Una guerra para reencontrarse

Cuando surgen voces en la dramaturgia espa?ola como la de Jos¨¦ Ram¨®n Fern¨¢ndez uno se reconcilia gozosamente con el teatro y los creadores que nos hablan de la realidad que nos rodea y de los tiempos que nos han tocado vivir. Aunque para ello el autor se retrotraiga a los tiempos de Ciro y Nabuco, con el fin de contar una "historia que no nos sea muy cercana y cualquier identificaci¨®n fuese un filtro para los espectadores". As¨ª habla l¨²cidamente de hoy, porque Fern¨¢ndez cree que si alg¨²n lugar del mundo est¨¢ identificado en el imaginario colectivo como lugar apresado por una guerra infinita, es lo que se llam¨® el Reino de Israel, y luego Palestina. Ah¨ª sit¨²a a dos mujeres, una reina y su criada, que tienen que huir de una guerra. En la huida, se encuentran y se reconocen.

Teatro vivo, intenso, bueno, sin edulcorantes, puesto en pie por Fernando Soto, criado profesionalmente con ?ngel Guti¨¦rrez "el ruso" y en la Abad¨ªa de Jos¨¦ Luis G¨®mez, casi nada. En el reparto dos actrices dando lo mejor de s¨ª mismas: Almudena Ramos y Paloma Mozo. Y en una sala emblem¨¢tica del teatro alternativo madrile?o: la Tri¨¢ngulo.