'Made in prison'

"El trabajo penitenciario no es cutre, ni obligatorio, ni se trata a los presos como esclavos; la visi¨®n de las prisiones puede estar deformada por las pel¨ªculas americanas, pero la realidad va mucho m¨¢s all¨¢". Lo explica Adolf Cabruja, gerente del Centro e Iniciativas para la Reinserci¨®n (Cire). Y lo hace con la mirada puesta en unos zapatos dise?ados por la firma Casta?er y en un impermeable creado por el dise?ador Antonio Mir¨®. Son una muestra de las dos nuevas colecciones de la marca Made in Cire, cuyo emblema es Hecho en prisi¨®n. La iniciativa es el buque insignia de esta empresa p¨²blica dependiente de la Generalitat que desde 2004 presenta objetos dise?ados por creadores famosos. Se producen en 64 talleres ubicados en las prisiones catalanas y en tres centros exteriores para presos en r¨¦gimen de semilibertad.

En seis a?os, la marca Made in Cire lleva vendidas 20.000 unidades de su producto estrella: la bolsa catalana, dise?ada por Gerard Molin¨¦ y Mart¨ªn de Az¨²a. Su estampado de cuadros inspirado en el pa?uelo de hacer farcells se ha convertido en su se?a de identidad y puede verse en varios de sus productos. Pero no solo fabrican ropa. Confeccionan objetos tan diversos como una urna mortuoria biodegradable, o pelotas de golf que al caer al agua se convierten en comida para peces; tambi¨¦n un conjunto de bandejas creadas por el dise?ador industrial Miquel Mil¨¤. "Es genial hacer valer al hombre, contribuir a una buena causa", explica el Premio Nacional de Dise?o 2010.

Sin embargo, la marca Made in Cire es solo la cara visible de un organismo que se concibe como un puente entre la prisi¨®n y el mundo empresarial. "Surgi¨® para que los reclusos entiendan que solo tienen posibilidades en el exterior si dentro elaboran un trabajo de formaci¨®n, que en muchos casos no tienen", explicaba la consejera de Justicia de la Generalitat, Montserrat Tura, durante la presentaci¨®n de la nueva colecci¨®n. De esta manera, en 2009, 5.091 presos se convirtieron en alumnos y hoy m¨¢s de 4.000 reclusos desempe?an alg¨²n tipo de trabajo en las c¨¢rceles de Catalu?a. De hecho, aunque el Cire est¨¢ sujeto a las ofertas espec¨ªficas que reciben, pueden trabajar en la prisi¨®n los reclusos que as¨ª lo soliciten, menos los ubicados en zonas de alta seguridad. "Hacen desde v¨¢teres para el tren hasta limpieza de bosques, y los dise?os de pijamas de hospital", apostilla Cabruja.

Su jornada es de cuatro horas y cobran "rozando", puntualiza el gerente del Cire, la parte equitativa del salario m¨ªnimo interprofesional. Las empresas deciden colaborar con esta iniciativa "por responsabilidad social", explica Cabruja y porque, en ocasiones, la productividad es m¨¢s barata. Lo cierto es que la mayor¨ªa de las firmas repiten. Es el caso de Rafael Casta?er, quien confiesa: "Quiz¨¢ encargaremos parte de la producci¨®n bolsos". En la actualidad, 343 empresas y 50 dise?adores colaboran con el Cire. No tienen tienda propia, pero venden sus productos online y la tienda Vin?on les dedic¨® todo un escaparate. Todo, sin olvidar la raz¨®n de ser principal de la marca, la cual sintetiz¨® la consejera Tura en la presentaci¨®n de los ¨²ltimos productos: "La aut¨¦ntica reinserci¨®n es an¨®nima".