Con mi primer sueldo no me llega
La brecha entre lo que empiezan ganando los j¨®venes y el salario medio se ensancha un 97% en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas
![Alberto Jurado, de 22 a?os, firm¨® su primer contrato laboral el a?o pasado.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XBJ2VYSEDNH5TOIG722H7TBSCY.jpg?auth=eec101dae7743666045489c77692bb9a0dbd5d83f7fd1037567590bcfc8a715a&width=414)
![Gorka R. P¨¦rez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff0156c12-27d5-4ba5-af0b-fd7a705607c2.png?auth=02f12f1e3758daff175eab4f810ba02d9722baec92ae963abdb271696f454c27&width=100&height=100&smart=true)
Hace poco m¨¢s de un a?o que Nerea Rojas trabaja a tiempo completo en una librer¨ªa de Madrid. A sus 25 a?os, este es su primer empleo, por el que cobra 1.500 euros al mes. A 600 kil¨®metros, en Barcelona, Alberto Jurado, de 22, firm¨® su primer contrato laboral como camarero a jornada parcial en un restaurante mexicano de comida r¨¢pida, tambi¨¦n el a?o pasado. Ganaba alrededor de 800 euros, con los que hac¨ªa malabares para poder seguir estudiando la carrera de F¨ªsica. Ambos casos representan el de muchos j¨®venes que al adentrarse en el mercado laboral se encuentran con unas condiciones salariales que les impiden definir su estrategia de vida, ni siquiera a corto plazo. Pese a las ¨²ltimas revalorizaciones, los salarios de entrada ¨Dcomo se conoce a los primeros sueldos que perciben los nuevos trabajadores¨D, siguen situ¨¢ndose muy por debajo de la media salarial: 2.011 euros brutos mensuales, frente a los 2.504 del sueldo promedio, seg¨²n los ¨²ltimos datos del INE disponibles.
Adem¨¢s, la distancia se ha incrementado en las ¨²ltimas d¨¦cadas: mientras que en 2006 era de 250 euros, en 2023 escal¨® hasta los 492 (casi el doble que 17 a?os antes). Y resulta incluso mayor para las mujeres entre los 25 y los 34 a?os, que cobran 751 euros menos que el salario medio (200 menos que los hombres). Ello a pesar de que en los ¨²ltimos a?os se aprecia una ligera reducci¨®n de la brecha, que alcanz¨® su m¨¢ximo en 2015 con casi 640 euros.
A este freno en las primeras remuneraciones se suma tambi¨¦n una lentitud en la progresi¨®n salarial que otras generaciones anteriores no experimentaron. Con datos del INE de 2010, los nacidos en la d¨¦cada de los noventa ganaban a los 20 a?os menos de la mitad que la generaci¨®n de sus padres (los nacidos en 1965) en ese mismo a?o: 1.112 euros brutos mensuales por 2.096. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, en 2022, al borde de la sesentena y con la jubilaci¨®n pr¨®xima, los boomers siguen ganando 500 euros m¨¢s que sus hijos, pese a que estos, que ya rondan los 40 a?os, hayan experimentado en este tiempo un aumento del 81% de sus salarios. El motivo es que cuando se iniciaron en el mercado laboral los salarios se hab¨ªan devaluado mucho como consecuencia de la crisis financiera de 2008.
¡°El contexto econ¨®mico actual es muy distinto al que ten¨ªan nuestros padres. Si bien es cierto que los que somos de generaciones anteriores tuvimos m¨¢s accesibilidad al mercado laboral que el que tienen las actuales, y que gracias a ello pudimos optar al alquiler o a la compra de una vivienda, lo cierto es que ahora los j¨®venes tienen otras prioridades¡±, asegura Jorge Calvi?o, vicepresidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Directores de Recursos Humanos (AEDRH) y CHRO de AllFunds Bank. ¡°En mi c¨ªrculo, nadie se ve en la empresa en la que est¨¢ para siempre, por muy contento que est¨¦. Creo que ahora no tenemos una satisfacci¨®n del trabajo como la que ten¨ªan nuestros padres¡±, reconoce Rojas.
Este nuevo horizonte aspiracional influye tambi¨¦n sobre la curva que dibuja la evoluci¨®n profesional de muchos j¨®venes. ¡°El modelo actual es muy diferente al de antes. Vas mirando a ver en qu¨¦ empresa puedes entrar, pero todo es mucho m¨¢s inestable¡±, lamenta Jurado. ¡°Pr¨¢cticamente, ninguno de ellos se imagina durante cinco a?os en una misma empresa. Eso hace que las mejoras salariales solo les lleguen con el talento y los conocimientos que van adquiriendo, lo que les permite saltar de una empresa a otra, y no tanto con los pluses por antig¨¹edad. Algo que no tiene por qu¨¦ ser necesariamente malo, puesto que pueden pegar un salto grande de una categor¨ªa a otra, algo que antes era m¨¢s dif¨ªcil que sucediera por estar todo m¨¢s anquilosado¡±, a?ade Calvi?o.
