Lugo revive su pasado romano en la fiesta Arde Lucus

Lugo volvi¨® a ser Lucus Augusti. Durante tres d¨ªas la que fuera capital de la Gallaecia, junto con Braga y Astorga, revivi¨® el esplendor de su pasado romano, con su ya consolidada fiesta de Arde Lucus. El acontecimiento suma cada a?o m¨¢s atractivos y este no fue menos, pese a la ira con la que recibieron el acontecimiento los dioses del trueno de la mitolog¨ªa romana, que, justo en el arranque de la fiesta, anegaron la capital de agua y granizo iluminada por miles de rel¨¢mpagos.

Fue un fen¨®meno meteorol¨®gico que dej¨® a Lucus Augusti en alerta amarilla y que arruin¨® en parte el primer d¨ªa de fiesta. El sabado sin embargo fue la apoteosis. Desde la concejal¨ªa de Xuventude esperan tener hoy datos del n¨²mero de visitantes, pero las estimaciones iniciales hablan de 80.000 personas en la calle en la tarde de viernes y 150.000 hasta las nueve de la noche del s¨¢bado. El circo congreg¨® a unos 8.000 espectadores, de los que 2.000 pudieron acceder a las gradas y el resto tuvieron que improvisar un espacio para acomodarse en las empinadas cuestas del parque.

El circo se qued¨® peque?o para los que quer¨ªan ver las representaciones

La ciudad acogi¨® m¨¢s de 100 actividades hasta ayer. Los lucenses aparcaron la vestimenta del d¨ªa a d¨ªa que se qued¨® en casa y el propio viernes desafiaron a la tormenta con escudos romanos en lugar de paraguas. Por las calles se mezclaron abogados, m¨¦dicos, mec¨¢nicos o funcionarios caracterizados de romanos o castrexos, que no celtas, seg¨²n los eruditos historiadores.

El n¨²mero de visitantes se incrementa en cada edici¨®n y pueden llegar desde los lugares m¨¢s insospechados. "Vimos un cartel en una agencia de viajes que dec¨ªa que faltaban nueve plazas para completar una expedici¨®n y vinimos". Lo explica Carmen, una tinerfe?a de 21 a?os que no dud¨® en desplazarse con siete colegas m¨¢s tras ver el anuncio en Internet. Promete epetir y presentarse "mejor caracterizada".

El mercado, bodas celtas y romanas, exhibiciones ecuestres, venta de esclavos o una bacanal, marcaron parte de una apretada agenda de actos a alguno de los cuales acudi¨® ataviado como senador romano, el propio alcalde, Xos¨¦ L¨®pez Orozco.

En esta ocasi¨®n incluso hubo moneda propia con denarios acu?ados expresamente para la fiesta que al cambio ten¨ªan un valor de 2 euros y que se pudieron utilizar en medio centenar de locales de hosteler¨ªa, aunque la mayor parte de los 3.000 que se acu?aron, sus due?os decidieron no ponerlos en circulaci¨®n.