya est¨¢n a punto de ser realidad en varios pa¨ªses avanzados, aunque con enfoques distintos. EE UU tramita aplicar una tasa del 0,15% sobre los activos de los 50 mayores bancos para recaudar 67.500 millones de euros en 10 a?os, y compensar as¨ª el dinero p¨²blico que se comprometi¨® en el rescate de varias entidades. Reino Unido y Francia revelaron esta misma semana que aplicar¨¢n impuestos similares a los bancos, aunque con tipos y recaudaci¨®n m¨¢s bajos (2.500 y 1.000 millones al a?o, respectivamente). En ambos casos, los ingresos ir¨¢n directamente a los presupuestos. La f¨®rmula alemana (25.000 millones en 25 a?os) es distinta: el impuesto dotar¨¢ un fondo que se utilizar¨ªa para financiar la reestructuraci¨®n de la banca en pr¨®ximas crisis. EE UU tambi¨¦n har¨¢ que los bancos financien un fondo de resoluci¨®n similar. Y es esta f¨®rmula preventiva la que EE UU y Europa pugnaban por extender a los pa¨ªses del G-20 que no necesitaron reforzar la solvencia de sus bancos con dinero p¨²blico.
La insistencia de EE UU y Europa, que quieren evitar as¨ª una distorsi¨®n en la competencia entre bancos, logr¨® cambiar de opini¨®n a Jap¨®n, pero poco m¨¢s. A su llegada a Toronto, el nuevo primer ministro, Naoto Kan, se mostr¨® abierto a debatir la iniciativa. Pero otros dejaron claro que no estaban dispuestos a seguir por ese camino. "Probablemente no habr¨¢ acuerdo sobre un impuesto com¨²n a la banca", anticip¨® en un encuentro con la prensa Len Edwards, alto funcionario de la delegaci¨®n canadiense.
El Gobierno mexicano envi¨® un comunicado en el que defend¨ªa que la mejor opci¨®n para minimizar el riesgo de futuras crisis son los cambios regulatorios, no los fondos financiados con impuestos a la banca. Y en declaraciones a la agencia Bloomberg, un asesor del presidente ruso, Dmitri Medv¨¦dev, tambi¨¦n rechaz¨® la medida. El argumento que repitieron las delegaciones de pa¨ªses emergentes, como India o Brasil, es que la banca debe pagar solo all¨ª donde actu¨® de forma irresponsable, es decir, en algunos pa¨ªses avanzados.
Si los Gobiernos de EE UU y Europa echaron el resto para lograr un acuerdo sobre los impuestos a la banca, las ONG presionaron para que se tome en consideraci¨®n una tasa universal a las transacciones financieras, una idea que la UE se hab¨ªa comprometido a llevar a la asamblea de los l¨ªderes del G-20. "Con un tipo muy peque?o se podr¨ªa desincentivar operaciones especulativas con derivados y se generar¨ªan recursos no s¨®lo para los presupuestos, tambi¨¦n para fondos mundiales contra el cambio clim¨¢tico o contra la pobreza", argument¨® Susana Ruiz, experta de Interm¨®n Oxfam.
Seg¨²n c¨¢lculos de los socialistas europeos, con un tipo del 0,05% sobre las transacciones financieras podr¨ªan recaudarse unos 500.000 millones de euros al a?o. Pero si no hubo pacto para generalizar impuestos a la banca, mucho menos a¨²n para desarrollar una tasa universal que exigir¨ªa la creaci¨®n de instituciones globales para hacerse cargo de la recaudaci¨®n y de fijar las necesidades que se financiar¨ªan con esos fondos. La esperanza de las ONG de lograr una v¨ªa estable de recursos para dotar la ayuda de los pa¨ªses m¨¢s pobres se esfum¨®.
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