?Qu¨¦ calor!
Todos de acuerdo, los 181 que a¨²n sobreviven en la carretera, y los miles de personas que siguen y participan de alguna manera en este circo itinerante: ?Qu¨¦ calor! Y las veces con las que se repite la expresi¨®n al cabo del d¨ªa, la intensidad en la entonaci¨®n, la gesticulaci¨®n e incluso la sobreactuaci¨®n, aumentan d¨ªa a d¨ªa, lo mismo que la temperatura ambiental. Alberto Contador dec¨ªa tras cruzar la meta que el calor hab¨ªa sido incre¨ªble, que lleg¨® a ver en la pantalla del puls¨®metro 47 -eso es porque le pegaba el sol a la pantalla, pues la temperatura m¨¢xima fue de tan solo 39 grados-, y que no sabe calcular con precisi¨®n cu¨¢ntos botellines pudo beber, pero que entre unos 20 o 25 seguro. A 500 mililitros por bid¨®n, el c¨¢lculo en litros es f¨¢cil.
Chris Horner sal¨ªa ayer de la habitaci¨®n del hotel con el ventilador en la mano. Los aires acondicionados de los hoteles son unos de los grandes enemigos de los ciclistas, y, aunque nadie los proh¨ªbe, todo el mundo sabe que hay que evitarlos. En algunos hoteles est¨¢n conectados de manera autom¨¢tica, as¨ª que no falta el ciclista McGyver que lleva un destornillador en la maleta para neutralizarlos, mientras que otros se las apa?an poniendo una toalla h¨²meda en las rejillas de salida del aire. Adem¨¢s, en esta zona de Francia es f¨¢cil que te toque un hotel con tejado de pizarra. Est¨¦ticamente es muy bonito, pero a nadie le aconsejo la experiencia de dormir en la ¨²ltima planta de uno de estos edificios estos d¨ªas. La piedra acumula el calor durante el d¨ªa, y lo va expulsando lentamente hacia abajo durante la noche, as¨ª que lo que los ciclistas llaman la noche-sauna es otra de las experiencias extremas a soportar.
El tiempo, tema estrella del ascensor, es en este Tour algo m¨¢s que un tema socorrido. Y m¨¢s concretamente el calor. Preocupa, sobre todo por el exceso de humedad. Porque el calor de este a?o es h¨²medo, pegajoso, rompes a sudar y no hay sombra que te cobije. Preocupa adem¨¢s a los que padecen de alergias o asma, gente con bronquios hipersensibles a este tipo de condiciones.
Cambias unas palabras con un corredor, con otro, e invariablemente sale la expresi¨®n: ?Qu¨¦ calor! Yo hoy he podido estrecharle la mano a Armstrong -qu¨¦ dif¨ªcil es acceder al tejano de manera privada- y cuando le he preguntado que qu¨¦ tal est¨¢, me ha respondido lo mismo que todos: bien, pero.... Qu¨¦ calor. Ayer soplaba un fuerte viento abrasador en contra que hac¨ªa que los 32-33 grados que marcaba el term¨®metro pareciesen una broma. En el kil¨®metro 36 se form¨® finalmente el grupo, y a partir de ah¨ª la historia de la etapa termin¨® para los de atr¨¢s que se tomaron la etapa con calma mientras el comentario m¨¢s o¨ªdo en diferentes idiomas era: ?Qu¨¦ calor!
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