"El realismo sucio fue un inocente truco publicitario"
Richard Ford (Jackson, Misisipi, 1944) se define como un "escritor lento", pero no tuvo sin embargo reparos para responder r¨¢pidamente al mail enviado por este peri¨®dico para contactar con ¨¦l. A pesar de que no habla con los medios cuando no est¨¢ en promoci¨®n de sus obras, la publicaci¨®n en Espa?a de Mi madre (Anagrama), un libro homenaje a su madre muerta en 1981, abre la puerta a esta entrevista en la que constata el proceso de transformaci¨®n que sufre el escritor en este tipo de relatos, elogia a Obama y desmitifica el realismo sucio, corriente literaria en la que fue incluido junto, entre otros, a Raymond Carver y Tobias Wolff y que compara con el movimiento dad¨¢.
El autor de Rock Springs, que no huye de la respuesta a preguntas pol¨ªticas y personales, s¨ª esquiva las cuestiones sobre su pr¨®xima novela (de la que no nos dice ni una palabra) y la clase media de EE UU, sujeto esencial de la trilog¨ªa formada por El periodista deportivo (finalista del premio PEN Faulkner en 1985) El D¨ªa de la Independencia (premios Pulitzer y PEN Faulkner en 1995) y Acci¨®n de Gracias, que le ha dado la fama internacional. Y eso a pesar de que la cr¨ªtica de The New York Times Michiko Kakutami, tan poco dada a los elogios, dijo que su retrato de la clase media era "el m¨¢s evocador de la sociedad de los ochenta en EE UU desde el ¨²ltimo relato del Conejo de John Updike".
Mi madre
Richard Ford.
Traducci¨®n de Marco Aurelio Galmarini Rodr¨ªguez
Anagrama. Barcelona, 2010
88 p¨¢ginas
12 euros
"Soy un escritor lento. Nada de lo que hago ser¨ªa mejor por hacerlo r¨¢pido"
"Lo m¨¢s importante es decir qu¨¦ pas¨® y no inventar lo que nunca ocurri¨®"
PREGUNTA. En
Mi madre constata el paso del tiempo y dice: "He recordado cosas de las que no hablo hoy. Algunas he tratado de volcarlas en las novelas. He escrito cosas y las he olvidado". ?C¨®mo elige los hechos y recuerdos y qu¨¦ material termina en una novela, en un libro como Mi madre, o permanece en la memoria personal?
RESPUESTA. Esa es la eterna pregunta sin respuesta. ?Por qu¨¦ escoges lo que escoges? Hay algunos hechos clave, por ejemplo, la muerte de mi madre (dolorosamente obvia), que simplemente sabes que tienen que ser incluidos; otros (el novio de mi madre) saltan espont¨¢neamente de la memoria y encajan en ese preciso lugar por razones que no son inmediatamente, y algunas ni siquiera finalmente, evidentes. As¨ª que se puede decir que estructuro este libro partiendo de la realidad y siguiendo el orden de la realidad y que en este orden, ocasionalmente, aparecen acontecimientos espont¨¢neos que se insertan a s¨ª mismos.
P. Concibe el relato de la vida de su madre como un "acto de amor" y el resultado es una historia incompleta y en cierto modo inexacta que es al mismo tiempo totalmente verdadera en la medida en que el escritor lo recuerda as¨ª. ?Cu¨¢n importante es la memoria en este libro?
R. Por supuesto que es incompleta. Es su vida, no la m¨ªa. Y la memoria es imperfecta e incompleta en s¨ª misma. Lo m¨¢s importante es decir qu¨¦ pas¨® y no inventar lo que nunca ocurri¨®. Es un acto de amor porque la escritura es algo significativo e importante y es mi manera de dedicarle esto.
P. ?Hablar de la vida de su madre sirvi¨® de terapia? ?El escritor que surge despu¨¦s de este libro es distinto?
R. No me gusta usar la palabra "terap¨¦utico". Hacerlo es subestimar el acto de escribir, que es un comportamiento muy complejo y que sume al escritor en una variedad de posibilidades obvias y no obvias. Y, sin embargo, probablemente no haya ninguna manera intensa de involucrarse en esto que nos deje tal como ¨¦ramos antes de empezar.
