Bebidas a un euro para intentar llegar a fin de mes

Resultaba dif¨ªcil pasear ayer por la explanada del puente del Rey sin ver neveras port¨¢tiles y sin escuchar "cerveza, coca-cola, agua fr¨ªa, a un euro". La celebraci¨®n de la victoria de Espa?a en el Mundial ten¨ªa el sello para atraer la venta ambulante: mucho p¨²blico, muy sediento y ansioso de s¨ªmbolos.

El reguero continuo de aficionados que quer¨ªan ver a Iniesta, Villa, Casillas y dem¨¢s campeones del mundo de f¨²tbol estaba jalonado de decenas de ciudadanos que buscaban sacarse un sobresueldo. Casi todos con el peso de la falta de trabajo a sus espaldas. "Me quitaron el paro hace un a?o, porque no fui a sellar, porque hab¨ªa ido a ver morir a mi madre a Ecuador", explicaba Hugo Medina, uno de los vendedores ambulantes. Su mujer y su hija caminaban por el puente de Segovia ofreciendo bebida mientras ¨¦l se quedaba vigilando las existencias que llevaba en un carrito de beb¨¦. Sabe que es ilegal, pero es su forma de "buscarse la vida". ?l trabajaba en la construcci¨®n, y ella "echa unas horas" en la limpieza. Esperaban sacar unos 50 euros para ayudarles a pasar la semana.

El mejor momento para vender es la noche, "cuando hay gente joven", apunta Alberto Morales, un reci¨¦n licenciado con trabajo y vendedor habitual de los festivales para llegar a fin de mes. La polic¨ªa, que ayer iba a caballo, les dificultaba su tarea. "En todos estos eventos la gente est¨¢ muerta de sed, porque les quitan las botellas y luego no hay donde comprar bebida", protestaba un amigo de Alberto. La presencia de los agentes imped¨ªa a estos vendedores ambulantes introducirse en el recinto. A otros no les compensaba arriesgarse.

Los seguidores de La Roja no solo buscaban refrigerios. Alguno buscaba tambi¨¦n s¨ªmbolos rojigualdas. Cinco euros les iba a costar conseguir la vestimenta adecuada. Con o sin toro de Osborne, las banderas tambi¨¦n -a cinco euros- ayudaban a combatir la crisis. Es el caso de Elas Diao, un senegal¨¦s que a duras penas consegu¨ªa explicar en castellano que llevaba dos a?os en paro, tras perder su trabajo en la construcci¨®n. Las camisetas, a 10 euros, luc¨ªan el letrero que muchos corearon ayer: "Campeones".