Un autob¨²s a pie de playa para repostar

Entre trabajadas barcas de faena tradicional y el olvidado torre¨®n, de lo que en su d¨ªa fue un destacamento de la Guardia Civil en Cabo de Gata, se encuentra uno de los mejores chiringuitos de la costa almeriense que guarda, celosamente, el sabor y el verdadero sentido de estos establecimientos. Sirve de descanso al visitante para adentrarse con posterioridad en la inmensidad del Parque Natural de Cabo de Gata-N¨ªjar, en direcci¨®n a San Jos¨¦, y es obligado punto de encuentro del veraneo en esta barriada almeriense. El Chirib¨²s debe su nombre a su humilde origen. Comenz¨® sobre ruedas, en un autob¨²s. Lo conduc¨ªa su propietario, Manuel L¨¢zaro, hace 27 a?os, y desde ¨¦l dispensaba bebida y comida a los ba?istas, que estrat¨¦gicamente hab¨ªan buscado la tranquilidad en esta esquina de la costa almeriense de arena fina y aguas cristalinas.

El negocio pas¨® de n¨®mada a sedentario, y hubo que adaptarse a las circunstancias, recuerda. Aprovechando la destreza de su madre y su suegra con los fogones y la herencia familiar de pescadores, la cocina de este chiringuito no descansa en todo el d¨ªa.

Los reyes de la mesa son el salmonete, la lecha y otros pescados de la zona que sirven despu¨¦s de una noche de trabajo. El local tiene sus propios barcos, varados frente al chiringuito en la playa de San Miguel. El 80% de la plantilla del establecimiento es familiar. El Chirib¨²s esta a medio camino entre el t¨ªpico chiringuito y un restaurante, pero tambi¨¦n es bar de copas y tiene espacios ¨ªntimos para cenar. Cuando cae el sol, se transforma y muchas veladas ofrece actuaciones en directo que se pueden seguir tambi¨¦n sobre una colchoneta en el mar.