P.
Mi madre fue publicado en 1988 y durante ese tiempo y despu¨¦s de El periodista deportivo (1986) no public¨® mucho. ?Su proceso creativo sufri¨® tras su muerte?
R. Primero, soy un escritor lento. Nada de lo que hago ser¨ªa mejor por hacerlo r¨¢pido. La muerte de mi madre (en 1981) fue seguida inmediatamente por el inicio de El periodista deportivo y la elaboraci¨®n de las historias de Rock Springs. Escrib¨ª El periodista deportivo alimentado de alguna manera por la fuerza del dolor por la muerte de mi madre. S¨ª consigui¨® algo, su muerte me llev¨® a retomar la escritura de manera m¨¢s intensa y exitosa. A pesar de que estaba muy triste, s¨¦ que estaba experimentando emociones fuertes, y us¨¦ esa fuerza en mi escritura.
P. H¨¦ctor Abad Faciolince, escritor colombiano autor de
El olvido que seremos y Traiciones de la memoria, dos homenajes a la figura de su padre, asesinado por militantes de la extrema derecha colombiana, subraya en varias ocasiones la paradoja, para ¨¦l dolorosa, de escribir para un destinatario que ya no puede leerlo ?Experimenta lo mismo?
R. Lo que hubiera deseado no es tanto que mi madre tuviera que leer lo que escrib¨ª sobre ella sino que pudiera saber que su vida tuvo consecuencias e influencia, no solo en mi vida sino en la vida de otros que han le¨ªdo acerca de ella. Me gustar¨ªa que supiese que fue admirada, recordada y querida.
P. ?C¨®mo ve a la clase media americana de hoy en d¨ªa? ?Es muy distinta de la que sirve de sustento a novelas como
El D¨ªa de la Independencia o Acci¨®n de Gracias?
R. Lo siento, no tengo una respuesta a eso.
P. ?Qu¨¦ opina del realismo sucio? ?Se considera parte de ese grupo de autores?
R. No pienso para nada en ello. Fue un inocente truco publicitario. Nadie se lo tom¨® en serio, aunque proporcion¨® grandes y duraderas audiencias a los escritores a los que pretend¨ªa promocionar. Pero nunca fue pensado para ser tomado en serio. En ese sentido fue como el movimiento dad¨¢.
P. Escribi¨®
El periodista deportivo, la novela que le dio la fama, despu¨¦s de no ser contratado por la revista Sports Illustrated. Acto seguido pas¨® por Granta y otras publicaciones ?Cu¨¢l es su relaci¨®n con el periodismo como escritor y lector?
R. Todav¨ªa hago algo de periodismo. En Europa he tenido la suerte de poder escribir acerca de la pol¨ªtica en varios peri¨®dicos importantes. Leo prensa todos los d¨ªas y le doy mucho valor. No leo blogs u otras cosas en Internet, son demasiado ilegibles.
P.
Acci¨®n de Gracias est¨¢ enmarcada dentro de la disputa entre Al Gore y George W. Bush que termina en un desastre para la democracia estadounidense y en una enorme p¨¦rdida de prestigio para EE UU en el exterior. ?Es Barack Obama el l¨ªder que EE UU necesita?
R. Obama es, sin duda, el l¨ªder que necesitamos. Su presencia en la escena nacional ha permitido que importantes fuerzas opuestas hayan salido a la luz y el resultado de eso ser¨¢ la reconciliaci¨®n. Es inteligente, amable y tambi¨¦n falible y lo sabe. Ya ha cometido muchos errores que yo desear¨ªa que no hubiera cometido, pero todav¨ªa le apoyo.
Mi madre. Richard Ford. Traducci¨®n de Marco Aurelio Galmarini Rodr¨ªguez. Anagrama. Barcelona, 2010. 88 p¨¢ginas. 12 euros.
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