Suprimir municipios, misi¨®n imposible
Expertos y patronales apoyan la necesidad de alentar fusiones entre pueblos o agruparlos para compartir servicios - La idea suscita un rechazo total en un pa¨ªs de larga tradici¨®n localista
Al borde del abismo, en mayo pasado Grecia tom¨® una decisi¨®n dr¨¢stica donde las haya: acabar de un plumazo con 679 municipios. Solo sobrevivir¨¢n los Ayuntamientos que tengan al menos 10.000 almas sobre las que mandar y a las que servir. El ahorro estimado de la medida -que implica compartir servicios- se calcula en 1.185 millones de euros.
Hoy, con una gran tijera gobernando Espa?a por la crisis, la idea de eliminar municipios hace fortuna entre las patronales de empresarios y los expertos en el sector p¨²blico, que aluden a las experiencias en esta direcci¨®n en otros pa¨ªses como Dinamarca o Jap¨®n. En enero pasado, en Espa?a exist¨ªan 8.114 municipios. Con la creaci¨®n de uno nuevo en abril, Villanueva de la Concepci¨®n (M¨¢laga), suman ya 8.115, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). M¨¢s de la mitad no alcanzan las mil personas. Y un millar tiene menos de cien habitantes. El menos poblado es Ill¨¢n de Vacas (Toledo), con cinco personas.
El Gobierno cree que suprimir Ayuntamientos es "crear problemas"
M¨¢s de la mitad de los pueblos tienen menos de mil habitantes
Valencia propuso sin ¨¦xito suprimir los municipios hasta 500 vecinos
Chaves cree que una medida as¨ª es como "ofender al ciudadano"
N¨²cleos separados por una calle tienen distintos servicios de basuras
Con diputaciones y mancomunidades reforzadas se evitan duplicidades
?Sobran municipios en Espa?a? ?Tiene sentido imitar a Grecia? ?Alberga alguna intenci¨®n el Gobierno de alentar fusiones entre municipios? Las respuestas a la consulta de EL PA?S muestran hasta qu¨¦ punto la teor¨ªa, que puede apuntar en efecto hacia la bondad de alg¨²n tipo de poda por cuesti¨®n de eficiencia, se estrella contra la realidad. Espa?a es un pa¨ªs de consolidada tradici¨®n municipalista y con frecuencia despiertan las ansias de autonom¨ªa de barrios diferenciados en numerosos municipios. En los ¨²ltimos 15 a?os se han creado, con la imprescindible luz verde de las respectivas autonom¨ªas, 23 nuevos municipios, aunque la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias (FEMP) precisa que desde 1978 se extinguieron 45.
"No podemos olvidar que en Espa?a existe un sentimiento de identidad muy arraigado con respecto al pueblo o ciudad de cada uno", enfatiza en esta l¨ªnea la FEMP, que preside Pedro Castro, alcalde socialista de Getafe. "Al margen de cuestiones pol¨ªticas", a?aden fuentes de la federaci¨®n, "habr¨ªa que considerar las dificultades sociales que pudieran derivarse (de la supresi¨®n de municipios) en cada territorio afectado". La FEMP se reivindica como "principal interlocutor" en el espinoso debate. Pero ?hay debate?
Seg¨²n el Gobierno, no. El vicepresidente y ministro de Pol¨ªtica Territorial, Manuel Chaves, ha declarado que plantear la supresi¨®n de municipios -el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, hab¨ªa comentado que hay "demasiados"- es "ofender a los ciudadanos y crear problemas". La FEMP, que es todo menos monol¨ªtica, dice que tampoco se ha planteado el debate, y que solo lo ver¨ªa enmarcable "en un proyecto m¨¢s amplio de replanteamiento institucional del Estado, para el que ser¨ªa ineludible un gran acuerdo pol¨ªtico".
"Las condiciones de Grecia son distintas, por la coyuntura econ¨®mica y por la estructura administrativa de nuestro pa¨ªs, pero adem¨¢s plantearlo ser¨ªa abrir un mel¨®n de consecuencias imprevisibles", se?ala el secretario de Estado de Cooperaci¨®n Territorial, Gaspar Zarr¨ªas. "Que haya muchos municipios no es un problema en s¨ª", a?ade, "pero en la actual austeridad vemos convenientes mecanismos que ayuden a racionalizar el gasto para dar servicios de calidad, a trav¨¦s de las mancomunidades, o con un mayor papel para las diputaciones".
