El dudoso brillo de la acci¨®n de oro
Mientras Europa condena la 'golden share', los Gobiernos se resisten a eliminarla
La acci¨®n de oro o golden share habla en la Uni¨®n Europea un doble lenguaje. Frente a un discurso de defensa de la libre circulaci¨®n de capitales hay otro, protagonizado sobre todo por Francia, Italia, Portugal y Alemania, que parece refugiarse en esa vieja m¨¢xima castellana que dice: "Haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga". Se ha vuelto a comprobar recientemente con el veto de Lisboa a la oferta de Telef¨®nica a Portugal Telecom (PT) por su participaci¨®n en la brasile?a Vivo.
La mayor¨ªa de los Gobiernos europeos han levantado en los ¨²ltimos a?os sistemas para blindar la entrada de inversores extranjeros en empresas que se consideran estrat¨¦gicas. De hecho, un estudio de 2007 citado por Financial Times advierte de que al menos la mitad de las grandes compa?¨ªas europeas ten¨ªan alg¨²n tipo de mecanismo para trabar la toma de control. No extra?a, pues, que la Comisi¨®n Europea haya abierto 25 procedimientos de infracci¨®n a diversos Estados miembros en los ¨²ltimos a?os por esta raz¨®n.
El veto de Lisboa a Telef¨®nica evidencia la doble moral que a¨²n existe en Europa
Bruselas intenta frenar el proteccionismo a golpe de sentencias
Alemania mantiene el control de Volkswagen pese al rechazo comunitario
B¨¦lgica conserva el blindaje con apoyo de la UE en el sector energ¨¦tico
Compa?¨ªas del peso de Volkswagen, BAA, KPN o Iberia han contado en alg¨²n momento de su historia con esas golden share. Poco a poco, y debido a las presiones (l¨¦ase denuncias) de Bruselas, han ido desapareciendo. ?Todas?
"En Francia es imposible que una empresa extranjera pueda entrar en lo que el Gobierno franc¨¦s denomina compa?¨ªas de servicio p¨²blico", asegura Manuel Romera, director del servicio financiero del Instituto de Empresa. "El 70% de las empresas", afirma este experto, "tiene alg¨²n mecanismo para controlar el capital". En la pr¨¢ctica, el sistema de bloqueo m¨¢s utilizado es la emisi¨®n de diferentes clases de acciones que cuentan con distintos derechos de voto. "Si no te dejan tener golden share, lo llaman barreras administrativas, pero el efecto es el mismo", dice el director de banca privada de una entidad suiza.
En Francia, la situaci¨®n se vuelve tan kafkiana que muchas veces es dif¨ªcil saber qui¨¦n es el due?o de determinadas compa?¨ªas o qu¨¦ participaciones cruzadas comparten. Este desconocimiento, adem¨¢s, contribuye a su blindaje al utilizar complejas estructuras societarias piramidales (como en Italia hace, por ejemplo, Fiat). Tanto es as¨ª, que el Gobierno franc¨¦s tiene a¨²n participaciones de control en la nuclear Areva (5,2%), ?lectricit¨¦ de France (80%) o France T¨¦l¨¦com (26%).
En teor¨ªa, "la UE intenta poner fin a esta situaci¨®n a golpe de denuncia", se?ala Francisco Cantos, socio y experto en derecho de la competencia de Freshfields Bruckhaus Deringer. "Pues de otra forma, los Estados tienden de manera natural al proteccionismo. Y es que, a veces, la intervenci¨®n de Bruselas en defensa del derecho comunitario llega, pero llega tarde, y no es de mucha utilidad al damnificado", aclara Cantos.
Por ahora, la Corte Europea de Justicia ha dictado 12 sentencias en las que se acusaba a diversos Estados miembros de hacer un uso injustificado de la acci¨®n de oro. En todos los casos, menos uno, ha declarado que su empleo era ilegal. Esa excepci¨®n corresponde a B¨¦lgica.
La Corte Europea consider¨® que tanto en Soci¨¦t¨¦ Nationale de Transport par Canalisations como en Distrigaz la presencia p¨²blica era necesaria con el fin de asegurar un suministro m¨ªnimo de gas dentro de un sector estrat¨¦gico para el pa¨ªs. "La acci¨®n de oro solo se admite en situaciones de emergencia: guerra, crisis, terrorismo..., con el fin de defender suministros b¨¢sicos, como, por ejemplo, la energ¨ªa o el agua", describe Jos¨¦ Mar¨ªa Beneyto, socio de G¨®mez-Acebo & Pombo.
