Los restos de 19 milicianos se guardan en una nave de Granada
Los cuerpos de los fusilados en 1937 fueron exhumados hace m¨¢s de un a?o
M¨¢s de un a?o despu¨¦s de que fueran exhumados sus cuerpos, los 19 milicianos que fueron fusilados en 1937 en la comarca del valle de Lecr¨ªn esperan para ser enterrados en el cementerio de Meleg¨ªs, una pedan¨ªa de Granada. Sus f¨¦retros est¨¢n en el interior de una nave de c¨ªtricos de propiedad municipal que es utilizada para depositar otros enseres. En su exterior, los colchones, un sof¨¢ destrozado, televisores inservibles y diversa basura, acompa?an a la maquinaria habitual de un lugar en el que se reciclan trastos.
"Durante la campa?a de los c¨ªtricos, la nave se cede a una cooperativa para que la utilicen para el transporte y embalaje de las naranjas", explicaba ayer la teniente de alcalde de la localidad, Silvia Dur¨¢n, que reconoci¨® la ubicaci¨®n actual de los cuerpos, si bien aclar¨® que se encuentran "en una habitaci¨®n dentro de esa nave, donde est¨¢n perfectamente guardados".
Cartones, pal¨¦s de madera, maquinaria para el tratamiento de los c¨ªtricos, suciedad, restos de material org¨¢nico, animales, basura... todas estas condiciones se daban en la ma?ana de ayer en el interior de la nave industrial. "La llave solo la tienen el alcalde y la presidenta de la asociaci¨®n de la memoria hist¨®rica de Granada", explic¨® una fuente municipal en alusi¨®n al "cuarto" que todo el mundo conoce en el pueblo.
La presidenta de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica de Granada es Maribel Brenes, que intervino en la fosa. "Tuvimos que dejar all¨ª los cuerpos porque no hab¨ªa otro sitio mejor. Se trata de algo ocasional y yo nunca he visto all¨ª enseres o basuras. Adem¨¢s, la habitaci¨®n en la que se encuentran est¨¢ perfectamente acondicionada y se mantiene a una temperatura adecuada para que la humedad no afecte a los cuerpos. Pronto ser¨¢n enterrados en un mausoleo que se est¨¢ preparando en el cementerio del pueblo", aclar¨®, convencida de que se trata de "un lugar adecuado".
En opini¨®n de Miguel Botella, antrop¨®logo de la UGR, tras la exhumaci¨®n de una fosa, los restos deben ser trasladados a un laboratorio de antropolog¨ªa para ser analizados y despu¨¦s depositados en un cementerio. "Hay que tratarlos con la m¨¢xima profesionalidad y respeto", explic¨®, aunque quiso ser prudente sobre el caso de Meleg¨ªs, que dijo desconocer.
Sobre el traslado de restos humanos la Ley de la Memoria Hist¨®rica es muy ambigua y crea una especie de limbo legal. En su art¨ªculo 13, apartado cuarto, se?ala: "Los restos que hayan sido objeto de traslado y no fuesen reclamados ser¨¢n inhumados en el cementerio correspondiente al t¨¦rmino municipal en que se encontraran". No se habla de plazos, ni de lugares aptos para su almacenamiento mientras se acondiciona el camposanto.
"Lo l¨®gico es que antes de comenzar unos trabajos de exhumaci¨®n ya tengas resuelto qu¨¦ hacer con los cuerpos. La ubicaci¨®n actual es indigna.", dijo Francisco Gonz¨¢lez Arroyo, que abandon¨® la AGRMH por la falta de sinton¨ªa con sus dirigentes.
Los milicianos que hoy esperan dentro de unas cajas de madera con cruces y numeradas, fueron exhumados de una finca particular. Los restos no han sido identificados al no haber sido reclamados por sus familiares, aunque s¨ª han sido individualizados para facilitar que en un futuro se les pueda poner nombre.
Los restos corresponden a un grupo que, en febrero de 1937, hu¨ªa de las tropas franquistas que ya hab¨ªan tomado M¨¢laga. Se dirig¨ªan a Almer¨ªa. Todos eran menores de 30 a?os y fueron fusilados. Muchos de ellos recibieron un tiro de gracia en la cabeza. En su fosa fueron hallados objetos como restos de calzado, una insignia militar, cuatro monedas y una cuchara doblada. Sus cuerpos estaban situados unos sobre otros, con capas de cal entre ellos, lo que hizo muy compleja su recuperaci¨®n.
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