EE UU rearma su frontera m¨¢s caliente
Despliegue de 1.200 efectivos de la Guardia Nacional en la divisoria con M¨¦xico - Las autoridades de Arizona consideran insuficiente la medida de la Casa Blanca
La Guardia Nacional norteamericana comenz¨® ayer su despliegue en la frontera de Estados Unidos con M¨¦xico, en cumplimiento de una orden del presidente Barack Obama, anunciada en mayo, para reforzar la seguridad en una zona afectada por la inmigraci¨®n irregular y asolada por la violencia de los carteles del narcotr¨¢fico. En total, 1.200 soldados se repartir¨¢n este mes entre los cuatro Estados del sur del pa¨ªs por los que discurren los 3.100 kil¨®metros de frontera, seg¨²n ha confirmado el Departamento de Seguridad Interior.
Durante las primeras semanas de agosto, 524 soldados llegar¨¢n a Arizona, 286 a Tejas, 260 a California y 82 a Nuevo M¨¦xico. El resto, 48, se dedicar¨¢ a tareas de coordinaci¨®n entre los destacamentos de soldados. Seg¨²n oficiales de la propia Guardia Nacional, el dispositivo estar¨¢ a pleno rendimiento a finales de septiembre.
Obama critica a los dirigentes de Arizona y pide "no hacer demagogia"
Ayer comenzaron los trabajos preliminares: selecci¨®n de soldados y pruebas de entrenamiento. Los militares estar¨¢n en la frontera, en principio, durante un a?o y ejercer¨¢n labores de apoyo a los agentes de la polic¨ªa fronteriza y de aduanas. No tomar¨¢n parte en redadas ni arrestar¨¢n a supuestos delincuentes o inmigrantes indocumentados.
El presidente dio la orden de despliegue en mayo, en los d¨ªas inmediatamente posteriores a la aprobaci¨®n de la pol¨¦mica ley de inmigraci¨®n de Arizona, que en principio iba a permitir a los agentes de polic¨ªa de aquel Estado pedir documentaci¨®n migratoria a los ciudadanos de los que sospecharan que se encontraban en el pa¨ªs de forma irregular. Gracias a una demanda del Gobierno de Obama, una juez bloque¨® cautelarmente en su mayor parte la ley la semana pasada.
El mismo d¨ªa del inicio del despliegue militar, el presidente lanz¨® un duro reproche a los gobernantes de Arizona por la aprobaci¨®n de aquella norma. "Entiendo la frustraci¨®n de los ciudadanos de Arizona", dijo el presidente ayer en una entrevista a la cadena televisiva CBS. "Pero no podemos hacer demagogia con este asunto, y no podemos permitir que esto se convierta en un puzle de 50 Estados diferentes, o ciudades o localidades, donde a alguien que quiera algo de protagonismo de repente se le ocurra decir: 'Voy a ser antiinmigraci¨®n y voy a ver si resuelvo el problema por m¨ª mismo'. Esto es un problema de dimensiones nacionales".
La actual Administraci¨®n, igual que la del anterior presidente, George W. Bush, ha intentado convencer al Congreso federal de la necesidad de aprobar una reforma migratoria a escala nacional, abriendo la v¨ªa de la residencia legal a los 12 millones de sin papeles que viven en el pa¨ªs y ayudan a sostener su econom¨ªa. Desde los a?os ochenta, los grandes intentos en ese sentido han resultado fallidos. En 1986, el presidente Ronald Reagan hizo algo que ser¨ªa inconcebible para muchos republicanos hoy d¨ªa: ofreci¨® una amnist¨ªa a todos los inmigrantes irregulares que hubieran entrado en el pa¨ªs antes de 1982.
Es cierto que, adem¨¢s, aument¨® la seguridad en la frontera y aprob¨® elevadas multas para los empresarios que contrataran a inmigrantes en situaci¨®n irregular. Pero, en total, tres millones de personas se beneficiaron de aquella regularizaci¨®n. Obama ha defendido, como Reagan, que la reforma migratoria debe aplicarse de forma homog¨¦nea en todos los Estados, desde Washington.
Su decisi¨®n de ordenar el despliegue de la Guardia Nacional fue criticada por insuficiente por los gobernadores m¨¢s conservadores de los Estados fronterizos. "El aumento de recursos es bien recibido, pero parece insuficiente", dijo la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, en un comunicado a mediados de julio. "No est¨¢ ligado a ninguna estrategia completa para atajar el aumento de la violencia relacionada con el tr¨¢fico de drogas o las mafias que introducen inmigrantes ilegales en Arizona".
El despliegue de la Guardia Nacional en la frontera es una antigua petici¨®n del senador por Arizona John McCain, que en 2007 se uni¨® a Bush y al fallecido senador Ted Kennedy para proponer una fallida ley de amnist¨ªa y reforma nacional de las pol¨ªticas migratorias. McCain, que a finales de este mes se enfrenta a unas re?idas primarias en el Partido Republicano de su Estado, ha cambiado su posici¨®n desde las pasadas elecciones presidenciales, que perdi¨®, y apoya ahora medidas m¨¢s duras, como un incremento sustancial de los polic¨ªas y soldados destinados a la frontera.
Antes que Obama, Bush orden¨® en 2006 el despliegue de 6.000 soldados de la Guardia Nacional en la frontera. Estuvieron de servicio durante dos a?os, sobre todo en labores administrativas y de control del tr¨¢nsito. A trav¨¦s de ellas, permitieron el arresto de 162.000 inmigrantes sin papeles. Aunque, como entonces, los soldados que llegaron ayer a Arizona no tomar¨¢n parte en arrestos, numerosos grupos de protesta se han unido en una campa?a con la que dicen querer evitar la militarizaci¨®n de la frontera.
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