Las noches felices de Jeff Tweedy
Los dibujos animados favoritos del ni?o Jeffrey Scot Tweedy estaban protagonizados por un oscuro personaje llamado Michigan J. Frog. "Quiz¨¢ no sea muy conocido en Europa", se nos apiada, muy did¨¢ctico, el emblem¨¢tico l¨ªder de Wilco. "Va de un t¨ªo que rescata a una rana de un edificio en ruinas. La rana es un fen¨®meno que sabe cantar y bailar, pero solo lo hace delante de ¨¦l. B¨²squelo en Google, merece la pena".
As¨ª son las cosas con Jeff Tweedy (Belleville, Illinois, 1967), acaso el rockero m¨¢s influyente de los tres ¨²ltimos lustros: no es predecible ni en sus aficiones preadolescentes. Y as¨ª seguir¨¢. Por lo pronto, este verano se ha querido dar el capricho de volver a girar por Europa en solitario, sin banda ni red de seguridad. Algo que acostumbra a hacer en los descansos de Wilco, como qued¨® registrado en el DVD Sunken treasures de 2006 y que ya le trajo a Espa?a en 2008.
"Actuar sin compa?¨ªa me permite tocar bastantes canciones de Wilco que no suenan en directo", murmura desde el otro lado de la l¨ªnea telef¨®nica, en alg¨²n lugar de Michigan. "Como no tengo a otros cinco t¨ªos conmigo me ahorro redactar el repertorio. Todo es una sorpresa, incluso para m¨ª. No s¨¦ qu¨¦ va a suceder en un recital en solitario hasta que miro al p¨²blico a los ojos". ?Y el miedo esc¨¦nico? "Bah", se sonr¨ªe, "ya s¨¦ que ahora no puedo cargarle el muerto a nadie, pero le confesar¨¦ algo: a medida que me hago mayor, me siento cada vez m¨¢s a gusto en el escenario".
A Tweedy le intuimos, en efecto, mucho m¨¢s relajado, jovial y locuaz de lo que siempre se espera de un genio atormentado e impredecible como ¨¦l. La vida le pareci¨® un camino tortuoso, pero ahora la afronta con entereza. Y a ello contribuye que hayan remitido sus terror¨ªficas migra?as cr¨®nicas. "Siento que tengo un mayor dominio sobre mi vida", se sincera, "que en general soy... ?mucho m¨¢s feliz! Y aunque la felicidad no ayuda demasiado desde el punto de vista art¨ªstico, a m¨ª me ha permitido explorar un mayor espectro de emociones".
Los forofos de Wilco que no son excesivos, pero s¨ª documentad¨ªsimos suelen dividir la producci¨®n de la banda en tres etapas: el guitarreo inici¨¢tico y luminoso de Being there o Summerteeth, el experimentalismo fascinante (y, a ratos, radical) de Yankee hotel foxtrot y A ghost is born, y el regreso, con Sky blue sky y Wilco (The album), a un sonido m¨¢s can¨®nico y deudor de los a?os setenta. Tweedy atiende y se sonr¨ªe antes de hacer a?icos esta clasificaci¨®n. "Le dir¨¦ cu¨¢l es mi teor¨ªa", objeta. "En realidad, la primera canci¨®n de un ¨¢lbum define la percepci¨®n que la gente tiene sobre ¨¦l. Si Wilco (The Album) arrancara con Bull black nova, nadie lo considerar¨ªa un disco tan alegre. Cr¨¦ame: hay mucho material tenebroso en sus surcos. Imag¨ªnese, en cambio, que hubi¨¦ramos abierto Yankee hotel foxtrot con el tema Heavy metal drummer. Parecer¨ªa un disco mucho m¨¢s optimista que experimental".
A los wilcomaniacos les esperan emociones fuertes, eso s¨ª. Tweedy a¨²n ignora c¨®mo sonar¨¢ la octava entrega de la banda, pero con seguridad habr¨¢ alta monta?a y zona de curvas en el itinerario. "Wilco (The Album) era una especie de compendio de lo que creemos haber logrado hasta ahora. Lo pasamos teta grab¨¢ndolo porque, por vez primera, nos relajamos, domin¨¢bamos el material a la perfecci¨®n. Pero no creo que hagamos muchos m¨¢s discos como ese. Nos enrolla m¨¢s grabar material al que no sabemos c¨®mo hincarle el diente".
En efecto, las sesiones de trabajo en el famoso ¨¢tico que la banda atesora en Chicago deben de tener poco de funcionariales. Aunque la pr¨¢ctica totalidad del repertorio lleve la firma de Jeff, asegura que sus discos son "aut¨¦nticas obras cooperativas" de las que todos salen satisfechos ("o no lo bastante cabreados como para que alguno quiera borrar su nombre de los cr¨¦ditos", matiza entre risas). Componer para Wilco no es "un caos consciente", dice: "solo un esfuerzo colectivo con grandes dosis de ensayo y error".
?Habr¨¢ disco en solitario de Jeff Tweedy, ahora que se nos est¨¢ aficionando a girar por su cuenta? "No tengo planes de ese tipo, pero supongo que ser¨ªa divertido y llegar¨¢ el d¨ªa en que resulte inevitable", reconoce. A d¨ªa de hoy, no obstante, le sigue concediendo prioridad a Wilco y a "romper alguna ac¨²stica en los conciertos, emulando a alguno de mis h¨¦roes del punk y exhibiendo ese Pete Townsend que todos llevamos dentro". ?Se dan cuenta? El ni?o grande Tweedy ha recuperado a ese mocoso juguet¨®n al que le flipaba una rana cantarina.
Jeff Tweedy act¨²a el d¨ªa 3 en el Faraday Festival (Mol¨ª de Mar, Barcelona), el 5 en el Auditorio de Tenerife, el 7 en los Veranos de la Villa (Madrid) y el 10 en el BBK Festival (Bilbao). S¨ªguenos en nuestro blog
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