Desconcierto en el Gobierno ante la cascada de protestas de Marruecos
Rabat env¨ªa cinco comunicados sobre Ceuta y Melilla en menos de un mes
Los comunicados de protesta de Marruecos son ahora casi diarios. Entre el viernes y el lunes, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroqu¨ª emiti¨® nada menos que tres, el ¨²ltimo ayer para "extra?arse" de no haber recibido "ninguna respuesta oficial" espa?ola a las anteriores quejas. "Da la impresi¨®n de que quiere entrar en el libro Guinness de los r¨¦cords", ironiza un columnista marroqu¨ª.
La nota de protesta de ayer fue la quinta en menos de un mes. Las cuatro anteriores denunciaban el comportamiento "racista" de la polic¨ªa con ciudadanos marroqu¨ªes en la frontera de "Melilla ocupada" y de la Guardia Civil con subsaharianos cerca de Ceuta. "A 17 personas -ocho de ellas subsaharianos- se les han infligido m¨²ltiples heridas y traumatismos", recordaba el texto marroqu¨ª.
Concentraciones de protesta se suceden ante edificios oficiales espa?oles
Exteriores no acaba de entender los motivos aut¨¦nticos de las quejas
El Ministerio de Exteriores espa?ol respondi¨®, en julio, a los dos primeros comunicados marroqu¨ªes, pero guard¨® silencio ante los siguientes. El ministro, Miguel ?ngel Moratinos, "no quiere entrar en una espiral de r¨¦plicas y contrarr¨¦plicas que no conduce a ninguna parte", explic¨® uno de sus colaboradores.
La diplomacia espa?ola est¨¢ sorprendida y desconcertada por esta cascada de acusaciones de Rabat, sin precedente desde que en 2004 la relaci¨®n bilateral experiment¨® una notable mejora tras la llegada del PSOE al Gobierno. Ning¨²n alto cargo de Exteriores quiso ayer valorar la tensi¨®n creciente con Marruecos, que en un pa¨ªs tan jerarquizado obedece, sin duda, a una decisi¨®n del rey Mohamed VI.
En el Partido Popular s¨ª tienen claro a qu¨¦ se debe la actitud de Rabat. Aprovecha la "debilidad" del Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, seg¨²n resalt¨® en rueda de prensa la senadora popular por Melilla Mar¨ªa del Carmen Due?as. ?Con qu¨¦ prop¨®sito? Due?as no lo explic¨®.
A los pronunciamientos del Ministerio de Exteriores marroqu¨ª se a?aden las concentraciones de protesta ante edificios del Estado espa?ol en Marruecos, primero la Embajada de Espa?a, despu¨¦s los consulados de Nador y Tetu¨¢n y, ayer, el Instituto Cervantes en Rabat. A veces las encabezan inmigrantes subsaharianos.
A la condena de las "actuaciones provocadoras" de Espa?a se est¨¢ sumando tambi¨¦n el sector m¨¢s oficialista de la sociedad civil. Amina Bouayach, presidenta de la Organizaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos, hizo el domingo un llamamiento a las ONG espa?olas para que "insten a su Gobierno a respetar (...) la integridad f¨ªsica de las personas" que atraviesan las fronteras.
Seg¨²n la agencia de prensa oficial marroqu¨ª MAP, dos ONG espa?olas, Andaluc¨ªa Acoge y Pro derechos Humanos de Andaluc¨ªa, ya han respondido a ese llamamiento, "exigiendo a Madrid que aclare estos grav¨ªsimos incidentes" en la frontera. Sus pronunciamientos son, en realidad, mucho m¨¢s matizados.
La m¨¢s acreditada de las ONG marroqu¨ªes de derechos humanos, la AMDH, ha rehusado, por ahora, polemizar abiertamente con las autoridades espa?olas.
Antes incluso de que brotase la actual tensi¨®n, la relaci¨®n de Madrid con Rabat no pasaba por su mejor momento. Marruecos carece de embajador en Espa?a desde hace casi ocho meses.
Mohamed VI design¨® a principios de a?o, para representarle en Espa?a, a Ahmed Ould Souilem, un saharaui que hasta julio de 2009 ocup¨® puestos de responsabilidad en el Frente Polisario, antes de pasarse a Marruecos. La iniciativa no agrad¨® al Gobierno espa?ol, que tard¨® hasta abril, algo m¨¢s de lo habitual, para darle el pl¨¢cet. Desde entonces el rey no ha firmado su nombramiento como embajador.
Como ya sucedi¨® en 2002, durante la crisis del islote de Perejil, la prensa argelina ha sido la primera en alinearse con Espa?a contra Marruecos. "?No se acuerda el majz¨¦n (la corte real) de que en esa misma ciudad de Melilla sus fuerzas acribillaban, hace no mucho tiempo, a los subsaharianos que intentaban desesperadamente alcanzar el suelo espa?ol?", se pregunta en un editorial el diario Le Jeune Ind¨¦pendant.
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