Acn¨¦ y crucifijos en Santiago
El cardenal Rouco peregrina junto a 12.000 mochileros cristianos que invaden hasta el domingo con rezos y c¨¢nticos el casco hist¨®rico compostelano
El Colexio Nosa Se?ora Dos Remedios es enjambre de peregrinos cansados y de hermanas que se afanan por coordinar las idas y venidas de los 200 j¨®venes que duermen bajo su techo esta semana. "?C¨®mo no nos va a dar alegr¨ªa ver a toda esta juventud? Somos Iglesia y estamos aqu¨ª para cooperar", dice Fuensanta, la madre superiora, que se esfuerza por mantener la calma mientras Marianne Colmen¨¢rez le reclama un sitio donde alojarse: "Vengo sola desde Venezuela, he pagado lo que correspond¨ªa y nadie en la organizaci¨®n sabe d¨®nde me toca quedarme. Por favor, tiene que hacerme un hueco".
Adem¨¢s de esta peregrina solitaria, un grupo veintea?ero del Movimiento Calasancio se sacude el polvo en el patio. Han venido a Santiago para participar en la Peregrinaci¨®n y Encuentro de J¨®venes (PEJ) que ha organizado el Arzobispado compostelano con motivo del A?o Santo.
El colegio La Salle acoger¨¢ varios conciertos de m¨²sica religiosa
300 voluntarios se echan a la calle para coordinar a los grandes grupos
Este evento multitudinario servir¨¢ de antesala a la Jornada Mundial de la Juventud que tendr¨¢ lugar en Madrid el verano de 2011, aunque la concentraci¨®n gallega s¨®lo tiene car¨¢cter nacional. "Esperamos a 12.000 caminantes de toda Espa?a y a algunos italianos, portugueses y latinoamericanos que se han animado", cuenta Javier Porro, el delegado de Juventud en la Di¨®cesis de Santiago, que ha movilizado a 300 voluntarios para que medien en este caos organizado.
Ant¨ªa, alumna del colegio San Jos¨¦ de Cluny, es una de esas altruistas que trabajaron ayer en el Obradoiro durante el acto de acogida que presidi¨® el arzobispo Juli¨¢n Barrio, a las 18.15 horas. "Llevo meses esperando este momento. ?Mira la plaza!, ?Es una fiesta!", exclama entusiasmada mientras se mueve al son de las canciones que resuenan por toda la explanada, en la que lo ¨²nico que permanece inm¨®vil son las estatuas vivientes de Jesucristo Resucitado y el Ap¨®stol Santiago.
Despu¨¦s de la recepci¨®n de Juli¨¢n Barrio, los mochileros acompa?aron a la Cruz de los J¨®venes hasta la iglesia de San Marti?o Pinario, donde descansar¨¢ hasta que el PEJ termine y siga camino hasta Portugal. "Este estandarte es un regalo del Papa Juan Pablo II a la juventud", explica Porro. La mayor¨ªa de los peregrinos no tienen la dilatada experiencia del emblema y han quedado exhaustos tras su viaje inici¨¢tico hasta la tumba del Ap¨®stol.
"Ya est¨¢ aqu¨ª, ya falta poco", alienta un voz desde el furg¨®n que reparte caramelos a una legi¨®n de peregrinos mientras suben la calle Rosal¨ªa de Castro enfundados en camisetas del Betis y ondeando banderas de Espa?a. Pagan 250 euros por el autob¨²s de ida y vuelta, un catering de la empresa gallega Komekole y alojamiento en el colegio La Salle, que les cobra dos euros la noche. All¨ª duermen 560 personas y almuerzan 1.900. "Esto es s¨®lo una an¨¦cdota. En lo que va de verano ya han pasado por las instalaciones 5.000 mochileros y esperamos 3.000 m¨¢s", manifiesta orgulloso Jorge Meneses, el director del centro, que tambi¨¦n servir¨¢ de escenario para los conciertos de Lu¨ªs Guitarra, Mart¨ªn Valverde, Migueli, To?o Casado y la familia numerosa Brotes de Olivo. "Nuestras canciones no suenan al tipico cancionero lit¨²rgico", adelanta Jes¨²s Vicente Morales, el sexto hermano de este grupo.
Pero no todo es algarab¨ªa. Durante el d¨ªa habr¨¢ catequesis a cargo de 16 obispos, 10 arzobispos y tres cardenales, entre los que destaca Rouco Varela, que se dirigir¨¢ a los j¨®venes en la Alameda el s¨¢bado a las 10.30 horas, y a partir de las 23.00 horas se hace el silencio y los cristianos se retiran a orar a la catedral, que permanecer¨¢ abierta este fin de semana hasta medianoche. A partir de esa hora le dar¨¢n el relevo en turnos de dos horas los cinco conventos de clausura de la ciudad: clarisas, carmelitas, benedictinas, mercedarias y dominicas.
Algunos no se conforman con pasar la noche de vigilia para conseguir las bulas del A?o Santo y tratan de emular a los primeros peregrinos. "Preferimos vivir el PEJ casi al raso, como manda la tradici¨®n", comenta Miguel ?ngel Fern¨¢ndez, un organizador de la expedici¨®n madrile?a que da instrucciones a 2.000 chavales para que planten sus tiendas en el Monte do Gozo.
Este goteo constante de transe¨²ntes pone nerviosos a algunos vecinos, que necesitan el doble de tiempo para desplazarse. "Esta ma?ana era imposible cruzar la Porta do Cami?o porque estaba lleno de adolescentes quit¨¢ndose las botas para llegar descalzos a la catedral", explica una coru?esa residente en el barrio de San Pedro. La organizaci¨®n se excusa argumentando que han dividido los grupos m¨¢s n¨²merosos en varias columnas y que han seguido las rutas menos frecuentadas pero, como dice el refr¨¢n, "nunca llueve a gusto de todos".
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