Carmen Cort¨¦s, flamenco de toda la vida, pero personal

Baile flamenco de toda la vida, con algunas pinceladas personales. El flamenco de la escuela de Farruco y Carmen Amaya, nervioso, r¨¢pido, el¨¦ctrico. Del que enseguida se deja llevar por la percusi¨®n de los zapateados, que contiene un braceo preciso, y una m¨ªnima coreograf¨ªa, muy del gusto del p¨²blico que, si bien no lleg¨® a llenar la grada, asisti¨® muy atento a lo que se desarrollaba en el escenario y que al t¨¦rmino de la representaci¨®n ovacion¨® a la bailaora. Anoche, Carmen Cort¨¦s (Barcelona, 1958) present¨® su espect¨¢culo en el ciclo de flamenco de los Veranos de la Villa, en los Jardines de Sabatini.

El de anoche fue el segundo recital del ciclo, despu¨¦s de la inauguraci¨®n con Jos¨¦ Merc¨¦. El de Carmen Cort¨¦s forma, junto al de Farruquito (que cierra el ciclo el 21 de agosto) y la propuesta de Eva Yerbabuena (pr¨®ximo s¨¢bado), el triunvirato del baile en los jardines.

El programa de anoche anunciaba la recuperaci¨®n de un estilo, y Carmen Cort¨¦s cumpli¨® con lo dicho. Acompa?ada por un cuadro de seis bailaoras y dos bailaores, hizo lo que mejor sabe hacer: pasos cl¨¢sicos, desplantes, escobillas y braceo. Todo con un orden que combinaba las apariciones del cuadro y el protagonismo de Cort¨¦s. No faltaron ni los lunares ni los volantes de una bailaora por cuya compa?¨ªa han pasado artistas como Joaqu¨ªn Cort¨¦s o Canales.

El arranque fue un poco fr¨ªo, casi parec¨ªa poco ensayado. Las bailaoras se miraban de reojo mientas hac¨ªan una coreograf¨ªa por tangos. Tras ellas sali¨® Cort¨¦s, acompa?ada por los dos bailaores. En seguida se hizo presente, casi sin m¨¢s pre¨¢mbulos, el zapateado, gran protagonista de la noche, en un di¨¢logo entre la maestra y sus disc¨ªpulos.

R¨¢pido y rabioso

El baile de Carmen Cort¨¦s es temperamental, r¨¢pido y rabioso, aunque tambi¨¦n tuvo momentos anoche para el deleite, como en unas malague?as en las que empez¨® y termin¨® hecha un ovillo en el suelo o en la sole¨¢, protagonista absoluta y el baile m¨¢s aplaudido de la noche. Unas malague?as, por cierto, a las que en el segundo cante se le a?adi¨® el marcaje del comp¨¢s. Las bailaoras constru¨ªan figuras no del todo acertadas, les falt¨® precisi¨®n, pero a cambio ofrecieron cada una su personalidad al ejecutar los pasos coreografiados por la maestra.

Hubo canti?as, solares buler¨ªas, buler¨ªas, seguiriyas... Todos con el sello personal de la bailaora, que cuando no estaba en el escenario dejaba su esencia en las coreograf¨ªas. Cort¨¦s rebosa fuerza expresiva, en sus manos, en sus zapateados, en sus figuras. Anoche fue la reina absoluta del escenario.