Esta intensa litigiosidad, que se ha vivido desde 2002 hasta hoy d¨ªa, se concentra especialmente en Italia. Pues con cuatro casos, "es la naci¨®n que m¨¢s sentencias acapara por uso de la acci¨®n de oro", precisa Edurne Navarro, socia y directora de la oficina de Bruselas de Ur¨ªa Men¨¦ndez. El pa¨ªs transalpino ha erigido su particular Coliseo y gran parte de sus empresas p¨²blicas de mayor calado tienen l¨ªmites en el derecho de voto.
De hecho, Italia decret¨® los llamados derechos especiales en favor del Gobierno en las privatizaciones de ENI, Stet, Telecom Italia, Enel y Finmeccanica. Acorde con varias fuentes, la el¨¦ctrica Enel (propietaria de Endesa) y la petrolera ENI tienen fijado en sus estatutos en el 2% los l¨ªmites al derecho de voto.
Reino Unido es, en principio, el pa¨ªs menos regulado, y donde perdura el principio de "una acci¨®n, un voto". Por tanto, hace tiempo que la acci¨®n de oro fue desterrada. Lo cual no impide recordar las grandes dificultades que el Gobierno brit¨¢nico puso a Ferrovial en la compra del aeropuerto londinense de Gatwick (gestionado entonces por BAA).
Por su parte, en Alemania el Gobierno de Baja Sajonia controla Volkswagen con solo el 20% del capital de la compa?¨ªa a partir de su acci¨®n de oro. La comisi¨®n quiere poner fin a esta situaci¨®n, que se sostiene sobre una ley de 1960 y que fue la que se us¨® para privatizar la firma automovil¨ªstica. En 2007, el Tribunal de Luxemburgo fall¨® en contra de esta ley y Bruselas ha abierto un procedimiento en contra del pa¨ªs germano. Sin embargo, Angela Merkel la sigue manteniendo.
Como hemos visto, Francia, Italia y Alemania son los particulares pesos pesados de este doble lenguaje, pero la historia es generosa en Europa en el uso de la golden share. Irlanda, por ejemplo, se reserv¨® el empleo de special rights en Irish Life, Greencore Group y Telecom Eiream. Dinamarca impuso derechos especiales para Teledanmark y Copenhagen Airport. Por su parte, Suecia hizo lo propio en la privatizaci¨®n de Celsius Industrier y Finlandia utiliz¨® el mismo sistema con la gas¨ªstica Gasum. M¨¢s al sur, Reino Unido emple¨® la acci¨®n de oro en la privatizaci¨®n de una veintena de empresas p¨²blicas del calado de Rolls-Royce, British Energy, British Airport Authorities, British Gas o National Power. Incluso Luxemburgo consider¨® estrat¨¦gico SES, un operador global de sat¨¦lites.
Lo cierto es que la realidad nos devuelve una imagen en la que Portugal es en la actualidad el pa¨ªs que m¨¢s sentencias tiene pendientes por el uso de la acci¨®n de oro. Tanto es as¨ª, que en el banquillo se sientan EDP y Galp por el mantenimiento de sus derechos especiales. A lo que se suman los m¨¢s que posibles coletazos jur¨ªdicos que a¨²n puede dar la pugna de PT y Telef¨®nica. Por su parte, Grecia tiene pendiente ver qu¨¦ sucede, por el mismo motivo, con la el¨¦ctrica Public Power Corporation. Y Polonia tiene a 13 empresas a las que Bruselas pide retirar sus derechos especiales.
Sin embargo, el empleo de este sistema de protecci¨®n tambi¨¦n cuenta con sus defensores. "La existencia de la acci¨®n de oro no me parece mal. Hasta que no haya una integraci¨®n plena en la UE en otros aspectos (equiparaci¨®n fiscal, eliminaci¨®n de los para¨ªsos fiscales, armonizaci¨®n jur¨ªdica...) no entiendo por qu¨¦ tiene que existir en este", analiza Juan P¨¦rez-Carballo, director del m¨¢ster en direcci¨®n financiera de Esic.
Su reflexi¨®n est¨¢ muy extendida, ya que bastantes Estados europeos han hecho de su capa un sayo, con la ¨²nica justificaci¨®n de defender sus propios intereses. "Solo hay que acordarse de lo que sucedi¨® con Danone y Francia [Pepsico tuvo la intenci¨®n, fallida, de comprarla]. ?A ver si ahora Danone va a ser una empresa estrat¨¦gica para los franceses!", se queja un abogado especializado en derecho mercantil. Y es que "este disfraz [de defensa de los intereses estrat¨¦gicos]", escrib¨ªan en un reciente art¨ªculo Fernando Torrente y Javier Carvajal, socios del bufete Cuatrecasas, "se vuelve un arma arrojadiza contra las propias empresas que el gobernante intenta proteger, pues limita su capacidad para actuar con libertad en otros pa¨ªses, a la hora de llevar a cabo, por ejemplo, posibles operaciones corporativas".
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