Sobra vino
La ca¨ªda de la demanda aumenta los excedentes y obliga a las bodegas a bajar precios
El sector del vino no est¨¢ de buen a?o. Tras unas exportaciones al alza -hasta 17 millones de hectolitros en 2008-, las ventas en el exterior han comenzado a caer a consecuencia de la competencia de los vinos baratos de los pa¨ªses llamados emergentes. A pesar de un ligero repunte de la demanda en los hogares, el consumo nacional baj¨® hasta unos 10 millones de hectolitros, lo que equivale a unos 18 litros por persona y a?o.
Con una producci¨®n nacional actualmente estabilizada en el entorno de los 42 millones de hectolitros, el equilibrio entre oferta y demanda solo es posible destinando 5 millones de hectolitros a la elaboraci¨®n de mostos; 6 millones, a su destilaci¨®n y obtener alcohol para uso de boca, y otros 2 millones, para otros usos industriales.
El arranque de m¨¢s de 71.000 hect¨¢reas en dos a?os no ha reducido el potencial productivo
Sobra vino. Las primeras consecuencias de ello han sido las bajas liquidaciones por la uva, a menos de 0,12 euros por kilo en las zonas productoras m¨¢s importantes, lo que supone no cubrir costes de producci¨®n, abocar las superficies de cultivo al abandono y fuertes stocks.
Ajustar el potencial productivo comunitario a las posibilidades de la demanda interior y exterior ha constituido una de las obsesiones de la Comisi¨®n Europea en la reforma de la Organizaci¨®n Com¨²n de Mercado (OCM) que se aplica desde 2008. De acuerdo con ese planteamiento, Bruselas aplaz¨® hasta 2015 la libertad de plantaciones de nuevos vi?edos y, sobre todo, autoriz¨® el arranque en tres a?os de 175.000 hect¨¢reas, con una ayuda media de unos 5.000 euros seg¨²n los rendimientos que tuviera asignados cada superficie.
En el caso de Espa?a, en los dos primeros a?os de aplicaci¨®n de la reforma ya se ha procedido al arranque de unas 71.000 hect¨¢reas, de las que unas 52.000 correspondieron a Castilla-La Mancha. Pero, frente al arranque de vi?edos viejos, en el mismo periodo se ha procedido a la reconversi¨®n de casi otras 20.000 hect¨¢reas, con nuevas variedades y rendimientos m¨¢s elevados. Aunque las superficies de cultivo bajaron de 1,6 millones de hect¨¢reas en 1980 a 1,1 millones en 2000 y a solo 1 mill¨®n de hect¨¢reas en la actualidad, la reconversi¨®n varietal y la mejora de estructuras, con aumento de las tierras de riego, han supuesto elevar el potencial medio productivo de 30 a m¨¢s de 40 millones de hectolitros.
Frente a este progresivo aumento de la producci¨®n, en parte pensada solo para las entregas a la intervenci¨®n para su transformaci¨®n en alcohol, las salidas han ido a menos. En el mercado interior ha seguido cayendo la demanda fundamentalmente en la restauraci¨®n y en menor medida en los hogares. Todo ello supone, seg¨²n el panel de consumo, una demanda inferior a los 8 millones de hectolitros, que se elevar¨ªa hasta los 11 millones de hectolitros, seg¨²n datos del balance.
En lo que afecta a las exportaciones, un dato positivo es el crecimiento desde unas cifras entre los 6 y los 10 millones de hectolitros en los a?os noventa hasta una cifra r¨¦cord de 17 millones de hectolitros alcanzada recientemente. Un dato negativo: la mitad se vende como graneles. Se exporta m¨¢s, pero otro dato negativo es el precio medio de las ventas -a solo 1,14 euros litro en 2009- para competir con los vinos de los pa¨ªses emergentes o los 0,33 euros para un litro de vino de mesa a granel.
La crisis en el vino, adem¨¢s de por una ca¨ªda de la demanda y las cotizaciones ruinosas para la uva, est¨¢ aderezada por los interrogantes que se ciernen sobre el sector por la modificaci¨®n de la OCM en 2008. Ello est¨¢ suponiendo cambios en la pol¨ªtica de ayudas, con m¨¢s pagos directos desligados de la producci¨®n, pero con el progresivo desmantelamiento de anteriores mecanismos de regulaci¨®n.
Producir m¨¢s vinos de calidad y a unos precios competitivos constituir¨ªa la primera respuesta a la crisis actual. Y, sobre todo, vender.
Para Pau Roca, responsable de la Federaci¨®n del Vino, la actual crisis del vino es consecuencia en parte de las campa?as contra el consumo de alcohol.
Desde el Observatorio del Vino, Rafael del Rey entiende que las salidas pasan por exportar con unas estrategias m¨¢s coordinadas tanto para los vinos baratos como en los caldos de mayor calidad y precio.
Ante esta situaci¨®n de crisis, al margen de la OCM, una iniciativa para aumentar las ventas fue la constituci¨®n en Castilla-La Mancha de la Fundaci¨®n del Vino con cuotas aportadas por viticultores y bodegueros, pero presidida hoy por la Administraci¨®n. La realidad, sin embargo, es que la fundaci¨®n, con unos recursos en caja de unos ocho millones de euros, es un caj¨®n de sastre que no ha funcionado como esperaba y necesitaba el sector. Am¨¦n de viajes de los patronos por todo el mundo en busca de mercados y publicidad del vino en la propia comunidad aut¨®noma, desde el sector se denuncia que los fondos no est¨¢n teniendo los usos que requerir¨ªa la situaci¨®n.
Bodegas en venta
Los problemas en el sector del vino no son solo consecuencia de un exceso de oferta para los actuales niveles de la demanda, tanto en el mercado interior como para la exportaci¨®n. Tienen igualmente su origen en la eclosi¨®n de nuevas bodegas que se han levantado en los ¨²ltimos a?os, en la mayor parte de los casos por personas ajenas al mundo del vino como salida a recursos obtenidos en otras actividades econ¨®micas.
El n¨²mero de nuevas bodegas, levantadas especialmente en las denominaciones de origen m¨¢s importantes como ser¨ªan los casos de Rioja o Ribera del Duero, ha sido muy alto. Oficialmente hay en Espa?a unas 4.000 bodegas, pero casi el 90% no llega a los 10 trabajadores. Extraoficialmente, en medios del sector se estima ese incremento en unas 400 nuevas bodegas. En la ¨²ltima d¨¦cada, la puesta en marcha de las mismas se tradujo inicialmente en un dato positivo para los viticultores de esas zonas en cuanto supuso una mayor demanda de uva. Sin embargo, ese impacto positivo se ha convertido en negativo a?os m¨¢s tarde, cuando a la hora de colocar los caldos en los mercados se han visto obligadas a tirar los precios por falta de ventas.
Una nota com¨²n generalizada ha sido la construcci¨®n de bodegas sin un fondo de comercio. Esta situaci¨®n se ha traducido en elevados excedentes que han obligado a las bodegas a bajar los precios con sus marcas propias o con marcas de la gran distribuci¨®n para dar salida a sus caldos, con el consiguiente impacto negativo sobre el resto de las bodegas.
La siguiente salida en la hoja de ruta de estas empresas es la situaci¨®n actual: bodegas en venta, baratas, pero sin compradores. -
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