El Rey pide "generosidad" ante la crisis para pol¨ªticos y agentes sociales
El arzobispo alude en su homil¨ªa a la "pronta recuperaci¨®n" del monarca
El Rey se encomend¨® ayer en Santiago al Ap¨®stol para que mantenga la cohesi¨®n del Estado, haga "solidarias" a las comunidades aut¨®nomas y "fomente" "todo aquello que nos une" para que Espa?a siga siendo "la gran familia". En la ofrenda que presidi¨®, como viene haciendo todos los a?os santos, con la Reina en la catedral compostelana, pidi¨® a Santiago que eche una mano a los espa?oles para "resolver cuanto antes la grave crisis econ¨®mica" y le sugiri¨® al matamoros la forma en que puede arrimar el hombro para combatir los males terrenales en el siglo XXI: "Iluminando a nuestras autoridades y responsables pol¨ªticos, econ¨®micos y sociales para que sirvan con generosidad al inter¨¦s general", dijo Juan Carlos I, en lo que parec¨ªa una alusi¨®n a los partidos, los empresarios y los sindicatos. As¨ª, en caso de que estos dejen de mirar por su propio inter¨¦s y se entreguen a la causa com¨²n, terminar¨¢n "favoreciendo la cohesi¨®n y el entendimiento entre todos, atendiendo con eficacia a los problemas de nuestros ciudadanos", concluy¨® el Rey.
El monarca tambi¨¦n respald¨® la Constituci¨®n, al decir que "en el marco" de este articulado Espa?a "ha sabido sobreponerse a las dificultades y resolver los problemas con la entrega de todos". Y rog¨® al Ap¨®stol que siga "intercediendo" por la "Patria", en referencia a Espa?a, aunque ayer tambi¨¦n se celebrase el d¨ªa (m¨¢s all¨¢ de los muros de la catedral y una hora m¨¢s tarde), de la Patria Galega. Su lectura termin¨® con tres breves p¨¢rrafos redactados en la lengua vern¨¢cula para pedir a Santiago "en particular por Galicia" y por "todos los gallegos" que, seg¨²n dijo, al invocarlo encuentran en ¨¦l "el reflejo de sus mejores cualidades".
Reci¨¦n operado de un n¨®dulo pulmonar en Barcelona, Juan Carlos I aprovech¨® adem¨¢s para demandar ayuda apost¨®lica para su familia y para s¨ª mismo. En su homil¨ªa, el arzobispo, Juli¨¢n Barrio, dio "gracias a Dios" "por la pronta recuperaci¨®n de Su Majestad".Fue una ceremonia sin sobresaltos ni sorpresas, a pesar de la avalancha de incondicionales y curiosos que a codazos y hasta con insultos intentaban hacerse hueco para jalear y fotografiar a los Reyes o simplemente para entrar a abrazar al santo en la catedral.
Mucho antes de que Juan Carlos I y do?a Sof¨ªa saliesen del Hostal dos Reis Cat¨®licos (20 minutos tarde) llegaron las autoridades militares y, sobre todo, las pol¨ªticas, con una gran presencia del Gobierno de la Xunta. Y hab¨ªa, m¨¢s que nunca en los ¨²ltimos a?os, mujeres con peinetas. Conselleiras, esposas de conselleiros y dem¨¢s gobernantes luciendo el tocado m¨¢s emblem¨¢tico de Espa?a: la peineta y la mantilla. Pero Carmen G¨¢mir, en otros acontecimientos relacionados con la Iglesia en primer¨ªsimo plano como compa?era de Feij¨®o, fue relegada en esta ocasi¨®n regia a una posici¨®n discreta, perdida entre la muchedumbre, cerca de la madre del presidente y en una zona de la bancada en la que ya no despuntaban las peinetas.
Todos los invitados, incluso Fraga, que en el Obradoiro aguant¨® el sol de justicia sentado en la silla de ruedas de la que ¨²ltimamente se vale, superaron la prueba de subir andando los 33 escalones de la fachada. El ex presidente se vali¨® en determinados momentos de la ayuda de Alfonso Rueda, conselleiro de Presidencia, y de Jos¨¦ Manuel Baltar, jefe del PP de Ourense. Cuando le toc¨® el turno, tambi¨¦n el monarca espa?ol trastabill¨® en las escaleras, pero ¨¦l, en el instante en que la Reina le quiso echar una mano, rechaz¨® el gesto.
Aparte de esto, y del perfecto gallego del arzobispo zamorano (Manganeses de la Polvorosa, 1946) de Santiago, que al igual que el Rey (este con mayores dificultades) reserv¨® el tramo final de su homil¨ªa a la lengua propia de la comunidad, en la sala de prensa habilitada en las inmediaciones de la bas¨ªlica no suscitaron comentarios muchas m¨¢s cosas. Al menos, hasta que lleg¨® el momento de soltar al viento el Botafumeiro. La TVG, ¨²nica televisi¨®n que pod¨ªa grabar y emitir las im¨¢genes del interior del templo, recurri¨® para recoger el vaiv¨¦n del incensario a una microc¨¢mara instalada en el propio artilugio volador, igual a las que ahora se estila colocar en el salpicadero de las motos y los coches de F¨®rmula 1 durante la carrera. Debajo, siguiendo con la cabeza los 17 viajes del aparato, hab¨ªa peregrinos de todo el mundo (los que religiosamente hab¨ªan hecho cola desde las ocho de la ma?ana para pasar por el detector de metales), autoridades de aqu¨ª (el ¨²nico ministro presente era el lucense Jos¨¦ Blanco) y obispos de varios pa¨ªses y comunidades, entre ellos, Rouco Varela, de vuelta por sus fueros de anta?o.
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