Shyamalan y la po¨¦tica del taquillazo
Con Airbender: el ¨²ltimo guerrero, el director de El sexto sentido aborda el proyecto m¨¢s comercial de su carrera. Las cifras le sonr¨ªen, pero la cr¨ªtica vuelve a ense?arle los dientes. ?Es el realizador indio un creador en horas bajas o un formalista condenado a ser perpetuamente incomprendido?
El primer fin de semana de julio bien pudo ser uno de los peores en la vida de M. Night Shyamalan (India, 1970): la cr¨ªtica estadounidense reincidi¨® en una operaci¨®n de acoso y derribo que, en buena medida, reafirmaba la condici¨®n del cineasta como verdadera anomal¨ªa en el paisaje del cine espect¨¢culo de Hollywood. Tambi¨¦n pudo ser uno de los mejores fines de semana de su vida: su pel¨ªcula Airbender: el ¨²ltimo guerrero consegu¨ªa colocarse en taquilla en un honroso segundo puesto tras la inevitable Eclipse, con una recaudaci¨®n de casi 57 millones de d¨®lares. La cifra convert¨ªa a la producci¨®n de Shyamalan en firme candidata a superar, en los pr¨®ximos d¨ªas, esa barrera de los 100 millones que Sexo en Nueva York 2, El equipo A y Noche y d¨ªa solo pueden contemplar ya desde la distancia de las aspiraciones frustradas.
"Ya no estoy dispuesto a preguntar a nadie si mis pel¨ªculas le hacen feliz"
Un a?o antes, en Filadelfia, en el set de rodaje de la que ha sido la superproducci¨®n m¨¢s cara jam¨¢s rodada en la Costa Este, el cineasta parece estar prepar¨¢ndose tanto para el triunfo como para la cat¨¢strofe: "Si estuvieras en mi piel, te sentir¨ªas realmente confuso: soy alguien que ha conocido el ¨¦xito temprano para, poco despu¨¦s, tener que escuchar que sus pel¨ªculas apestaban y que nadie sab¨ªa qu¨¦ demonios me pod¨ªa haber pasado. M¨¢s tarde, con casi cada nueva pel¨ªcula, me he encontrado con gente que me dec¨ªa que era realmente buena y con gente que la despreciaba de manera bastante virulenta. Me he rendido. Ya no quiero gustarle a todo el mundo. Ya no estoy dispuesto a preguntar a nadie si mis pel¨ªculas le hacen feliz. Ya solo intento ser fiel a m¨ª mismo y seguir adelante".
Airbender: el ¨²ltimo guerrero se basa en la serie de animaci¨®n de Nickelodeon Avatar: the last airbender, un falso anime creado en 2005 por Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko con la presumible esperanza de producir un Dragonball o un Naruto con denominaci¨®n de origen americana. Cuando Shyamalan asumi¨® el proyecto de adaptar la serie en forma de trilog¨ªa ¨¦pica, hubo quien quiso interpretarlo como un movimiento t¨¢ctico de supervivencia tras el aluvi¨®n de cr¨ªticas negativas que recibieron las muy notables La joven del agua y El incidente: "Tom¨¦ la decisi¨®n de llevar esta saga adelante hace dos a?os y medio. No tiene, pues, nada que ver con las reacciones generadas por El incidente. Por lo general, los balances cr¨ªticos tienden a colocar el baremo de lo correcto en el justo centro: es decir, en una posici¨®n de median¨ªa. Y yo, ante todo, intento resistirme a eso".
Fue precisamente en El incidente, pel¨ªcula que acababa con un ins¨®lito gui?o a El a?o pasado en Marienbad, donde result¨® m¨¢s evidente que Shyamalan era heredero directo de la po¨¦tica de las producciones fant¨¢sticas de Val Lewton de los a?os cuarenta. Antes, a prop¨®sito de El bosque, un cr¨ªtico brit¨¢nico hab¨ªa apuntado que, en el particular estilo del cineasta, los ecos de Dreyer se integraban con inesperada armon¨ªa en una gram¨¢tica de comic-book. El director, que se hab¨ªa dado a conocer con un golpe de efecto de gui¨®n en El sexto sentido, ha acabado afirm¨¢ndose como un cal¨ªgrafo de las formas m¨¢s atento a efectos po¨¦ticos que a l¨®gicas narrativas.