Evocar la supresi¨®n sulfura a los alcaldes. "Primero, que me digan qu¨¦ Ayuntamientos quieren eliminar, que digan cu¨¢les", reta el de Sabadell (Barcelona), Manuel Bustos (PSC). "Es como si el Gobierno, por haberse desmadrado con el gasto, sugiriera como soluci¨®n fusionarse con Francia", ironiza el de Alcobendas, Ignacio Garc¨ªa Vinuesa (PP). Ambos aluden a la aut¨¦ntica prioridad: mejorar la financiaci¨®n local.
Sin embargo, numerosos expertos en el sector p¨²blico no ven las cosas igual. "Evidentemente, sobran municipios. Es imposible que municipios con 80 personas o menos puedan prestar servicios de calidad", alerta el profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Barcelona Xavier Boltaina. "Otra cosa es que sea f¨¢cil fusionarlos", admite Boltaina. "Har¨ªa falta una fuerte voluntad pol¨ªtica y un consenso pol¨ªtico, social y sindical, porque implicar¨ªa reorganizar recursos humanos, estructuras pol¨ªticas, empleos y sentimientos", alerta este profesor, convencido de que solo una f¨®rmula de agrupaci¨®n de localidades "que respetara la idiosincrasia local" podr¨ªa tener ¨¦xito.
Pero ni siquiera con tiento resulta f¨¢cil la cosa. En Catalu?a, hace nueve a?os, el entonces consejero de Gobernaci¨®n Josep Antoni Duran Lleida (UDC) encarg¨® a un equipo de expertos dirigidos por Miquel Roca, ex secretario general de Converg¨¨ncia, un informe de base para revisar la organizaci¨®n territorial de Catalu?a. El Informe Roca propuso como medida "imprescindible", entre otras, la eliminaci¨®n de 200 municipios con menos de 250 habitantes, respetando su identidad. Fue un terremoto. La Asociaci¨®n Catalana de Municipios (ACM), dominada por peque?os municipios gobernados por CiU, mont¨® en c¨®lera. El Parlament rechaz¨® el informe. Todos los grupos renunciaron a imponer fusiones.
"Ir¨ªa bien desempolvar ese informe", comenta ahora Llu¨ªs Saura, socio director del departamento de Derecho P¨²blico del bufete Roca Junyent. El debate territorial, siguiendo con Catalu?a, acaba de vivir otro episodio con la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catal¨¢n, que en teor¨ªa da por buenas las veguer¨ªas siempre que estas respeten la delimitaci¨®n geogr¨¢fica de las actuales provincias. Y no es el caso, porque el Estatuto propone siete veguer¨ªas y Catalu?a tiene cuatro provincias. Las cr¨ªticas a la superposici¨®n de niveles de distintas Administraciones tambi¨¦n han llovido desde la CEOE, cuyo presidente, Gerardo D¨ªaz Ferran, apunt¨® sobre todo al ¨¢mbito local, donde "muchas entidades no alcanzan el tama?o m¨ªnimo necesario para gestionar eficientemente sus recursos p¨²blicos".
Alag¨®n del R¨ªo, uno de los ¨²ltimos cuatro municipios creados en Espa?a, tiene clara la respuesta a estos planteamientos: "Que todas esas voces bajen a la tierra. Cada caso es un mundo. Y que no se olviden de que lo importante es que el vecino est¨¦ atendido", remacha Ana Mar¨ªa Soguer, su alcaldesa. Alag¨®n del R¨ªo logr¨® emanciparse de Galisteo, cada uno con cerca de mil habitantes pero separados por cinco kil¨®metros. "Pag¨¢bamos nuestros impuestos al municipio matriz, pero este no daba a nuestros vecinos la misma atenci¨®n que a los suyos, pod¨ªa incluso estrangular a la poblaci¨®n", dice Soguer. Alag¨®n fue primero pedan¨ªa, con un alcalde elegido a dedo por el municipio matriz. Luego logr¨® ser entidad local menor y goz¨® de mayor autonom¨ªa. "Pero no recib¨ªamos los servicios seg¨²n nuestra contribuci¨®n", insiste la alcaldesa. Ahora, Alag¨®n defiende su propio pabell¨®n deportivo, y su biblioteca municipal, y su propio juzgado de paz, aunque, concede Soguer, "por supuesto hay que ser exquisito con la eficiencia en el gasto".
Saura, de Roca Junyent, critica que "sin la financiaci¨®n adecuada muchos municipios no pueden afrontar las m¨²ltiples competencias que tienen asignadas, y a menudo asumen m¨¢s de las que les corresponden", en servicios sociales o educativos, por ejemplo. "Sobre todo los peque?os Ayuntamientos manejan competencias y prestaci¨®n de servicios que deben plantearse desde una perspectiva supramunicipal, como la planificaci¨®n urban¨ªstica", dice Saura.
