El narco exige titulares

Las autoridades mexicanas han acusado al cartel de Sinaloa, liderado por Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera, El Chapo, de estar detr¨¢s del secuestro de cuatro periodistas en Durango (norte de M¨¦xico), que concluy¨® el s¨¢bado con el rescate de los dos camar¨®grafos que a¨²n estaban retenidos. Tanto por la identidad del autor, como porque los delincuentes usaron a los reporteros para intentar emitir a nivel nacional "propaganda criminal", el que constituye hasta ahora el mayor desaf¨ªo a los medios de comunicaci¨®n en M¨¦xico es un cap¨ªtulo que parece lejos de haberse cerrado: los periodistas mexicanos han proclamado la necesidad de replantear tanto la cobertura de la violencia como la responsabilidad del Gobierno y la desuni¨®n del gremio.

Los delincuentes liberaron a dos reporteros; otros dos fueron rescatados

Las autoridades se?alan al Chapo Guzm¨¢n, capo del cartel de Sinaloa

El s¨¢bado fue el mismo presidente, Felipe Calder¨®n, quien, a trav¨¦s de su cuenta de Twitter, dio el primer indicio p¨²blico de que se acercaba la resoluci¨®n de la crisis de los periodistas, que hab¨ªan sido tomados como rehenes el 26 de julio. "La Polic¨ªa Federal realiza un operativo para rescatar a los periodistas secuestrados en La Laguna", public¨® en esa red social el mandatario a las 9:27 horas. A las 12:00 horas, Calder¨®n oficializ¨® tambi¨¦n en Twitter que los reporteros hab¨ªan sido liberados. Tres horas despu¨¦s, Genaro Garc¨ªa Luna, secretario de Seguridad P¨²blica Federal, presentaba ante las c¨¢maras a los rescatados (con evidentes se?ales de maltrato) y acusaba a El Chapo de ser el responsable del secuestro. El trabajo de inteligencia, dijo, posibilit¨® el cerco a los delincuentes, que huyeron. No hubo detenidos en el operativo.

Los periodistas hab¨ªan sido "levantados", como se conoce al secuestro que no exige dinero para liberar a la v¨ªctima, despu¨¦s de haber cubierto una "protesta" en las afueras del penal de G¨®mez Palacio, en Durango. Los manifestantes demandaban la restituci¨®n de la directora del presidio, quien est¨¢ acusada de facilitar armas y veh¨ªculos a internos de la c¨¢rcel que algunas noches sal¨ªan a perpetrar matanzas a la vecina poblaci¨®n de Torre¨®n, en el Estado de Coahuila. De enero a julio, estos presos-sicarios habr¨ªan matado al menos a 35 personas.

Ese lunes, los autom¨®viles donde viajaban el reportero H¨¦ctor Gordoa, de Televisa M¨¦xico, y los camar¨®grafos Alejandro Hern¨¢ndez, de Televisa Torre¨®n, y Javier Canales, de Multimedios Laguna, fueron encontrados a seis kil¨®metros de la c¨¢rcel, calcinados. Pero de ellos ni rastro. Luego se supo que hab¨ªa otro periodista levantado, ?scar Sol¨ªs, de El Vespertino. En total, cuatro en un primer momento. Aunque la noticia corri¨® como rumor pocas horas despu¨¦s, la mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n atendieron la petici¨®n de las empresas editoras de los rehenes de mantener discreci¨®n a fin de facilitar las gestiones. Milenio, un diario que forma parte de Multimedios, terminar¨ªa publicando el mi¨¦rcoles la informaci¨®n, incluyendo detalles de la "negociaci¨®n", en la que los narcotraficantes ped¨ªan que se emitieran tres v¨ªdeos con narcomensajes.

Fruto de esas negociaciones, los secuestradores liberaron el jueves al reportero H¨¦ctor Gordoa. Pero el hecho de que los delincuentes siguieran reteniendo a los camar¨®grafos, revelaba ayer Milenio, dio pie a la operaci¨®n policial de rescate.

La noche del jueves, dos de los periodistas estrella de Televisa y Milenio TV suspendieron su participaci¨®n en sendos programas para protestar por la gravedad de la situaci¨®n y para rechazar que los criminales pretendan someter a los medios.

Se abri¨® entonces un comp¨¢s de espera que termin¨® con las emisiones especiales de este s¨¢bado, cuando Televisa y Milenio TV dieron a conocer el fin de la toma de rehenes. Se supo luego que los periodistas sufrieron tortura f¨ªsica y psicol¨®gica, y que durante todo el tiempo estuvieron vendados y maniatados.

Un cabo suelto lo representa ?scar Ortiz, de El Vespertino, quien habr¨ªa sido liberado el martes, seg¨²n ha trascendido, pero de cuyo paradero no se tiene noticia.

Esta crisis ha desatado un debate en la profesi¨®n period¨ªstica sobre la necesidad de que las autoridades cumplan con su deber y garanticen la seguridad, y tambi¨¦n de que el gremio deje de lado sus diferencias y "enfrente unido esta amenaza". Ayer comenz¨® a circular entre periodistas una carta que pretende impulsar una reflexi¨®n colectiva bajo la l¨®gica de que, pasado lo peor, la amenaza no ha disminuido en absoluto.