Criterios
Si, en efecto, la adjudicaci¨®n de Cajasur a la BBK se ha regido por criterios estrictamente t¨¦cnicos y no pol¨ªticos, ?por qu¨¦ no emplear estos mismos argumentos para presentar el correspondiente recurso contra esta medida que, seg¨²n se ha dicho, resulta lesiva para los intereses de Andaluc¨ªa? Est¨¢ bien que Gri?¨¢n asuma toda la responsabilidad pol¨ªtica del fracaso cosechado por encabezar una estrategia que no se ha culminado con ¨¦xito para evitar que la caja cordobesa cayera en manos for¨¢neas. Seg¨²n se informa, todo ha sido, simplemente, porque la caja vasca presentaba la oferta m¨¢s beneficiosa para el erario p¨²blico al requerir menos fondos con los que absorber dicha entidad. Hasta ah¨ª todo correcto. Es m¨¢s, es el propio Gri?¨¢n el que se encarga de recalcar que ser¨ªa una barbaridad pensar que en la resoluci¨®n final haya podido pesar un posible acuerdo del gobierno de Zapatero para garantizarse el apoyo del PNV en los pr¨®ximos presupuestos. Pero esa hip¨®tesis est¨¢ ah¨ª y, a tenor de las reacciones que se vienen recogiendo en el Pa¨ªs Vasco, su verosimilitud cobra cada d¨ªa m¨¢s fuerza.
Puesto que, por tanto, se abandona ya la v¨ªa pol¨ªtica, vayamos a los razonamientos t¨¦cnicos, que los hay tambi¨¦n para, al menos, cuestionar la idoneidad del proceso seguido. ?C¨®mo es posible que se d¨¦ por sentado que ha sido un concurso en igualdad de condiciones? Hay que tener en cuenta que la caja vasca responde a un r¨¦gimen fiscal diferente al resto de competidores al pagar mucho menos ya que tributa en el Pa¨ªs Vasco. Pero es que, adem¨¢s, lo que se considera una virtud, sus rebosantes arcas, plenas de liquidez, obedecen no ya a su escaso riesgo inmobiliario sino que tambi¨¦n es producto de una conducta que, en su d¨ªa, fue motivo de una severa sanci¨®n por parte de las autoridades de Competencia: manten¨ªa un pacto no escrito con el resto de cajas de esa comunidad para repartirse el mercado en ese territorio y no hacerse competencia entre ellas. Esto es, aqu¨ª puertas abiertas al primero que llega, eso s¨ª, con los bolsillos llenos, para que crezcan como le plazca ya que en su propia tierra no les dejan. Y luego est¨¢ el "detalle" de la relaci¨®n de parentesco directo entre dirigentes de la Banca Nomura, encargada de la gesti¨®n t¨¦cnica del proceso de adjudicaci¨®n, y de la caja finalmente beneficiada.
En fin, que razonamientos hay para arrojar la suficiente duda, en un gesto que ser¨ªa inevitable, eso s¨ª, que se interpretara como propio de una simple pataleta. En todo caso, cabe preguntarse, igualmente, si merece la pena ahondar en esta senda si se tiene en cuenta que la propia sociedad cordobesa no se ha rasgado, precisamente, las vestiduras por la decisi¨®n adoptada. S¨ª, la misma sociedad que permiti¨®, a la larga, que unos cl¨¦rigos muy listos se salieran con la suya aunque fuera a costa del suicidio de todos.
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