Sin embargo, esta cualificaci¨®n extra puede llegar a jugar en contra. ¡°En muchos trabajos nos encontramos con una categor¨ªa profesional en nuestros contratos que difiere de las actividades que realmente realizamos durante la jornada. De esta manera, al problema de la parcialidad no deseada, como era mi caso, se suma el de cobrar menos de lo que nos corresponder¨ªa¡±, objeta Jurado.
Enorme desigualdad
Comparar los primeros salarios que han percibido distintas generaciones de trabajadores resulta complejo en el terreno puramente contable, en la medida en la que no existe una estad¨ªstica oficial que aborde expresamente esta categor¨ªa de sueldos. Sin embargo, la medici¨®n m¨¢s aproximada la ofrece la Encuesta de Estructura Salarial del INE, que permite mezclar las variables de edad y antig¨¹edad para definir el perfil de los nuevos trabajadores. As¨ª, se observa c¨®mo entre 2006 y 2022 la ganancia media anual de los menores de 25 a?os con menos de un a?o en su empleo ha subido apenas 30 euros: de 13.123 a 13.154 euros.
¡°Hay una enorme diferencia salarial entre unas generaciones de trabajadores y otras¡±, incide Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute. Seg¨²n su visi¨®n, esta desigualdad se deriva, entre otras causas, de que los trabajadores de mayor edad han ido incorporando progresivamente a su salario base los distintos incrementos interanuales asociados a su permanencia en las compa?¨ªas. ¡°Esto repercute sobre el colectivo m¨¢s joven, y hace que est¨¦n percibiendo unos sueldos que, hoy por hoy, hacen inasumible que puedan, por ejemplo, plantearse la compra de una vivienda¡±, a?ade.
Respecto a esta circunstancia, un estudio reciente del Banco de Espa?a apuntala la verdadera dimensi¨®n del problema de la vivienda: si en 2023 una persona deb¨ªa destinar la renta bruta correspondiente a 7,3 a?os de trabajo para adquirir una casa, tres d¨¦cadas antes el esfuerzo econ¨®mico era de menos de la mitad (2,99). Otro dato revelador que ofrece el informe del supervisor bancario se?ala que, mientras el 81% de los nacidos en las generaciones entre 1945 y 1965 ten¨ªa una vivienda en propiedad a los 42 a?os, el porcentaje baja hasta el 67% para los nacidos entre 1975 y 1985.
Pese a su cohabitaci¨®n en el mercado de trabajo, las diferencias salariales en funci¨®n de la edad de los trabajadores son notables. De acuerdo con los ¨²ltimos datos del INE, el sueldo medio que percibieron los trabajadores de 16 a 24 a?os con jornada completa en 2023 fue de 1.770 euros brutos al mes, casi 1.000 menos que los de 45 a 54 a?os ¨Dque son el grupo que percibe las remuneraciones m¨¢s elevadas con 2.727,87 euros de media¨D, y los de 55 y m¨¢s.
Disgregando las retribuciones por edades y sectores, se observa c¨®mo la mayor diferencia se da en los servicios, con 1.242 euros de distancia entre el sueldo de los m¨¢s j¨®venes y el de los trabajadores s¨¦nior; seguido de la industria (1.159 euros); y a mucha distancia de la construcci¨®n (645 euros).
Otro de los focos estad¨ªsticos que permite aproximarse a la evoluci¨®n de los salarios de entrada es la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), en la que se analizan los sueldos percibidos en su empleo principal por aquellos trabajadores que llevan menos de un a?o en su puesto de trabajo, pese a que en esta categor¨ªa no tendr¨ªan por qu¨¦ estar solamente los reci¨¦n incorporados al mercado laboral. Asumiendo, sin embargo, su presencia mayoritaria, las diferencias respecto del sueldo medio vuelven a ser llamativas: en 2023 la discordancia fue de 553 euros, aunque esta se ha reducido en 100 euros desde 2013.
Resulten suficientes o no para conformar el proyecto de vida deseado, los primeros sueldos han experimentado un ascenso continuado y especialmente acusado en los ¨²ltimos a?os, en parte motivado por el auge del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI). El acuerdo alcanzado por el Ministerio de Trabajo y los sindicatos para situarlo en 1.184 euros brutos al mes en 2025 (50 euros m¨¢s que en 2024), supone la continuaci¨®n de una senda de revalorizaciones que lo ha elevado en un 97% desde 2008.
