Una burbuja inflada desde la pol¨ªtica
La desmesura alcanzada por la construcci¨®n en Sanxenxo recibi¨® el empuj¨®n definitivo con la redacci¨®n de un documento que, parad¨®jicamente, ofreci¨® una buena oportunidad de poner orden y sensatez al desarrollo urban¨ªstico de una localidad plagada de segundas residencias, donde el n¨²mero de viviendas vac¨ªas duplica al de ocupadas en cuanto agosto termina y los turistas hacen la maleta hasta el verano siguiente.
A principios de 2003 el Ayuntamiento aprob¨® su Plan Xeral de Ordenaci¨®n Municipal (PXOM). El plan, redactado a toda prisa para llegar a punto a los tiempos de la burbuja, termin¨® por convertirse en la legitimaci¨®n de la marbellizaci¨®n de la localidad.
El PXOM de Sanxenxo da luz verde al desarrollo de una treintena de suelos urbanizables y a la construcci¨®n, en total, de 13.454 viviendas. Dos a?os antes de la redacci¨®n del pol¨¦mico documento, el recuento del censo registraba 13.706 viviendas ya construidas en la localidad.
Es decir, el plan contempla duplicar el parque inmobiliario de un ayuntamiento cuya poblaci¨®n se mantiene estable y viene creciendo desde los ochenta al lento ritmo de un millar de habitantes por d¨¦cada.
Ahora, los mayores desarrollos previstos en el plan han dejado el paisaje del municipio salpicado de proyectos frustrados, m¨¢quinas paradas y obras que avanzan imperceptiblemente tras a?os de construir a velocidad de v¨¦rtigo.
Si se entra a Sanxenxo desde Poio, por la carretera de la costa, no tardan en aparecer los primeros desmontes sobre el mar. Donde hace unos a?os se localizaba una gran zona forestal que se hund¨ªa en la r¨ªa, se dibujaron en los planos del PXOM tres suelos urbanizables, los de A Granxa, Os Cotos y Festi?anzo en los que se prev¨¦ la construcci¨®n de m¨¢s de 1.000 viviendas.
En A Granxa puede verse el trazado de la futura urbanizaci¨®n sobre la tierra que ha quedado tras deforestar los terrenos. Cu¨¢ndo se terminar¨¢ el complejo es una inc¨®gnita. Lo ¨²nico terminado es la ¨¦poca de las presiones a los peque?os propietarios de lo que antes hab¨ªa sido suelo protegido y las revalorizaciones en porcentajes de cuatro cifras.
Unos kil¨®metros m¨¢s adelante, en Miraflores, el desplome de Fadesa en 2008 dio una de las primeras se?ales de aviso del final de los d¨ªas de vino y rosas de la especulaci¨®n. La constructora ten¨ªa previsto edificar all¨ª, sobre unos terrenos que han sido adquiridos finalmente por Caixa Galicia, m¨¢s de 400 viviendas.
En Noalla, al otro extremo del municipio, se dise?¨® lo que se ha convertido en un s¨ªmbolo de la destrucci¨®n ambiental de Sanxenxo. En las dos bolsas de suelo de Monte Faro se contempla la construcci¨®n de casi 3.000 viviendas de lujo alrededor de un campo de golf. Aqu¨ª fue Caixanova la que hered¨® parte del enredo de un delirio fara¨®nico con varias denuncias en los juzgados por su inviabilidad ambiental.
Cuando una de las promotoras iniciales de este proyecto, la valenciana Sedesa, apareci¨® en el sumario del caso G¨¹rtel se visibiliz¨® una muestra del complejo entramado de v¨ªnculos entre la pol¨ªtica y el sector inmobiliario tejidos en Sanxenxo durante los a?os del bum.
Su regidor entre 1999 y 2007, el ahora candidato por el PP al bast¨®n de mando de Pontevedra, Telmo Mart¨ªn, encarn¨® con su doble ocupaci¨®n de alcalde y promotor esta concepci¨®n de la gesti¨®n municipal como un desenfrenado despliegue de planos sobre la mesa.
Tanto descuid¨® su entorno Sanxenxo en la ¨²ltima d¨¦cada que su mayor atractivo tur¨ªstico, la playa de Silgar, perdi¨® buena parte de su arena con la construcci¨®n del puerto deportivo y tuvo que ser regenerada. Bajo el edificio Herpi, una de esas primeras aberraciones edificadas en los setenta, otra playa, la de A Carabuxeira, tambi¨¦n sufri¨® los cambios en las corrientes.
Mart¨ªn cre¨® durante su mandato varias empresas de gesti¨®n municipal. Una de ellas, ?nsula Sanxenxo, naci¨® en 2006 con el objetivo de promover la creaci¨®n de vivienda protegida en el municipio. Desapareci¨® el pasado a?o sin que el bum haya dejado en la localidad ni un solo piso de protecci¨®n oficial.
Su sucesora en el cargo, Catalina Gonz¨¢lez, ha declinado, a trav¨¦s de su departamento de prensa, hablar para este reportaje. Aducen que en Sanxenxo, sobre urbanismo, "no hay nada que contar".
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