Las l¨¢grimas de Mar¨ªa Vasco
La catalana abandona en los 20km marcha y eclipsa el quinto puesto de Beatriz Pascual
La marcha tiene algo de antinatural. Ves a esas chicas forzar las caderas, el paso, bracear y parece que casi no se mueven. Pero si te fijas en c¨®mo sudan, en c¨®mo boquean, en sus gestos de dolor, te das cuenta de que esta carrera sin levantar los pies del suelo va en serio. Esto son los 20km marcha, esto es Barcelona y, aunque solo pasan unos minutos de las ocho de la ma?ana, ya pega el sol y la humedad se mete en el cuerpo. El d¨ªa y la hora estaban marcados en el calendario de Mar¨ªa Vasco, la primera medallista ol¨ªmpica del atletismo espa?ol, hace ya una d¨¦cada. Junto a su entrenador, Rafael S¨¢nchez, hab¨ªa programado toda la temporada con ese circuito junto al Parque de la Ciutadella en la cabeza. Hab¨ªa competido poco, para preservar su cuerpo -34 a?os cumplidos, 24 como marchadora-, hab¨ªa pasado por Sierra Nevada para ponerse a punto y se encontraba bien. "Me veo fuerte", dec¨ªa solo un d¨ªa antes de competir; "conozco bien mi cuerpo y s¨¦ hasta d¨®nde puedo llegar".
Durmi¨® "mejor que nunca", se levant¨® a las cuatro de la ma?ana, desayun¨® y se fue al circuito. "Estaba muy tranquila". Pero su cuerpo, peque?o y enjuto, sus piernas doradas por el sol, solo aguantaron 10 kil¨®metros. Entonces, con las rusas Kaniskina y Kirdyapkina escapadas tras un cambio de ritmo espectacular en una carrera que empez¨® muy lenta, Vasco se rompi¨®. Se llev¨® ambas manos a la pierna derecha -isquiotibiales-, se agarr¨® con fuerza y se par¨®. Estaba fuera. Como hace un a?o en Berl¨ªn, cuando se derrumb¨® a¨²n m¨¢s cerca de la meta.
Terminada la carrera para ella, empez¨® el drama. Tal vez se le vinieron a la cabeza sus seguidores, varias decenas de aficionados, de Barcelona y Santa Margarida de Montbui, donde reside, engalanados ayer con camisetas rojas con la leyenda "Mar¨ªa Vasco marchando hacia la meta", o su madre, al otro lado del televisor, o tal vez pens¨® que no era forma de terminar un a?o que ha sido "muy duro" en lo personal. Lo cierto es que Vasco se desmoron¨®, empez¨® a llorar como lo hacen los ni?os, hipando de forma desconsolada, y ya no par¨®.
Sus l¨¢grimas eclipsaron el trabajo de su compa?era Beatriz Pascual, que a los gritos de su entrenador, Josep Mar¨ªn, -"?frecuencia, frecuencia!"- y sacando fuerzas de donde parec¨ªa no haber luch¨® por el bronce y acab¨® quinta, diploma, un puesto m¨¢s arriba que en Berl¨ªn y que en Pek¨ªn.
"Que todo sea esto", fue lo primero que acert¨® a decir Vasco. Con los ojos enrojecidos, la marchadora reconoci¨® que no se hab¨ªa sentido c¨®moda desde el principio, que cuando tiraron las rusas tuvo claro que esa no era su prueba y que ni siquiera sab¨ªa en qu¨¦ kil¨®metro se hab¨ªa parado. Y aunque no era el momento de hablar del futuro, asegur¨® que seguir¨¢ hasta Londres 2012.
La prueba constat¨® dos realidades. Que nadie puede con las rusas -triplete en el podio; Zaniskina, la campeona, con su zancada prodigiosa y su estilo de bailarina ejerce una autoridad incre¨ªble para sus 25 a?os y ya es campeona de Europa, mundial y ol¨ªmpica- y que la buena racha espa?ola puede haber cambiado. Si desde 1982 no hab¨ªa Europeos que no dieran al menos una medalla en la marcha, las dos primeras carreras de Barcelona han acabado a cero. Quedan los 50km. Queda Garc¨ªa Bragado que, camino de los 41 a?os, intentar¨¢ ma?ana emular su bronce de Berl¨ªn.
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