Al Andalus seg¨²n Barenboim
El maestro homenajea a Andaluc¨ªa con un nuevo grupo con 16 a?os de media
Para conseguir la paz hay que ensayar mucho. Y cuanto antes se empiece, mejor. Ihab Jamal, liban¨¦s de 18 a?os, nunca hab¨ªa entablado conversaci¨®n con un jud¨ªo. Pero ya no le queda otra. Con su viol¨ªn, es uno de los 31 integrantes de Al Andalus, la orquesta joven que no ten¨ªa nombre hasta ayer y que el maestro Daniel Barenboim acaba de crear paralelamente a la West-Eastern Divan.
Al Andalus est¨¢ formada por adolescentes que rondan los 16 a?os -dos alumnos tienen 10 a?os-. Jamal comparte clases con espa?oles, ¨¢rabes e israel¨ªes. "No ha sido f¨¢cil", confiesa delante de Daniel Cohen, un violinista que no es simplemente su profesor, tambi¨¦n es jud¨ªo. "Claro que no es sencillo, pero somos m¨²sicos, nada m¨¢s que m¨²sicos", zanja Cohen.
"No ha sido f¨¢cil tocar con un israel¨ª", afirma un joven liban¨¦s
Este maestro de 26 a?os, flaco y serio, procede de la West-Eastern Divan, que estos d¨ªas ensaya en la residencia Lantana, en Pilas (Sevilla). "No soy maestro, solo ayudo", simplifica vergonzoso. All¨ª es donde la orquesta trabaja dos semanas cada verano desde 2004, cuando se cre¨® la Fundaci¨®n Barenboim-Said en la capital andaluza. El 2 de agosto, los 100 m¨²sicos que participan este a?o en el taller iniciar¨¢n una gira en Ja¨¦n con las sinfon¨ªas completas de Beethoven.
Al Andalus, en homenaje a las tres culturas que convivieron en Andaluc¨ªa, lleva solo una semana en funcionamiento. "Digamos que la Carnegie Hall de Nueva York todav¨ªa no les puede recibir", bromeaba ayer Barenboim, tras el ensayo. Es un experimento, igual que fue, en 1999, la West-Eastern Divan, un s¨ªmbolo de convivencia posible entre jud¨ªos, cristianos y musulmanes a trav¨¦s del lenguaje musical. Una utop¨ªa que se perpet¨²a por cuestiones t¨¦cnicas. "La West tiene ya un nivel alt¨ªsimo, mientras que la orquesta joven es una nueva generaci¨®n", justifica el maestro argentino de origen israel¨ª.
Menudo, moreno y de ojos azules, Ihab Jamal tiene 18 a?os, pero aparenta 14. Sonr¨ªe. "Me lo suelen decir". Es su primer viaje fuera de L¨ªbano y se ha encontrado con ojos a los que nunca hubiera mirado antes. "Es una gran experiencia", suelta antes de irse corriendo con sus nuevos amigos. "Es l¨®gico, Ihab y yo vivimos a tres horas en coche y no podr¨ªamos visitarnos aunque quisi¨¦semos", explica Cohen.
El conflicto emocional que tiene Jamal, no existe ni para Nitzan Bartana ni para Yossi Avraham. "No es raro, estamos acostumbrados", resumen estos israel¨ªes de 21 y 28 a?os, que llevan varias temporadas en la orquesta. "Solo es un poco locura", agrega sarc¨¢stico Avraham.
La West-Eastern Divan antes de un ensayo parece un campamento de verano. Solo que ya son mayorcitos, tienen tres largos ensayos al d¨ªa y su mayor descanso son las clases opcionales de yoga. Las bromas y los abrazos se multiplican antes de encontrarse frente al exigente Barenboim.
Tomar Maschkpowsky es un israel¨ª vacil¨®n que se presenta como holand¨¦s. Toca el tromb¨®n, as¨ª que solo interpreta la 5? y la 9? sinfon¨ªas. "Tengo mucho tiempo para ir a la piscina", bromea este chico que lleva cinco a?os con Barenboim. Ya tiene el discurso aprendido, pero habla en serio: "Esta atm¨®sfera es real".
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