La mortal presencia de la perca del Nilo
Cuando el hombre juega a ser dios... no suelen salir cosas buenas. Nos lo podemos tomar de broma y re¨ªrnos de nuestras ansias de mostrar nuestra superioridad en la faz de la Tierra tal y como muestran filmes como El jovencito Frankestein, de Mel Brooks. O podemos reflexionar sobre las barbaridades y atropellos que provocamos con nuestras inconsciencias. En CaixaForum (paseo del Prado, 36) el martes a las 19.00 se proyecta La pesadilla de Darwin, de Huber Sauper, candidato al Oscar al mejor documental en 2006.
En los sesenta, alguien llev¨® la perca del Nilo al tambi¨¦n africano lago Victoria. Depredador como pocos, pronto este pez se cepill¨® al resto de la fauna. Hoy, los aviones -principalmente pilotados por rusos- que llegan con armas a la zona, despegan de vuelta a Europa con sus bodegas llenas de filetes de este pescado. Pero, adem¨¢s de las armas, ?qu¨¦ queda en ?frica? Miseria y prostituci¨®n, explotaci¨®n y hambre, subdesarrollo y tercermundismo.
La pesadilla de Darwin entra como un cuchillo en el alma del espectador para demostrar que primero, en el juego a ser todopoderosos siempre erramos, y segundo, la tristeza que emana del aprovechamiento del hombre por el hombre. El documental no juega a grises, pero tampoco cae en el dogmatismo, una elecci¨®n que se agradece.
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