Trabajo en equipo para la guitarra de Enrique de Melchor

Y entonces lleg¨® ella. Los carteles anunciaban para anoche en los jardines de Sabatini al guitarrista Enrique de Melchor, pero la reina absoluta de la noche fue la bailaora Karime Amaya. Sali¨® a bailar una sole¨¢ y el escenario se hizo suyo. Amaya no descubri¨® nada, hizo pasos cl¨¢sicos, pero verla es un deleite para los sentidos. Domina el braceo, los giros y sobre todo, el zapateado. Su principal fuerza reside en sus pies, ¨¢giles y precisos, pero Karime sabe bailar. Controla los cambios de ritmo e impone su ley a los m¨²sicos. Tuvo una noche inspirad¨ªsima de baile cl¨¢sico, flamenco para disfrutar. El p¨²blico, que no lleg¨® a llenar el patio de butacas, la ovacion¨® en varias ocasiones.

Melchor y Riqueni demostraron ser dos maestros de la 'seguiriya'

A Enrique de Melchor (Marchena, 1951) no le vimos hasta la seguiriya que improvis¨®, seg¨²n sus propias palabras, junto al tambi¨¦n guitarrista Rafael Riqueni. Antes, se mostr¨® a gusto sobre las tablas, sonre¨ªa y jaleaba, pero no llev¨® el peso de la actuaci¨®n, que recay¨® sobre un acertado grupo de acompa?antes: Lola y Marta Heredia a las voces y palmas, el cante de Juan Trivi?o, la guitarra de Luismi, el caj¨®n de Guille y la flauta de Juan Parrilla, que hizo una demostraci¨®n de lo flamenca que puede llegar a ser una flauta travesera. Sus melod¨ªas flotaron sobre la guitarra, marcando las notas sin dejar a un lado el comp¨¢s. Hizo un solo por alegr¨ªas sentido, marcado, delicioso para los o¨ªdos.

En la seguiriya, dec¨ªamos, de Melchor y Riqueni demostraron que son dos maestros. No necesitaron extenderse: varias falsetas cada quien, llenas de emoci¨®n, de un toque cl¨¢sico, limpio, pausado. Detalles como el cierre o el marcaje muestran el talento que poseen estos dos guitarristas. De Melchor present¨® a Riqueni como un "gran artista y una mejor persona" y Riqueni le respondi¨®: "El problema es que me he dejado la cejilla en el camerino".

Antes del emotivo mano a mano de los dos grandes guitarristas y el cierre por buler¨ªas, Riqueni tuvo ocasi¨®n de hacer un par de piezas junto a la flauta de Parrilla. Este guitarrista sevillano no estar¨¢ atravesando su mejor momento, puede que anoche no tuviese todo el acierto de otras grandes noches vividas por ¨¦l, pero demostr¨® que sigue siendo teniendo un nombre, que su sello personal marca composiciones y presencia en el escenario.