M¨¢s de 100 urbanizaciones construidas en la regi¨®n son ilegales

Hablar de urbanismo en la Comunidad de Madrid es como enfrentarse a un puzle sin resolver: Miles de piezas sin ning¨²n orden. Los responsables de la Consejer¨ªa de Vivienda y Ordenaci¨®n del Territorio aseguran desconocer cu¨¢ntos municipios revisan actualmente sus planes generales. Tampoco llevan la cuenta de las viviendas ilegales en la sierra, ni de las urbanizaciones clandestinas que sobreviven en la Comunidad de Madrid.

"Compr¨¦ la casa hace 16 a?os", recuerda Pilar S¨¢nchez, una de las vecinas de la urbanizaci¨®n los Colhonares, a unos 15 kil¨®metros de Chinch¨®n. La urbanizaci¨®n donde est¨¢ su peque?o chalet depende de este municipio, de 5.300 habitantes. "Somos unos 200 vecinos. Nos hemos juntado en una asociaci¨®n para reclamar al Ayuntamiento que nos ofrezca todos los servicios municipales", cuenta.

Algunos propietarios se unen para presionar a los municipios

Pilar vive en una casita de una sola planta que ha ido ampliando poco a poco a lo largo de los a?os, aunque, como el resto de las construcciones de la urbanizaci¨®n, est¨¢ a punto de arreglar su situaci¨®n. La principal raz¨®n de este olvido se debe a la desidia de los Ayuntamientos, que evitan intervenir porque tendr¨ªan que prestar los servicios de recogidas de basuras, saneamientos de agua... Y eso cuesta mucho dinero.

En 1985, la Comunidad de Madrid, entonces gobernada por el socialista Joaqu¨ªn Leguina, aprob¨® una ley para acabar con la proliferaci¨®n de urbanizaciones ilegales. El Gobierno regional elabor¨® un cat¨¢logo compuesto por 137 colonias ilegales y estableci¨® un plazo de dos a?os para regularizarlas. Los Ayuntamientos ten¨ªan que calificarlas como n¨²cleos urbanos y registrarlas dentro del plan general. Una vez ordenada la situaci¨®n, los consistorios ten¨ªan la obligaci¨®n de prestarles los servicios municipales b¨¢sicos. Algunos Ayuntamientos se pusieron manos a la obra y comenzaron a regularizar las urbanizaciones ilegales. Cambiaron sus normas para declararlas n¨²cleos urbanos. Pero ah¨ª qued¨® todo. No hicieron algo fundamental: registrarlas dentro del plan urban¨ªstico. Otras s¨ª se decidieron a hacerlo, pero olvidaron el paso final, que es dotar de servicios a las urbanizaciones. Sin embargo, la mayor¨ªa de las localidades afectadas directamente se quedaron de brazos cruzados y no hicieron nada. Un centenar de colonias sigue de forma ilegal desde entonces.

"Llevo dos a?os viviendo aqu¨ª", cuenta Jos¨¦ Garrido. "Aqu¨ª" es una parcela en medio de ninguna parte entre Chinch¨®n y Villaconejos. Un terreno con una superficie de una hect¨¢rea en terrapl¨¦n donde aloja dos viejos Volkswagen escarabajo. En la parte superior de la peque?a finca ha construido una casa donde vive, junto a dos perros que corren y ladran al percibir la presencia del extra?o. Su casa est¨¢ en una urbanizaci¨®n en medio del campo, pero es ilegal. Una m¨¢s. Y tambi¨¦n lleva en esa situaci¨®n m¨¢s de un cuarto de siglo.

En los setenta y principio de los ochenta se produjo el primer boom de la construcci¨®n. Entonces quienes ten¨ªan alg¨²n terreno lo segregaron y lo vendieron por partes. En parcelas de menos de 10.000 metros cuadrados. Pronto se comenzaron a constituir urbanizaciones fuera de los n¨²cleos urbanos de poblaci¨®n.

"Se cre¨® un paisaje irregular. Hab¨ªa parcelas donde se labraban peque?os huertos, se almacenaban materiales de construcci¨®n o simplemente constru¨ªan grandes chalets de forma irregular", cuenta Mariano Tr¨ªas, asesor t¨¦cnico de la Direcci¨®n General de Urbanismo de la Comunidad.

"En aquella ¨¦poca la legislaci¨®n urban¨ªstica era m¨¢s laxa", reconoce Mar¨ªa ?ngeles Nieto, miembro de Ecologistas en Acci¨®n.

El responsable regional explica que las competencias urban¨ªsticas corresponden a los Ayuntamientos. La Comunidad de Madrid les presta asistencia jur¨ªdica o bien les asesora. "Pero son los Ayuntamientos los que tienen que decidir qu¨¦ hacen con las urbanizaciones ilegales", remacha el responsable regional. "Actualmente estas urbanizaciones no se podr¨ªan construir", asegura Tr¨ªas, quien trabaj¨® en la oficina de disciplina urban¨ªstica durante a?os.

Pero desde Ecologistas en Acci¨®n contradicen estas afirmaciones: "Han aparecido nuevas urbanizaciones ilegales. Surgen porque los Ayuntamientos los permiten y la Comunidad de Madrid mira para otro lado", sentencia Nieto, experta en urbanismo de la organizaci¨®n verde. Mientras lo hace enumera algunos ejemplos de colonias que son ilegales: "En Brea del Tajo, Gargantilla de Lozoya, Perales de Taju?a, San Mart¨ªn de Valdeiglesias, Colmenar de Oreja...".

Muchas de estas urbanizaciones son ilegales porque los propietarios no est¨¢n dispuestos a pagar el dinero necesario para hacer las acometidas de agua, la red de saneamiento, la instalaci¨®n de electricidad o ceder terrenos para construir viales.

Alrededor de Colmenar Viejo hay varias de estas urbanizaciones irregulares. Un portavoz municipal explica la situaci¨®n: "La gente se puso a construir donde les dio la gana. Nosotros les prestamos los servicios que podemos. Es una situaci¨®n complicada porque la tasa que pagan, el IBI, es residual, ya que se trata de suelo r¨²stico", concluye.

Es decir, mientras los municipios justifican como pueden el desorden los vecinos siguen en un limbo legal.