"Si antes te cuidas, antes te sientan mal las cosas"

Su padre quer¨ªa que ella y su hermana fueran electricistas o fontaneras, para no estar en paro. Pero al inolvidable actor Juanjo Men¨¦ndez no le hicieron mucho caso sus v¨¢stagos. Natalia, a la que nunca empuj¨® hacia el oficio que ejerce, es actriz, escritora, directora y nueva responsable del Festival Internacional de Teatro Cl¨¢sico de Almagro, uno de los m¨¢s importantes de Europa en su g¨¦nero, que se celebra estos d¨ªas. De momento, ha aparcado todos los proyectos que ten¨ªa, incluida una novela, para dedicarse a ¨¦l. "En dos a?os sabr¨¦ si me engancha la gesti¨®n".

De momento est¨¢ sorprendida, algo que no le pasa con esa berenjena que come con destreza, como los de Almagro, que con t¨¦cnicas centenarias y gran sabidur¨ªa consiguen no mancharse. "Tengo que aprender el lenguaje del gestor, es un mundo en el que se manejan muchas cosas y mi lado ingenuo se sorprende, esto me va a hacer m¨¢s fr¨ªa..., pero no me viene mal, porque por fuera parezco guiri, pero por dentro soy una olla expr¨¦s, lo digo todo con demasiada intensidad, lo ¨²nico que me salva y me ayuda a caminar es el humor".

La nueva responsable del festival de Almagro es actriz, escritora y directora

Empez¨® el a?o con buen pie dirigiendo para el Centro Dram¨¢tico Nacional Realidad, texto emblem¨¢tico de Tom Stoppard y el anterior lo termin¨® paseando Tantas voces, una bella propuesta con cuentos de Pirandello. Como actriz se ha puesto bajo las ¨®rdenes de grandes directores, no solo espa?oles, no solo de teatro. Todo trufado con sus trabajos como ayudante de direcci¨®n, sus relatos, versiones, traducciones...

Ecl¨¦ctica la muchacha, adem¨¢s de divertida. Y afrancesada; de hecho ha trabajado con la Comedie Fran?aise. De madre parisiense y abuelos de Cahors, zona vin¨ªcola de la que ha heredado un buen paladar para los caldos. Aunque en esta ocasi¨®n tan solo lo moja con una copa de vino que olisquea y alarga.

Solo le faltaba bucear en la gesti¨®n. Poner luces, sonido, ejercer de regidora, apuntadora, locutora, ya lo ha pasado. "Todo me produce mucha curiosidad, el d¨ªa que la pierda estar¨¦ muerta, pero hasta entonces todo es apasionante", dice. Su padre no la llevaba al teatro. "Iba con mi madre, nunca fui ni?a de camerinos... y lo agradezco". Ha entendido la profesi¨®n de su padre como un oficio: "Eso s¨ª, bello", dice.

Ataca el crujiente de cochinillo y se le ilumina el rostro: "Es que me encanta y aqu¨ª lo hacen muy bien, crujientito, tierno", dice en este restaurante de curiosa y bell¨ªsima arquitectura manchega, convertido de manera espont¨¢nea en la gran sede gastron¨®mica del festival desde aquellos a?os en que Adolfo Marsillach ten¨ªa su propia mesa. Se abri¨® en 1986, el a?o que Natalia pis¨® por primera vez Almagro: "Me impresion¨® mucho el ambiente de la plaza, su color verde. Ahora ya la he hecho m¨ªa".

Recuerda que fue "gordita y tragona" y sostiene que le gusta comer. Y no cortarse a la hora de elegir la manduca: "Tampoco es bueno cuidar mucho las comidas, cuanto m¨¢s te cuidas, antes te empiezan a sentar mal las cosas, y un d¨ªa te zampas un cocido o este cochinillo y te pones fatal". Pero lo debe decir con la boca peque?a porque a la hora de los postres se limita a un frugal caf¨¦.