Airbender: el ¨²ltimo guerrero es una pel¨ªcula que parece haber sufrido lo indecible en la sala de montaje: su escaso metraje de 103 minutos resulta sospechoso. Probablemente, tampoco le haya sentado nada bien al proyecto la decisi¨®n corporativa de transformarlo, en el ¨²ltimo momento, en una producci¨®n en 3D, pero en sus im¨¢genes el toque Shyamalan, hecho de tomas largas y desv¨ªos introspectivos, lucha por ganar su particular batalla est¨¦tica: "En mi pel¨ªcula, los protagonistas no combaten, pero crean formas al manipular los elementos naturales y sus movimientos se convierten en algo parecido a la danza: la expresi¨®n f¨ªsica de unas emociones. Todo ello me ha permitido respetar, en el lenguaje visual, mi predilecci¨®n por las tomas largas. Rodamos una escena en la que Noah, el protagonista, se concentra en medio del caos de una batalla y empieza a elaborar su particular recital de artes marciales. Ese d¨ªa yo estaba especialmente cansado y me sugirieron rodar la escena con diversas c¨¢maras y ah¨ª me plant¨¦: les dije que cualquiera podr¨ªa hacerlo con varias c¨¢maras, pero que nosotros ten¨ªamos que rodar algo diferente, con personalidad. La escena, en realidad, ten¨ªa que girar alrededor de este ni?o y su concentraci¨®n y, por tanto, replanteamos toda la puesta en escena para reforzar esa idea: no ten¨ªan cabida los cortes de montaje, porque era preciso dar forma a esa concentraci¨®n del h¨¦roe, a su aislamiento en medio de la confusi¨®n. En El protegido rod¨¦ muchas escenas de acci¨®n de espaldas a los convencionalismos del medio: hay una escena en la que Bruce Willis se pelea con un intruso en el dormitorio de una casa, frente al cad¨¢ver de una mujer. La c¨¢mara va ascendiendo con movimientos suaves, casi imperceptibles, hasta alcanzar una posici¨®n cenital: el punto de vista del esp¨ªritu de la v¨ªctima que asciende y abandona la estancia".
La acci¨®n de Airbender se sit¨²a en un futuro lejano, donde, al modo de la saga de La tierra moribunda, de Jack Vance, o de El libro del sol nuevo, de Gene Wolfe, el mito ha tomado el relevo de la ciencia. Los cuatro elementos rigen las distintas civilizaciones de un universo amenazado por la ferocidad depredadora de los miembros de la Tierra del Fuego. ?nico superviviente de los Maestros del Aire, Aang ?n ni?o encontrado en el interior de un iceberg?odr¨ªa ser el Avatar, el maestro espiritual capaz de dominar los cuatro elementos destinado a restablecer el equilibrio. El desconocido Noah Ringer, cintur¨®n negro de taekwondo de 13 a?os, se manifest¨® en el proceso de casting para apoderarse de un papel que parec¨ªa dise?ado a su medida. "Vimos miles de ni?os hasta que apareci¨® Noah y en ¨¦l reconoc¨ª casi una encarnaci¨®n del personaje de Aang", recuerda Shyamalan. "Noah se hab¨ªa rapado la cabeza por simple diversi¨®n, estudiaba artes marciales constantemente y era incre¨ªblemente dulce e inocente. Ha sido escolarizado en su casa. Es casi como un monje. Todo era perfecto. Parec¨ªa haberse materializado directamente desde esa mitolog¨ªa: un regalo del Pa¨ªs del Aire. Es un talento completamente sin adulterar".
Shyamalan, que confiesa tener una estatua de Bruce Lee en su despacho y considera Operaci¨®n Drag¨®n "casi una obra religiosa", vuelve a sumergirse, tras hablar con la prensa, en el rodaje de su primera superproducci¨®n a escala colosal, una extravagancia con notas steampunk y toques de viejo serial que, dentro de unos meses ?s decir, ahora mismo? confirmar¨¢ su particular maldici¨®n: la de la obstinada rara avis en un universo blockbuster poco sensible a m¨ªsticas personales y sensibilidades extremas.
Airbender: el ¨²ltimo guerrero se estrena el 6 de agosto en cines de toda Espa?a.
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