La FEMP aduce que para eso est¨¢n las mancomunidades y tambi¨¦n la asistencia a los peque?os municipios que ejercen las diputaciones iniciales (aunque el ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, se ha interrogado sobre el sentido de mantenerlas).
Las mancomunidades, en efecto, existen, "y permiten que se compartan servicios que los municipios dif¨ªcilmente podr¨ªan tener por separados", concede el profesor de IESE Jos¨¦ Ram¨®n Pin, "pero suelen atender servicios muy espec¨ªficos, las basuras, la polic¨ªa". Pin piensa en "la l¨®gica de abordar fusiones por eficiencia econ¨®mica, o concentrar competencias de verdad en aut¨¦nticas confederaciones de municipios, que conllevaran menos funcionarios y racionalizar el gasto. El egovernment es muy ¨²til".
La Comunidad Valenciana asegura haber dado un paso en esa direcci¨®n, aunque est¨¢ por ver si se concreta. La nueva ley valenciana de R¨¦gimen Local propone crear "un r¨¦gimen de gesti¨®n compartida de personal, servicios y otros recursos para ahorrar y dar mejor atenci¨®n a los municipios", explican fuentes de la consejer¨ªa de Seguridad y Ciudadan¨ªa.
La ley auton¨®mica contempla incluso la supresi¨®n de un municipio, siempre voluntaria, si se incorporan uno o m¨¢s municipios a otros lim¨ªtrofes, o si se da una fusi¨®n, o por despoblaci¨®n, aunque Valencia se escuda en que la ley Reguladora de las Bases de R¨¦gimen Local ya confiere al Estado la potestad de "establecer medidas que tiendan a fomentar la fusi¨®n de municipios con el fin de mejorar la capacidad de gesti¨®n de los asuntos p¨²blicos locales". O por despoblaci¨®n. El consejero valenciano de Seguridad y Ciudadan¨ªa, Rafael Blasco, arm¨® una peque?a revoluci¨®n al apostar por la "fusi¨®n o supresi¨®n" de Ayuntamientos, los de menos de 500 habitantes. Aunque luego model¨® su discurso, tambi¨¦n consider¨® "absolutamente injustificable que dos Ayuntamientos solo separados por una calle tengan su propio servicio de recogida de basura, agua o polic¨ªa".
Comparten calle pero no servicios de basura, por ejemplo, Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes, cuyas espaldas cargan con una larga historia de rivalidades y agravios comparativos desde que, en 1492, los Reyes Cat¨®licos accedieran a conceder la independencia a San Sebasti¨¢n, cuyos colonos ped¨ªan justicia ante la tiran¨ªa del Conde Pu?oenrostro, se?or de Alcobendas. En 1984, el intento de mancomunar servicios por ambas localidades, interpretado como intento de fusi¨®n, deriv¨® en cristales rotos de un coche de polic¨ªa y en un intento de agresi¨®n a los dos alcaldes de la ¨¦poca.
"Eso es el pasado. Pero s¨ª es cierto que tenemos dos culturas diferentes y no tiene mucho sentido hablar de unificaci¨®n. San Sebasti¨¢n de los Reyes tiene a¨²n un 70% de desarrollo por hacer, mientras que a Alcobendas le quedar¨¢ un 15%", comenta Manuel ?ngel Fern¨¢ndez Mateo, alcalde de Sanse. Ignacio Garc¨ªa Vinuesa, su hom¨®logo de Alcobendas, tampoco ve "las ventajas de unir municipios, salvo que se planteen expedientes de regulaci¨®n". "Suprimir Ayuntamientos no garantiza menos gastos y los servicios que dan requieren proximidad". Garc¨ªa Vinuesa reitera que el problema real es la necesidad de abordar una nueva financiaci¨®n para las asfixiadas arcas locales.
Ambos alcaldes tienen contratado con la misma empresa el servicio de recogida de basuras, pero est¨¢n dispuestos a reconsiderarlo. Las reuniones se suceden, con fines como dise?ar el carril bici que recorre ambos municipios o las infraestructuras de los futuros desarrollos. "Tal vez algunos servicios deber¨ªan mancomunarse de forma obligatoria, ampliar el poder de las mancomunidades, aunque ello, claro, supone perder soberan¨ªa", admite el alcalde de San Sebasti¨¢n de los Reyes.
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