Sudando catalanismo

Hace a?os Joan Revent¨®s, en la creaci¨®n del PSC-Congr¨¦s, dijo con acierto: "Estamos sudando socialismo". No estuve en aquel acto porque cre¨ª que las propuestas que se hac¨ªan eran intelectualmente atractivas, pero pol¨ªticamente equivocadas para lo que necesit¨¢bamos en Catalu?a. Un socialismo de corte marxista no era lo adecuado para un pa¨ªs que aspiraba a la modernidad y a integrarse en Europa. Lo que necesit¨¢bamos era socialdemocracia. Felipe Gonz¨¢lez, con clarividencia, lo impuso en el PSOE en un gesto de liderazgo indiscutible.

Record¨¦ esta historia antigua el pasado s¨¢bado mientras estaba, junto a una multitud, "sudando catalanismo". Ya s¨¦, y me gusta, que algunos adem¨¢s sudaran independentismo, otros soberanismo, otros federalismo, otros autonomismo, y todos indignaci¨®n contra la agresi¨®n que el Tribunal Constitucional (TC), bajo la instigaci¨®n del PP y la pasividad del PSOE, nos ha infligido. Esta sentencia, que nunca deb¨ªa haber existido, ha da?ado a la justicia y ha abierto una fractura pol¨ªtica que cierra una etapa y nos obliga a establecer las bases de un nuevo pacto evitando que se pueda transformar en fractura social.

Si la Espa?a futura es lo que ha teorizado el Constitucional, la Catalu?a de la que yo formo parte no cabe en este Estado

La sentencia y la respuesta del s¨¢bado deben hacer mover las cosas, tanto aqu¨ª como en Madrid. El mill¨®n de personas que superaron las incomodidades evidentes para poder decir "?ya basta, por aqu¨ª no pasamos!" demuestra claramente que el TC ha conseguido convertir la desafecci¨®n en rechazo, irritaci¨®n y hartazgo. Hay que reflexionar, porque a esto hay que darle una salida.

La salida independentista es seguramente la m¨¢s atractiva emocional e intelectualmente, pero creo que (como ocurr¨ªa hace 40 a?os con el marxismo) plantearla ahora como soluci¨®n no es lo m¨¢s adecuado desde un punto de vista pol¨ªtico, ni por las condiciones externas ni por las internas. Un proceso de segregaci¨®n, hoy, en Europa necesita una voluntad mayoritaria interna y una disposici¨®n externa al pacto. Hace falta que una mayor¨ªa de los ciudadanos de Catalu?a lo quiera y que el Estado est¨¦ dispuesto a discutirlo. No ocurre ni una cosa ni la otra.

Lo primero, por la creciente complejidad de la sociedad catalana. Los sondeos indican que una gran mayor¨ªa de los ciudadanos se sienten "catalanes y espa?oles". Algunos, como es mi caso, incomparablemente m¨¢s catalanes que espa?oles, pero no anti-espa?oles. Otros, por nacimiento, ra¨ªces y afectos, "tan catalanes como espa?oles". Tengo la impresi¨®n de que hacen falta todav¨ªa muchas m¨¢s decepciones y agresiones gratuitas para crear un bloque mayoritario independentista. Tal vez la imbecilidad de algunos agresores de fuera lo puede acelerar, pero no creo que el independentismo nos resuelva nada a corto plazo, y sin mayor¨ªa, podr¨ªa conducir a la fractura social.

Entiendo perfectamente que se me haga la pregunta, que yo tambi¨¦n me hago: ?todav¨ªa crees que es posible un pacto? Esta es mi respuesta: soy catal¨¢n por naturaleza y lo seguir¨ªa siendo aunque no quisiera. Soy espa?ol porque necesito un Estado (mientras estos existan) y, aunque con algunas incomodidades, el Estado democr¨¢tico que se configur¨® en la Constituci¨®n me amparaba y me permiti¨®, hasta mediados de los noventa, pensar que avanzar¨ªamos en su desarrollo. Estoy dispuesto a ser espa?ol siempre que no se me obligue a ser menos catal¨¢n de lo que soy y mientras el Estado me defienda a m¨ª, mi naci¨®n, mi lengua, el futuro de mis nietos y todo aquello con lo que me identifico. Ahora no veo que sea as¨ª.

Si la Espa?a futura es lo que deja entrever la ideolog¨ªa del PP, lo que ha destilado una gran parte de los medios de comunicaci¨®n de Madrid y lo que ha teorizado, sin que nadie se lo haya pedido, el TC, la Catalu?a de la que yo formo parte no cabe en este Estado. Si hay una Espa?a posible plural y abierta, como la que me describi¨® en 2003, en una conversaci¨®n privada en Matar¨®, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, reci¨¦n elegido secretario general del PSOE, creo que sigue habiendo acomodo. Si la actuaci¨®n del PSOE no responde a la visi¨®n de aquella Espa?a plural de la que hablamos y el PSC, clave del futuro, no consigue que en el PSOE se acepten sus posiciones sobre Catalu?a, no hay perspectiva de un nuevo pacto. En este caso, solo quedar¨ªa la resignaci¨®n o el independentismo. Ambos son caminos llenos de frustraciones y de dificultades. Tal vez el segundo es m¨¢s excitante, pero me da miedo que lleve a lo mismo, es decir, por ahora a nada.

Joan Maj¨® es ingeniero y fue ministro de Industria