La cultura dice basta a Berlusconi
El anuncio en Italia de una amnist¨ªa para los bienes arqueol¨®gicos robados y los recortes a las fundaciones l¨ªricas indignan a intelectuales y artistas
Desde Mil¨¢n a Palermo los teatros, las bibliotecas, los museos y el mundo de la cultura, la arqueolog¨ªa y el espect¨¢culo est¨¢n en estado de agitaci¨®n permanente. Ocupaciones, huelgas, dimisiones, manifiestos. Suspensiones de estrenos en La Scala, Roma, Verona, N¨¢poles, Catania. La indignaci¨®n contra la pol¨ªtica cultural del Gobierno de Silvio Berlusconi, plasmada en el decreto ley 64, aprobado por el Parlamento por iniciativa del ministro de Cultura, Sandro Bondi, y la amenaza de ulteriores recortes escondidos en el ajuste fiscal que se discute en la C¨¢mara parecen haber devuelto a Italia al esp¨ªritu de los a?os setenta.
El malestar con el Gobierno de centroderecha va mucho m¨¢s all¨¢ de las protestas sindicales. Es una batalla ideol¨®gica. En la manifestaci¨®n de esta semana contra la ley mordaza, artistas, polic¨ªas, periodistas y creadores explicaron que bajo las excusas de proteger la intimidad de los ciudadanos y la econom¨ªa del pa¨ªs, el Gobierno est¨¢ aprovechando para llevar a cabo una estrategia pol¨ªtica mucho m¨¢s profunda: la destrucci¨®n del pensamiento, la muerte de la opini¨®n p¨²blica y la defensa de las mafias.
Huelgas, dimisiones, manifiestos... el pa¨ªs vuelve al esp¨ªritu de los a?os setenta
Se teme que las razones econ¨®micas escondan una defensa de las mafias
Las redes criminales sacan piezas de las excavaciones para museos extranjeros
Una comisaria del Museo Getty est¨¢ procesada en Roma desde 2005
En la semana de la condena de segundo grado por complicidad mafiosa a Marcello Dell'Utri, mano derecha de Silvio Berlusconi desde los a?os sesenta, Luigi Ciotti, el sacerdote que dirige la asociaci¨®n Libera, una ONG que gestiona los bienes confiscados a las mafias para promover la participaci¨®n cultural, ha afirmado: "Mafia y cultura son incompatibles. La cultura como pensamiento cr¨ªtico, deseo de autodeterminaci¨®n y defensa de la dignidad de todos es el enemigo m¨¢s peligroso de las mafias y de los fen¨®menos que rotan a su alrededor: corrupci¨®n, ilegalidad, abusos y explotaci¨®n".
Roberto Saviano, el autor de Gomorra, ha salido tambi¨¦n al paso de las declaraciones de Dell'Utri, que el d¨ªa que fue condenado afirm¨® que Vittorio Mangano, un capo mafioso condenado a tres cadenas perpetuas por asesinato al que ¨¦l contrat¨® como mozo de cuadras para la villa de Arcore, fue "un h¨¦roe" porque, dijo, "nunca nos denunci¨® ni a Berlusconi ni a m¨ª mismo".
"Son palabras intolerables", afirma Saviano. "Palabras que dan miedo y nos impiden contar la historia de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino (asesinados en 1992) liber¨¢ndola de la deslegitimaci¨®n, las acusaciones y venenos con los que la mafia intent¨® desacreditarles".
El anuncio de que el Gobierno ultima una amnist¨ªa arqueol¨®gica que legalizar¨ªa la posesi¨®n de los bienes obtenidos il¨ªcitamente ha movilizado adem¨¢s a los directores de museos y a los cuidadores del patrimonio nacional. La norma, incluida en el ajuste financiero y titulada Emersi¨®n y catalogaci¨®n de bienes arqueol¨®gicos, legalizar¨ªa de facto d¨¦cadas de expolio arqueol¨®gico. Los arque¨®logos alertan de que bajo la excusa de catalogar los bienes robados se esconde un ¨²nico objetivo: la indiscriminada ayuda a las mafias que roban y exportan piezas en excavaciones clandestinas.
La norma prev¨¦ que todo aquel que posea bienes arqueol¨®gicos desde antes del final de 2009 podr¨¢ tenerlos en dep¨®sito durante 30 a?os, renovables, pagando una peque?a sanci¨®n al Estado. "Ser¨ªa un enorme regalo a los comerciantes de arte, y, como tal, a los depredadores y los grupos criminales y traficantes que los secundan", afirma un manifiesto de la Asociaci¨®n Nacional de Arque¨®logos.
El mercado ilegal del arte antiguo en Italia mueve millones de euros anuales, y ha sido objeto de numerosas investigaciones judiciales. Las arqueomafias, o redes criminales internacionales, cubren todo el circuito: se?alan las piezas en iglesias y excavaciones y luego las colocan en museos extranjeros, como el Museo Getty de Los ?ngeles, cuya comisaria, Marion True, est¨¢ procesada desde 2005 en Roma por tr¨¢fico il¨ªcito de obras de arte junto al comerciante suizo Robert Hecht y el anticuario italiano Giacomo Medici.
Los jueces italianos llevan a?os lidiando con tipos como Medici, un romano especializado en arte etrusco, o Gianfranco Becchina, que seg¨²n estiman los investigadores ha saqueado desde 1970 un mill¨®n de restos arqueol¨®gicos. Los indicios de que las mafias tienen este tr¨¢fico entre sus favoritos son abundantes. En Pompeya, por ejemplo, el expolio se realiza a trav¨¦s de t¨²neles que unen la ciudad del Vesubio con casas de miembros de la Camorra.
La reforma de las fundaciones l¨ªrico-sinf¨®nicas es el otro gran caballo de batalla. La ley Bondi, aprobada esta semana, ha sido calificada de privatizadora, mercantilista y ultraliberal por los sindicatos. Mientras las webs arden con mensajes desesperados de mel¨®manos y aficionados, los comit¨¦s sindicales de los trabajadores de los teatros siguen cancelando funciones.
La orquesta de La Scala ha suspendido ya los estrenos de Sim¨®n Bocanegra, con Pl¨¢cido Domingo, pero tambi¨¦n los de Fausto, Romeo y Julieta y ahora el de El barbero de Sevilla con Juan Diego Fl¨®rez, y amenaza con reventar las giras por Pompeya y Buenos Aires. Algunas tardes, los m¨²sicos salen a tocar gratis en la calle para dar visibilidad a la protesta, y una comisi¨®n de trabajadores ha llevado un ata¨²d, con el cad¨¢ver de la cultura, hasta el Senado de Roma.
El Gobierno argumenta que en tiempos de crisis no se puede permitir que el costo de personal de los teatros asuma el 70% de la financiaci¨®n p¨²blica. Afirma que hay que reducir las plantillas, y para hacerlo bloquear¨¢ durante tres a?os las nuevas contrataciones, lo que llevar¨¢, dicen los sindicatos, a extinguir los cuerpos de baile. El comit¨¦ de La Scala explica que los teatros no son "empresas normales" y que la rentabilidad cultural se mide con otros valores: turismo de calidad, prestigio y formaci¨®n de una opini¨®n cr¨ªtica e informada.
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