La familia de Mourinho
Jugadores y empleados del Madrid ven al portugu¨¦s como un t¨¦cnico riguroso, decidido y con un m¨¦todo fijo: "Para ganar hay que sufrir"
El 31 de mayo, era lunes, lleg¨® al Santiago Bernab¨¦u conduciendo un Ferrari negro. Se present¨® ante los medios con esta frase: "Yo soy Jos¨¦ Mourinho, uno que ha venido aqu¨ª con todas sus cualidades y todos sus defectos". Han pasado casi dos meses desde aquella puesta en escena. Mourinho ahora llega todos los d¨ªas a Valdebebas a las 7.20, m¨¢s de dos horas antes de que empiece la primera sesi¨®n de entrenamiento. A las 7.45 se sienta a desayunar. A las 8.30 ya est¨¢ dando instrucciones sobre c¨®mo y d¨®nde repartir conos, palos y dem¨¢s objetos en los campos, siempre con su carpeta bajo el brazo. Luego salta al campo. El primero. "Pregunta, escucha, pide opini¨®n y siempre est¨¢ tomando notas", dicen los que comparten jornada con ¨¦l en la ciudad deportiva. Las normas de convivencia que ha impuesto el portugu¨¦s implican que coman todos juntos -jugadores, cuerpo t¨¦cnico y m¨¦dico- bien en Valdebebas (donde ha transformado ya la sala VIP en una sala de estar y de descanso) o bien en el Hotel Mirasierra. Y, despu¨¦s de la siesta, vuelta a los entrenamientos.
Quiere que todos coman juntos y ha impedido a la prensa viajar con el equipo
A los empleados del club les ha explicado que quiere convertir la ciudad deportiva en una especie de b¨²nker -los medios este a?o, por primera vez, no viajar¨¢n a la pretemporada en el mismo avi¨®n que la plantilla- y al equipo en una gran familia.
"No s¨¦ la imagen que tiene Mourinho con los medios de comunicaci¨®n y de puertas afuera. Con nosotros es un t¨¦cnico cercano, nos corrige los errores pero tambi¨¦n nos va alentando cuando lo hacemos bien y esa es una de las claves para hacernos mejores", explica Esteban Granero. Sus compa?eros y ¨¦l hablan del t¨¦cnico como de una persona cercana, los responsables de la parcela deportiva como de un t¨¦cnico decidido, los servicios m¨¦dicos como de una persona exigente y rigurosa, y el responsable de seguridad como de alguien con algo especial y que habla muy claro.
Con cada uno de ellos se reuni¨® Mourinho despu¨¦s de ser presentado y antes de marcharse de vacaciones. Visit¨® las instalaciones deportivas y m¨¦dicas, no dej¨® de tomar notas y explic¨® lo que seg¨²n ¨¦l hab¨ªa que cambiar y mejorar. "Es un trabajador incansable y tambi¨¦n pide la m¨¢xima exigencia a todos, desde sus colaboradores hasta los m¨¦dicos. Tiene su m¨¦todo y es dif¨ªcil discut¨ªrselo o hacerle otro planteamiento. M¨¢s que nada porque ese m¨¦todo le ha dado t¨ªtulos", dicen desde Valdebebas. All¨ª todos estaban acostumbrados al trato educado y amable de Pellegrini y ahora dicen que Mourinho, en eso, es igual al chileno, pero m¨¢s cercano, porque "es capaz de mezclar con rigor el trato personal y profesional".
Serio, recto, riguroso, ganador, educado, firme, decidido, buen manejador del grupo, psic¨®logo... son solo algunos de los adjetivos que utilizan en el Madrid para definir al nuevo inquilino del banquillo blanco. Cuando Florentino P¨¦rez viaj¨® a Mil¨¢n para negociar con el presidente del Inter el pago de la cl¨¢usula de rescisi¨®n del entrenador portugu¨¦s (16 millones), este le dijo que no quer¨ªa ninguna presentaci¨®n hollywoodiense, que el palco de honor era cosa de los jugadores. Dicho y hecho. Mourinho no pis¨® el palco y le presentaron en la sala de prensa m¨¢s acorde, seg¨²n dijo, a su condici¨®n de t¨¦cnico. Fue la primera petici¨®n del portugu¨¦s. Poco despu¨¦s, siguieron las otras. ?l s¨ª tiene voz en la pol¨ªtica deportiva. A ¨¦l s¨ª se le ha otorgado poder a la hora de fichar y en el club lo justifican con que "tiene las ideas muy claras". Manuel Pellegrini se march¨® el a?o pasado de vacaciones nada m¨¢s ser presentado a principios de junio. Entre otras cosas porque ya hab¨ªan llegado Kak¨¢ y Cristiano Ronaldo y Benzema estaba apalabrado. La pol¨ªtica de fichajes fue cosa del presidente y del director general, Jorge Valdano.
Mourinho fue presentado el d¨ªa 31 de mayo y no quiso marcharse de vacaciones antes de dejar sus peticiones encima de la mesa: Di Mar¨ªa, Maicon y Gerrard. De paso tambi¨¦n cambi¨® los planes de la pretemporada. El Madrid ten¨ªa cerrado un stage en Irlanda, donde el equipo se hab¨ªa concentrado el a?o pasado con Pellegrini. El portugu¨¦s opt¨® por Estados Unidos porque le parec¨ªa el mejor sitio para trabajar con discreci¨®n y poder irse de compras sin que nadie le reconozca a ¨¦l y a sus jugadores. Tambi¨¦n decidi¨® que la prensa no viajara en el avi¨®n del equipo.
"Es serio, recto, todo lo que te explica tiene su l¨®gica, habla muy claro y no se anda divagando", asegura Julio Cendal, que lleva m¨¢s de 10 a?os como jefe de seguridad del Madrid. "Es buena gente. No hace diferencias, habla con los jugadores como si todos fueran iguales aunque transmita un mensaje distinto a cada uno. Y ya ha transmitido uno claro: para ganar hay que sufrir. Si nos entrenamos a tope, vamos a jugar a tope. Esa es su idea", explica Marcelo. Y le hace eco Diarra: "Es un ganador. Quiere que su equipo domine f¨ªsicamente y mentalmente y eso est¨¢ haciendo. Si lo puede hacer jugando bonito, pues mejor".
El portugu¨¦s lleva menos de dos semanas entrenando al equipo, pero para algunos ya son suficientes para haberse hecho una idea de c¨®mo es y de c¨®mo trabaja (las sesiones de entrenamiento, por ejemplo, duran 90 minutos de reloj cada una). Drenthe, el primero. El pasado mi¨¦rcoles, a eso de las siete de la tarde, solt¨®: "M¨ªster ?un minuto m¨¢s!". "Todos para dentro, se ha acabado", le contest¨® Mourinho. Ya se sabe: 90 minutos, ni uno m¨¢s ni uno menos.
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