¡°Las subidas de los ¨²ltimos cinco a?os han sido especialmente relevantes¡±, se?ala Luis Zarapuz, coordinador del Gabinete Econ¨®mico Confederal de CC OO. ¡°Aunque todav¨ªa existe una brecha entre los sueldos de los m¨¢s j¨®venes y los de la media, s¨ª que se observa que est¨¢n ganando algo de peso en los ¨²ltimos a?os¡±, matiza. A la par de este crecimiento sostenido, la rebaja de la temporalidad provocada por la reforma laboral de 2021 tambi¨¦n ha contribuido a reducir la tensi¨®n en el inicio de las trayectorias profesionales, seg¨²n Zarapuz. ¡°La crisis financiera de 2008 castig¨® la econom¨ªa y destruy¨® much¨ªsimo empleo. Desde entonces, especialmente a partir de 2013, se vio una mejora, y con la aprobaci¨®n de la reforma laboral en 2021 se ha roto con un comportamiento que ha permitido que la brecha se reduzca¡±, abunda.
Para muchos expertos, entre ellos Carlos Prieto, profesor de sociolog¨ªa de las relaciones laborales en la Universidad Complutense de Madrid, y autor del libro La metamorfosis del trabajo y de la relaci¨®n salarial, la evoluci¨®n de los sueldos es solo una variable dentro de un cambio mayor. ¡°En Espa?a solo se puede entender la evoluci¨®n de los salarios y las condiciones de empleo reflexionando a medio plazo. Y, sobre todo, por c¨®mo han ido evolucionando las relaciones laborales entre las empresas y los trabajadores. Porque los salarios no son s¨®lo una cuesti¨®n de econom¨ªa, sino cuesti¨®n tambi¨¦n de relaciones sociales¡±, apunta.
En base a esta perspectiva, Prieto considera que desde la d¨¦cada de los noventa hasta 2020 se ha ¡°intensificado la segmentaci¨®n del mercado de trabajo¡±, castigando principalmente a los colectivos m¨¢s vulnerables ¡°como los son los j¨®venes, las mujeres y los inmigrantes¡±, y trasladando los mejores salarios ¡°al segmento medio y superior¡±.
?En qu¨¦ trabajan?
Seg¨²n su visi¨®n, pese a que todav¨ªa exista una diferencia notable entre las cuant¨ªas de los salarios de entrada y los m¨¢s extendidos, el hecho de que pr¨¢cticamente la mitad de los nuevos contratos que se firman ahora sean de car¨¢cter indefinido y no temporal contribuye a combatir la precariedad que ven¨ªa asociada con muchos de los nuevos empleos. ¡°Sin embargo, aunque las diferencias se est¨¢n limando, sigue existiendo una sensaci¨®n psicol¨®gica de que la recuperaci¨®n se dilata mucho m¨¢s all¨¢ de lo que dicen las cifras¡±, rebate Blasco.
M¨¢s all¨¢ de su edad, y del tiempo que lleven en el puesto, otra variable a tener en cuenta para radiografiar la desigualdad salarial de los m¨¢s j¨®venes apunta a las ramas de actividad en las que se desempe?an. Y su presencia es mayoritaria entre aquellas con las retribuciones medias m¨¢s bajas: seg¨²n los datos de la EPA del cuarto trimestre de 2024, 260.600 trabajadores de entre 16 y 24 a?os trabajaban en la hosteler¨ªa. Un sector en el que el salario medio (sumando los percibidos a jornada completa y parcial) era de 1.455,92 euros, el segundo m¨¢s bajo.
Los sueldos que oferta hoy el ecosistema laboral arrojan resultados dispares en funci¨®n del sector al que se mire, o dependiendo de la ciudad en la que se analicen. Tomando como referencia la capital del pa¨ªs, Madrid, y revisando los informes en tendencias salariales elaborados por distintas empresas de an¨¢lisis, se puede observar que profesiones como las de abogado cuentan con el sueldo inicial m¨¢s bajo (25.000 euros brutos al a?o), mientras que los directores de log¨ªstica (40.000), y los m¨¦dicos especialistas (70.000) se sit¨²an en la banda alta. Por otro lado, empleos como el de profesor (28.000), enfermero (26.000) o gestor comercial (27.000) presentan las oscilaciones menos acusadas a lo largo de la vida laboral.
¡°La ¨²nica escapatoria a quedarse anclado en el primer sueldo es la recualificaci¨®n. Esto no tiene nada que ver con el sector en el que se est¨¦, sino que aplica sobre todos. Si un trabajador no tiene cualificaci¨®n o no la va mejorando progresivamente, va a seguir eternamente con un salario bajo¡±, remacha Blasco.
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