La mejor opci¨®n
La solvencia de la BBK facilitar¨¢ el rescate de Cajasur con menos coste para el erario p¨²blico
El Banco de Espa?a ha tomado la mejor decisi¨®n al aprobar la venta de la caja andaluza Cajasur, quebrada bajo la direcci¨®n del cabildo eclesi¨¢stico cordob¨¦s, a la caja vizca¨ªna BBK. Hay sobradas razones que explican esta adjudicaci¨®n, desde la evidente fortaleza de la caja vizca¨ªna -es la m¨¢s solvente de Espa?a- hasta el m¨ªnimo coste esperado de la reflotaci¨®n de Cajasur -apenas 400 millones de euros- respecto al de la crisis de Caja Castilla La Mancha, 10 veces m¨¢s costosa para el erario p¨²blico. Adem¨¢s, es una ventaja el que la BBK vaya a inaugurar con Cajasur la f¨®rmula de colocar los activos financieros de una caja en un banco, separ¨¢ndolos de las funciones de representaci¨®n institucional y obra social, tal como lo permite la nueva Ley de Cajas. En t¨¦rminos de racionalidad, la adjudicaci¨®n de Cajasur resuelve un problema grave para el sistema financiero y demuestra que el FROB (Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria) puede aplicarse con ¨¦xito.
Esa racionalidad no ha sido ¨®bice para que se desate una virulenta reacci¨®n de las fuerzas pol¨ªticas auton¨®micas, que va desde el tibio acatamiento de la Junta de Andaluc¨ªa hasta los pronunciamientos de aldea que han protagonizado el Partido Andalucista (PA) -se ha declarado "insumiso" a la decisi¨®n del Banco de Espa?a-, o los sindicatos CC OO y UGT de Andaluc¨ªa, que se han descolgado pidiendo al Gobierno que intervenga para "corregir" la decisi¨®n del FROB. Tales posiciones demuestran que la reforma de las cajas tropieza en Espa?a con una visi¨®n fragmentaria del mercado financiero, que concibe las autonom¨ªas como virreinatos econ¨®micos servidos por cajas, dominadas por las fuerzas pol¨ªticas regionales, como ventanillas exclusivas donde se obtiene cr¨¦dito f¨¢cil.
Pero el crash financiero y la recesi¨®n exigen lo contrario. Las cajas tienen que recapitalizarse y eso no puede hacerse en el ¨¢mbito estrecho de los mercados locales, sino en la captaci¨®n global de capital privado. Y tambi¨¦n tienen que enfrentarse a dr¨¢sticos ajustes de oficinas y empleo despu¨¦s de lustros expuestas -unas m¨¢s que otras- a la irresponsable financiaci¨®n de la burbuja inmobiliaria, alentada precisamente por los intereses pol¨ªticos regionales. Es un s¨ªntoma p¨¦simo que los dirigentes pol¨ªticos y sindicales no perciban con claridad que la tarea principal hoy es ajustarse a la crisis y pensar en un mercado financiero ¨²nico, y no defender los nichos financieros de campanario.
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